frente a mi ventana ... hay una estancia infantil. Desde hace tres dias de frfo, ahf suenan y resuenan 2 6 3 tonadas cantadas y/o grabadas. En las diversas versions hay una que suena, neta, como a hip hop. Hoy me parece mejor todo eso que Bing Crosby, Apocaliptica o las jingle bells... que no se si son lo mismo. A esos chamacos rufianes se les siente una afinaci6n innata en las N veces que repiten un estribillo, como "MUY PEQUENO EL MUNDO ES", por ejemplo... o lo de "UNA FILA TODOS FORMA- REMOS". Lo suyo hasta ahora es un verdadero canto grupal. Es la unificada agrupaci6n colectiva que primero juega, luego existe. Algunas de esas voces mafana ocuparan escenarios de quien sabe que lugares del planet. Estos dias cantan y cantan rolas apropiadas, se dice, para una estaci6n voluble: Diciembre. La petici6n de posada, Bel6n, cam- panas de Bel6n, la natividad, la pifiata, buc6licos pastores, burros, tambores y regalos, son algunos motives del canto que todavia nombramos i I!!,i, I, cualquier maestra de mtsica puede expli- car esta antigua forma coral del catolicismo. Quiza uno tambien podrfa pero se duda ante lo que falta por sefalar de chamacos en el Caribe, que repiten y repiten sus adorables coritos predilectos. Y poco antes de irse al trabajo, uno les oye y los ve desde la ventana. Una buena manera para rememorar al Jefe Cri-Cri y al Himno Nacional es vivir donde vivo. La diferencia est en el canal emisor del audio: voces de nifiez aun sin limitaciones. Entonan letras que no comprenden del todo pues ellos mas juegan que cantan pero con el constant contact con tal musica y letra se logran diversos objetivos: que gusten de esa obra como un primordial canto de la infancia, que la instalen en su memorial, que nunca la olvidemos. Asi he aprendido a reconocer la caribefia lirica de R. I. Suarez Caamal y la mel6dica march del maese M. Ramfrez Canul, procreadores del Himno a Quintana Roo, reinterpretado por una banda en verdad joven.