Eliseo Diego (2 de julio de 1920- d el U 1 de marzo de 1994) y a m mIlustracin: Eric Silva El viejo La enredadera Cruzar las manos apacibles, Esa fragancia tan pura cruzarlas muy despacio, que llena toda la sombra mientras la voz distante nombra de la sala, que nos nombra sitios, familias y misterios, con un dejo de amargura, -como recuerdo que apura es tan fcil, tan claro, tan sencillo el desdn; esa fragancia como el sueo, que viene de una distancia y el olvido real del inocente. inmemorial a la sala, Cruzar las manos speras, ser tu aliento, picuala, cruzarlas a oscuras, ser la luz de la infancia. cruzar sus tiempos, mientras afuera las abejas huyen bajo un rumor de trastos cenicientos ilumina los ojos, y el Domingo en el arco profundo, para siempre. La u'aiainn su o, ioe beod onitaDreclni Beo La poesia DE LA MEMORIA Por Miriam Anczar