15-18), sera en gran media el vehiculo de su salvaci6n posterior --cuando la acusaci6n del joven Manuel lo transform en victim (capitulo sexto)--, al asegurarle un tratamiento de mayor respeto por parte de los soldados, quienes no dejan de tratarlo de "usted" (65) y de "profe" (80). Ademas de especificar las circunstancias de enunciaci6n de Montejo, el "Preludio" articula la vision critical del narrador con relaci6n al context hist6rico en que el testimonio ha de insertarse. Este capitulo initial, organizado claramente en funci6n de un lector hegem6nico extra-guatemalteco4, da cuenta de los acontecimientos recientes en la historic de Guatemala expresando un juicio triplemente critic. Este juicio se refiere a las acciones genocidas del ejercito ("las huellas que [Rios Montt] dej6 en los pueblos indigenas con su ejercito en 1982 son tan sanguinarias que pueden ser comparadas con las masacres que ocurrieron durante la invasion espafiola de 1524" [3]); a la estrategia de destrucci6n cultural de Rios Montt ("el ejercito implant contra de la voluntad de los pueblos las llamadas 'patrullas civiles', destrozando asi descaradamente, la tradici6n de respeto y ayuda mutua" [4]); y finalmente toma posici6n frente a las verdaderas causes de la matanza de Tzalala': "el dia 9 de septiembre de 1982, los patrulleros civiles de Tzalala' cayeron en una grave equivocaci6n al combatir contra el mismo ejercito, pues los soldados llegaron vestidos de verde olivo para engafiar a los patrulleros" (5). El develamiento del equivoco como provocado ex-profeso por parte del ejercito, por un lado conlleva, por contrast, una implicita simpatia hacia los metodos menos brutales de la guerrilla ("Los guerrilleros a veces han pasado por la aldea y los que los han visto dicen que calzan botas de hule y que no le hacen este tipo de daho a la gente" [24]); y, por otro, 4 Es precise sefialar, en este aspect, la coincidencia con el papel que el lector hegem6nico extra- guatemalteco tiene tambidn en el testimonio de Menchfi.