VARGAS-ZAMORA & GOMEZ-LAURITO Plantas en billetes de Costa Rica similares a los de la Madona Sixtina, pintada por Rafael en 1512 (Chac6n Hidalgo & Alvarado Venegas 2001). La mariquita de 1847 fue puesta en circulacion segun el decreto del 7 de marzo de 1847, en el cual se especific6 que ...enseguidas del juramento de la Constituci6n se botarci al Pueblo en las cabeceras departamentales por mano de los respectivos curas la cantidad de dinero que el Gobierno design (Gurdian Montealegre 1996). Esto nos indica que la figure femenina grabada cumplia con los parametros mora- les de la 6poca, caso muy diferente al de las mone- das con la india parada, censuradas posteriormente (Murillo 2004: 73) y Fig. 9C. En este context es oportuno citar el hecho de que Mariquita era el dimi- nutivo con el que se conocia (Echeverria 1940) a dofia Maria Toribia Peralta y Echeverria, esposa de don Manuel Jose Carazo, tender y Ministro de Estado durante la administraci6n (1847-1849) del Dr. Castro Madriz (Lines 1948). No sabemos si el sobrenombre mariquitas dado a las monedas de un real est6 rela- cionado con el de dofia Maria, o el mismo proviene de asociar la imagen en la moneda con una madona (= representaci6n de la Virgen Maria), como las pin- tadas por Rafael Sanzio, o similar a alguna escultura en alguna iglesia, alli ...las virgenes presentan el rostro aniiado... y generalmente estcin con las manos plegadas al pecho, mirando hacia abajo (Ferrero 1981). Por ahi de 1875, en la Plaza Principal de San Jose (hoy Parque Central) en tiendas ambulantes se vendia, entire otras cosas, santos o cromos de carac- ter puramente religioso (Gonzalez Zeled6n 1947, Fernandez Guardia 2002). Es oportuno mencionar que el busto de la mariquita mira hacia el frente, como es comun en monedas conmemorativas (que no circu- lan). Esta moneda circul6 por necesidad y la imagen se deterior6 rdpidamente con el uso, empezando por los rasgos faciales prominentes, como la nariz (Fig. 9A). Los griegos, contemporaneos de Calimaco, ya preferian grabar bustos mirando hacia un lado, de tal modo que el perfil del rostro sobreviviera mas tiempo al desgaste de la moneda (Sutherland 1956). Los BOLETOS DE CAFE El auge de la producci6n cafetalera a mediados del siglo XIX, aunado a la escasa disponibilidad de moneda acufiada, hizo necesario el empleo de boletos de cafe principalmente en las grandes plantaciones. Los primeros boletos conocidos en Costa Rica datan de la d6cada de 1840 y provienen de grandes cafeta- les ubicados en los alrededores de la ciudad de San Jose. Para la segunda mitad del siglo XIX su uso se extendi6 a nuevas regions agricolas. La complejidad de los disefios de los boletos estaba, por lo general, relacionada con la capacidad econ6mica del cafetalero (Chac6n Hidalgo & Carazo de Flores 2002). Muchos de los primeros boletos fueron acufiados en Alemania, Francia e Inglaterra. Los metales utilizados fueron cobre, aluminio, plomo y aleaciones como lat6n, bron- ce y cupro-niquel. Otros materials utilizados fueron: bakelita, plasticos, hierro galvanizado, cuero y papel. Varias monedas nacionales y extranj eras fueron habili- tadas para ser empleadas como boletos (Rojas Solano 1979?, Chac6n Hidalgo & Carazo de Flores 2002), asi como fichas utilizadas en Europa en diversas activi- dades. En Inglaterra, entire 1649 y 1672, asi como a fines del siglo XVIII y principios del XIX, la escasez de moneda acufiada de baja denominaci6n propici6 el uso de moneda no official. En el siglo XIX los horticultores de Kent entregaban boletos (= tokens) a los cosecha- dores de frutas y otros products. Estos boletos eran de metal y tenian grabadas las iniciales, o el nombre, del agricultor y de su finca, asi como su valor. El valor del boleto se hacia efectivo hasta el final de la cosecha (Carson 1962). Este m6todo, de pago temporal a tra- bajadores itinerantes, tal vez fue traido a Costa Rica por costarricenses que viajaron a Inglaterra a realizar studios u otras actividades. Al igual que en Inglaterra, la escasez de moneda de baja denominaci6n en Costa Rica, como los reales de plata, en las primeras d6cadas del siglo XIX, fue uno de los motives para introducir en el pais el uso de boletos en las plantaciones de cafe de los grandes productores (Chac6n Hidalgo & Carazo de Flores 2002, Chac6n Hidalgo 2003). Sin embargo, los boletos se continuaron utilizando much tiempo despu6s de que la escasez de moneda circulante se super. A principios del siglo XXI los boletos aun se utilizan en algunas plantaciones, para evitar el acarreo y conteo apresurado de cantidades de monedas para pagar a los cogedores, asi como para disminuir la posibilidad de robo del dinero en la plan- taci6n o durante su transport a ella. La gran mayoria de los boletos metalicos, puestos en servicio avanzado el siglo XX por los pequefios productores, son piezas LANKESTERIANA5(2):