VIVIAN todavia entire nosotros personas que re, eordaban' las hbrrorosas tormentas que sufri6 esti pais en la iltima d6cada del siglo anterior, y todo, teniamos muy present el huracan del 4 y 5 de octu bre de 1844, que nadie ha dejado de traer a la me- moria en su aniversario, cuiando una nueva tcmpestad vino A hacernos olvidar las desgraciaspasadas, pars ocuparnos en las que aparecian ante nuestros ojos Por los recuerdos (e los que sufrieron las d: 1791, 1794, 1796 y 1844, y por las noticias que d ellas se conservan escritas, no hay duda que podemoi calificar la de los dias 10 y 11 de tempestad.de tern pestades, como la hemos Ilamado en el Diario de h farina; y no solo por la violencia con que los ele mentos nos han azotado, por los recursos que la cien cia nos proporciona para graduarla, sino tambiet por losperjuicios inmensos que ha causado asi en 1. tierra como en el mar. Porque si bien es cierto que l extension que este huracan ha recorrido fu6 induda. blemente mentor que la del iltimo, y que la caila n( :ha padecido tanto como en 1844, en lo que pudo te- ner parte la circunstancia de haber sido m6nos fre- cuentes y repentinos los cambios del viento, es tam- bien incontestable que los desastrosos efectos de esc suceso se hicieron sentir entonces doblemente, porquc fui precedido de una larga seca que agost6 los campos y no permiti6 a la caria salir de on estado raquiti. co y endeble en el cual la sorprendio la elaboracion. La tormenta de 1791, si no estamos equivocados, pudo calificarse mas bien de diluvio que de huracan, y en 1794 y 1796 el viento, Ajuzgar por las noticias que tenemos, no fu6 tan violent como el del dia 11, como no lo fu6 tampoco en 1844. Tenemos A la vista in ndmero del Papel periddico de la Habana, corres- pondienteal 4 de setiembre de 1794,en elque encon- tramos obser\ aciones barom6tricas y termometricas hechas por un officiall de guerra del navio S8. Loren- ao" en los dias 27 y 28 de agosto, en que ocurri6 la c61ebre tormenta de ese aho, y la feliz casualidad que haquerido viniese A nuestras manos tan curioso do- cumento, nos permit hacer comparaciones, asi bajo ese aspect, como en cuanto a los desastres ocurridos en los buques que ecsistian en babia. He aqui un re- salmen de dichas observaciones,: SI BSERVACIONES BAROMETRICAS Y TERMOMiTRICAS S heohas on la Habana durante el huracan de agosto de 1794. SBaromtro Ternomnrt. -* VIENTOS. ------ Med. ingl Farheneit. Dia 27 as 12 noche. NNE. con 29,63 83,5 I rfifag. dura. 28 l1 madrug. NE conid. 29,58 84 e lidem. 2 9,57 e 2 idem. 29,56 , i 1 29,54 S8 29,52 a 3 9 29,50 (a) ,, S4 ,, i 5 1 i 83, S52 NE. I E. ,, , Srif. muy dur. 1 6 29,52 s S6 29,54 '7 N1E. 1 E. 29,59 s Sraf. violeniaea g 71 I .29,63 S8 ENE. mui 29,6 S5 l our. raf viol. S.29,70 82,5 9 9 Y,72 9.1 29,74 10 29,75 10l 29,76 11 E.4SE. 29,77 S1, rif. de inter. 11i 29,78 81,5 12 29,78 12 'ESE. fres. 29,78 81 (b) e(a) Equivalente en la escala francesa a 27 pulgadas y 8 lines. (b) Equivalente en Reaumur a 211. NOTA. Las observaciones de donde tomamos las que $ precedent, comprenden todas las hechas desde las cuatro de laniadrugada del dia 25 hasta las doce de la noche ,d-el 28 de agosto de 1794, Ala hora de partida se hallaba el bar6metro en 30,04 y el term6metro en 859: el prime- ro B las doce de la noche del mismo dia 25 estaba en 30,01 y el segundo en 85,5: continue el bar6metro en descenso Sy el term6metro su elevacion, y a las doce del dia 26 se J hallaba el primero en 30,00 y el segundo en 880 (equi- 2 7-