distancia de este texto con respect a las definiciones de testimonio discutidas en el primer capitulo hace resaltar la figure de un sujeto indigena que esta en control, tanto de sus instruments narratives y linguiisticos como de los medios de interpretaci6n ideol6gica de sus circunstancias. Sin excluir el discurso oral sino por el contrario asumiendo la representaci6n de otros sujetos indigenas que no hablan castellano, Montejo articula, a traves de su testimonio, una imagen menos menesterosa del indigena. En todo caso, el indigena que emerge de este relato esta menos necesitado del aporte ladino o del de la izquierda para efectuar un process de toma de conciencia; simultaneamente, la vision del mundo maya que present es menos idealizada y mas compleja. Su autobiografia y su condici6n de maestro rural (Voices 4-11) lo sefialan claramente como sujeto fronterizo, lo que cuestionaria la legitimidad de su testimonio para representar al indigena subalternizado, ese que construye Occidente como suma absolute de carencias. Sin embargo, su lugar de enunciaci6n permit captar con mayor profundidad --mas que en un testimonio mediatizado, como el de Rigoberta--, los process de analisis critics, el reconocimiento de la alienaci6n de los indigenas, y la dinamica de sus posturas political.