He rememorado aquellas atinadas pa- labras a prop6sito de la insistencia de hoteleros y empresarios inmobiliarios de que se cambie la llamada Ley del Mangle, el articulo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre, del cual dicen que es un obstaculo para el desarrollo econ6mico y al cual atribuyen la cancelaci6n de inver- siones extranjeras por miles de millones de d6lares en Mexico, especialmente en la costa de Quintana Roo. La realidad, emperor, es que ese articulo no impide construir en zonas de manglar. Lo que prohibe es "la remoci6n, relleno, transplant, poda, o cualquier obra o ac- tividad que afecte la integralidad del flujo hidrol6gico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural; de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turisti- cos; de las zonas de anidaci6n, reproduc- ci6n, refugio, alimentaci6n y alevinaje; o bien de las interacciones entire el man- glar, los rfos, la duna, la zona maritima adyacente y los corales, o que provoque cambios en las caracteristicas y servicios ecol6gicos". En tanto ello se respete, no hay inconvenient ni obstaculo legal para construir en esos sitios. Estamos, pues, ante un caso tipico de bar- co -el proyecto de construcci6n- que debe adaptarse al puerto -la LGVS- y no a la inversa. La ley ahf est,, clara y pre- cisa, sin ambigiiedades, contradicciones ni lagunas. S61o hay que acatarla y cum- plirla. Nadie puede llegar y decir "Esa ley no me conviene, asi que cambienla". Lo que hay que hacer es simple y llanamen- te adaptar el proyecto a las limitaciones legales. Con ello, incluso, podrfa resultar mks bello y atractivo al aprovechar el me- dio ambiente natural. Si se busca proteger y conservar los manglares, es porque tienen una enorme importancia ecol6gica y econ6mica. Y de su valor no s6lo se ha adquirido concien- cia en Mexico. Otros muchos pauses han dictado en los iltimos tiempos normas con ese prop6sito. No vamos a entrar en detalles sobre el particular. S61o, a titulo de ejemplo, mencionaremos el caso de Ecuador, donde desde 2003 se expidi6 la Ley de Conservaci6n del Ecosistema Manglar, la cual establece que "el Estado ecuatoriano tiene derecho soberano sobre el ecosistema manglar, su zona de tran- sici6n y amortiguamiento por ser un bien national de uso publico... Es patrimonio forestal del Estado, por lo que no es susceptible de posesi6n o cualquier otro medio de apropiaci6n privada y sobre 61 no puede adquirirse el dominio ni ningun otro derecho real... Si hemos puesto como ejemplo a Ecuador y su ley del mangle -mucho mks restricti- va que la nuestra-, es porque ahf tam- bien hubo ferrea oposici6n de poderosos grupos econ6micos: los duefos de granjas de cultivo de camar6n, que para construir sus establecimientos arrasaban vastas extensions de manglares. Y aquf cabe precisar que esa ley no la dict6 ning6n go- bierno de izquierda, sino uno de derecha y proempresarial, el de Lucio Gutierrez. Si en estos dias alguien propusiera que se permit arrasar los bosques para construir fraccionamientos residenciales o centros comerciales, todo mundo pondria el grito en el cielo. Pero eso es justamente lo que se quiere hacer con el manglar, porque se le consider un ecosistema desdefiable y desechable, sin advertir que es el equiva- lente, en las planicies anegadizas, de los bosques de pinos de las montafas. Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx Restaurante cp"~y EN SUS MESAS Ademas de las Noches de Jazz de los miercoles, los viernes con sus Noches Bohemias y los sabados con sus Noches de Francia, vimos por entire las mesas de L'Escargot a muchos amigos simplemente disfrutando de las noches decembrinas, bajo un ambiente calido que ha marcado una tradici6n que seguramente continuara a lo largo de estos nuevos 365 dias. bonne annee bonne sant6e Abrimos desde medio dia Calle Pifia No. 27 Sm 25 Cancin, Q. Roo. Tel. 887 63 37 Cel. 998 8845 7213 www.lescargot.com.mx Y-