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 la hora que suceda, puesel sueo es una de las
medicines que mas contribuyen  lai restauracion
las fuerzas y recobrar la salud decai la, y asi mien-
tras duerma no ha de meter ruido  impedir que
alguien lo haga, no lo dispertara para nada absolu-
tamente ni aun para darle medicine  menos (pie
el facultativo dispusiese lo contrario.


 Evacuaciones naturales.


 Si en el curso de la enfermedad sobreviniese algu-
nas de oas devacuaciones naturales como el mens-
truo las hemorraides y otra semejante se suspendern
inmediata'mente el uso de todo remedio que ae le
est admiiid-trindo comunicando la ocurrencia al
facultativo el que dispondr en semejante caso lo
que se debe hacer.

 RYji*"mcn para con ol encfrmo.


 Para darle caldo al enferme no ser, mas que una
h sa de las <le cafi y para eso se calentrri ponindo-
la, con la tasa dentro de una cazuela de agua ca-
liente, colocandola para que se desengrase; si al
echarle el caldo le notase escalafrio 6 acceso de fie-
bre, no se lo dar hasta despues que pase, y para eso
lo har enjuagar la boca antes. Si escubiese impo-