137 -- je. Los primeros son los mas fciles y los mas s6li- dos; pero son tambien los mas feos; mas fciles, porque solo hay dos maneras de hacerlos, cuando para los otros son casi innumerable, y por otra parte es mas molesto sacar hilos que hacer punto de tul, que prepare el mayor nmero de los res- tantes puntos de calado. El modo de hacer los primeros es empezando por fijar el nmero de hilos que se quieren sacar, nmero que ser relative A los mas mnos grue- sos de la tela, y la mayor menor finura que quiera darse al calado, por que del percal es nece- sario sacar mas hilos que de la muselina y de esta mas que de la gasa. Supongamos, pues, que se quie- ren sacar cuatro y dejar tres: se coje la tela borda- da por el revs, y en seguida se rompen lijeramen- te con un altilerito muy delgado los cuatro hilos mas cercanos al cordoncillo que forma la orilla del pedazo do tela qm se, va A trabajar. lEstos hi- los deben rompori o a la izquierda, porque si se les rompoe la derecha, la mano, siguiendo la labor, pasar sobre los hilos ya sacados y pudiera desba- ratarlos. Rmpense estos hilos ya sacados de en medio del pedazo de tela, cuando este es demasia- do ancho, y se les saca por derecha izquierda cerca del cordon, siguindolos ojo desde donde se rompi: mas cuando el pedazo es median, y aun mas si es 1,r..,.i. su dimension, se rompen los hilos cerca do las puntas del cordoncillo y se sa- can por la otra. Sacados los cuatro hilos, se dejan