Es bueno volver a los sesenta para conocer que la sociedad y la Revolucin cubana necesi- Gleyvis Coro, Gina Picart, Margarita Mateo, qu hacamos. Aquella fue la dcada del deba- tan, y que nuestra cultura del debate padece Aida Bahar, Ena Luca Portela y Maylene te: sobre el socialismo, acerca del modelo pol- indigencia: una cosa son los sucesos de deba- Fernndez. Suman unas 17 entre encuestadas tico y econmico sobre el que basaramos la te, y otra, la cultura del debate... No olvido la y representadas con fragmentos de novelas. hacienda socialista; sobre el manualismo, acer- poca de Pensamiento Crtico, nuestra revista Acaso son tantas? S lo son, y algunas ms ca del tipo de sistematizacin recogida en los de Ciencias Sociales. En ella poda leerse una que se quedaron fuera por diversas causas, y manuales por los que se enseaba el marxis- Crtica al marxismo de Trotski y una nota: solo estamos hablando en esta ocasin de las mo;y sobre las polticas culturales. Vea en el prximo nmero, "Anticrtica a la que viven en la Isla. Las generaciones actuales viven en otra po- Crtica al marxismo deTrotski. Estamos a favor del auge del debate, y la- ca, aunque tambin extraordinaria. Es preciso Ms de la mitad de los escritos de las Pol- mentamos que no siempre sepamos apreciar, afrontar la realidad con valenta intelectual y micas culturales..., la compilacin de Graziella limar e integrar sus esquinas. El mal de fondo total libertad; no la libertad que le pedimos a Pogolotti, aparecieron en La Gaceta de los se- sera uno: la escasa cultura del debate. nadie que nos d; sino la que nace de adentro. senta. Uno de los debates, sobre el grupo El No podramos pregonar que construimos una Puente,1 fue retomado hace dos aos (La Ga- Faulta la malla sociedad donde lo ms importante ha sido en- ceta de Cuba, no. 4 de 2005) a travs de un Gabriel Capar: Hay consenso en que es sear a la gente a pensar, para que despus le dossier. La polmica original, entre Jess Daz2 poca nuestra cultura del debate. Pero como toda exijamos que use esa facultad levantando la yAna Mara Simo, transcurri hace cuatro d- cultura es un proceso, sera valioso compartir mano y asintiendo automticamente. cadas (La Gaceta de Cuba, nos. 50 y 51 de ideas sobre el curso que venimos siguiendo, si El pensamiento de los jvenes deber enfo- 1966). El dossier, preparado por Roberto ganamos o perdemos terreno. Hay espacios carse, desde todas las perspectivas posibles, a Zurbano, abri con un trabajo suyo (Re-Pa- estudiantiles espontneos, interesantes, que ejercer aquella capacidad de pensar por s mis- sar El Puente), cerr con un artculo de Norge expresan la avidez juvenil por pensar el pas; mos, a practicar las libertades nacidas de la Espinosa (Para cruzar sobre las aguas turbu- se renen peridicamente, fijan un tema, invi- seguridad en lo que se piensa y de la disposi- lentas) e incluy otras voces (Gerardo Fulleda tan a personalidades, circulan sus intervencio- cin de defender lo que se cree, buscando el Len, Josefina Surez).Todo se hizo con tacto, nes, pero son malmirados y por eso se les hace perfeccionamiento. cuidando de que no pareciera un oportunismo: difcil mantenerse. Esto sucede a varios nive- Existen nuevos espacios de debate? Sin Jess Daz haba muerto en Madrid, luego de les, con espacios casi desconocidosy con otros duda. Tenemos suficiente cultura del deba- dirigir la revista Encuentro (de la Cultura Cuba- ms visibles; recordemos, por ejemplo, la des- te? Nada de eso. Podemos cultivar esos es- na),3 y cualquiera pensara que hacamos lea aparicin de La columna (espacio de crtica y pacios con tranquilidad? Tampoco. En todo de l. Lo cierto es que la idea del dossier era apreciacin del audiovisual que condujo Rufo debate hay que asumir riesgos, y deberamos antigua. Abel Prieto era presidente de la UNEAC Caballero en laTV Cubana). estar dispuestos a correrlos, bien entendido cuando le pedimos a Norge que lo preparara, La Ventana es un sitio de contrainformacin que la del debate no equivale a cultura de opo- empresa que al final acometi Zurbano. y, por consiguiente, acude a la reflexin y a la sicin, y que aqu reside su dimensin tica: la crtica, fue concebida as, aunque por ello no cultura del debate debe conducirnos a la Strike cantado siempre es bien vista. Es usual que se les reste profundizacin de nuestras miradas, al estu- Norberto Codina: De los 10 textos de Las visibilidad a los espacios que despliegan un dis- dio cierto, seguro, riguroso, responsable, de causas de las cosas, de Desiderio Navarro, curso crtico, revolucionario, pero diferente del la materia de debate. ocho ya haban sido publicados en Cuba, siete tono oficial. Quien se decida a trabajar por ex- Esto se vincula a conceptos tan universales de ellos en La Gaceta de los ltimos veinte tender la cultura del debate, deber ser hones- como el de la democracia. Igual que se habla aos. El artculo lder, In medias res publi- to, y tener un mismo rasero tanto para la crti- de reinventar el socialismo del siglo XXI, habr cas, apareci en La Gaceta y en Ensayo cu- ca, como para la autocrtica. que reinventar la democracia del siglo XXI. bano del siglo XX. Sin duda, el libro de LaVentana se ha hechoyse hace contrabajo Desiderio sirve de gua para el estudio de nues- duro y con anlisis a fondo de la realidad. Ojal Out por regla tra cultura del debate. sean los universitarios los que puedan decir si AurelioAlonso: Uno de los prrafos del Lla- En los aos 90, ncleo duro del perodo espe- encuentran o no encuentran debate, no solo en mamiento de Bamaco [hecho en dicha ciudad cial, eufemismo de la crisis econmica, La Ga- La Ventana, sino en otras publicaciones.Todo, capital de Mali, en enero de 2006, la vspera de ceta, por propia iniciativa, y con el apoyo de para saber qu curso sigue la cultura del deba- la inauguracin del Policntrico (repartido en personas como el mismo Abel Prieto, se te como proceso, si est cada vez ms cerca o tres sedes) Foro Social Mundial], exhorta a re- concienci de la necesidad de impulsar el de- cada vez ms lejos. crear el socialismo desde la democracia. (Ob- bate, y public un trabajo de Rafael Hernndez jetivo no. 4: Construir la socializacin a travs que luego dio lugar a su libro Mirar a Cuba. Lzaro Rodrguez: Va quedando claro que de la democracia.>)Yo le comentaba a Frangois Ensayos sobre cultura y sociedad civil. Rafael cultura del debate es algo ms que espacios Houtart, secretario ejecutivo del Foro Mundial ha reconocido que esta es la gnesis de la ac- de debate, y quizs no tengamos ms cultura deAlternativas, y l coincida conmigo, que esa tual revistaTemas. del debate, entre otras cosas, por falta de or- era una de las fuerzas del par, que era preciso La ltima edicin de La Gaceta (no. 2 de 2007) den, de sistematizacin, de continuidad, de con- recrear el socialismo desde la democracia, pero contiene varias esquinas de debate. El llamado ciencia de que se est participando de un de- que tambin era ineludible recrear la demo- en portada Un artculo salido del closet, advier- bate, y de que, como debate, necesita, ms cracia desde el socialismo. i! te sobre un ensayo de Reinaldo Gonzlez (La all de posicionamiento, de decir aqu est Ese es el desafo del presente siglo. El capita- cultura cubana con sabor a fresa y chocolate). mi opinin, de problematizar los otros cri- lismo ha demostrado que puede subsistir con o Cuando nos lo entreg, en 1994, le dijimos: terios. Pareciera que estamos en presencia sin democracia; sus esquemas se pueden de- Reinaldo, notiene sentido publicar esto, es un de un archipilago de debates, donde las sarrollar con Pinochet (Augusto, el dictador que tema superado.Y la vida demostr, 13 aos polmicas que impulsaTemas, por ejemplo, derroc al gobierno de Salvador Allende el 11 despus, que guarda plena vigencia; tal pare- no dialogan debida y necesariamente con las de septiembre de 1973) o con Bachelet ce que fue escrito ayer. Son gajes del oficio: as propugnadas por La Gaceta, ni las de La Ga- (Michelle, actual presidenta de Chile para el lap- como en pelota los juegos o los pierden los ma- ceta dialogan con las de Alma Mater, ni las de so 2006-2010); mas lo primero que prob el nagerso los ganan los peloteros, as en los me- Alma Mater conversan con las de Caminos, socialismo fue que sin democracia no poda vi- dios de comunicacin los malos trabajos los pu- ni las de Caminos con las de La Ventana, ni las vir: fue tan frgil que se derrumb,. blican los editores,y los buenos, los autores. de La Ventana lo hacen siquiera con las de Tambin se incluye una entrevista de Ra- Casa, perteneciendo ambas a una misma ins- Lzaro Rodrguez: Al relacionar cultura del fael Acosta al italiano Gianni Vattimo, figura titucin, ni las de Casa dialogan con aquellas debate y esfera pblica, sera bueno que nos emblemtica entre los filsofos europeos, un impulsadas porTemas. Quizs sea que nues- refirisemos al modo en que las revistas cultu- hombre tan contradictorio que de pronto, por tra diversidad de objetos, de misiones so- rales contribuyen tanto a la creacin de una sus declaraciones en otros sitios, parece que ciales, nos aleje, pese a que cualquier acerca- cultura del debate, como al posicionamiento de est justificando a Joseph Stalin, y, por otra miento a los problemas de la cultura cae en un una agenda para el fomento de esa cultura. parte, en la gran mayora de sus textos y de- mbito sobre el que podemos opinar desde claraciones representa un pensamiento de cualquier escenario editorial. Norberto Codina: Coincido con que hoy te- vanguardia. Tal estado de cosas contribuye no con la cul- nemos ms eventos de debate; incluso pienso Por si fuera poco, esta ltima edicin de La tura del debate, sino con la cultura del des- que quizs sean ms de lo que creemos, pero Gaceta, contiene un dossier (preparado por gano... Luego viene el tema de la socializa- con poca visibilidad y nivel de confrontacin. No Zaida Capote), sobre novelistas cubanas de hoy, cin, es decir, esos debates que se producen obstante, considero que no existen los espacios como son Lourdes Gonzlez, Ana Lidia Vega, en Temas, Caminos, La Gaceta, La Ventana, contina en la pg. 12