- 85 - Pasta maravillosa para limpiar y hermosear el ctis, tanto de la cara como de las mano.; dandole una blancura estraordinaria. Tmense media libra de almendras amargas, cuatro onzas de piones, y en su defecto corojos frescos avellanas, tres onzas de harina de arroz, y dos de granos de nuez: limpiense y mndense bien, machquense en un mortero muy bien, agre- gndoles al machacarlas una hiel de vaca y leche fresca en proporcion hasta que se convierta en pasta impalpable, luego se le aadirn un par de yemas de huevos batidas y dos onzas de alumbre muy bien pulverizado, se volver machacar por otro rato, y luego se ir aclarando sin dejar de machacar con leche fresca, como unjarro, luego se pone en un perol al fuego hasta que hierva y tome la con- sistencia de pasta, que ent6nces se apartar pero sin dejarlo de remover, y cuando casi est fria, se le agrega medio cuartillo de espiritu de vino con la esencia que cada uno le sea mas agradable, se vuelve batir por otro rato, y en seguida se de- posita en potes cajitas que se orearn la som- bra y aire libre, y luego que estn se podrn guar- dar para hacer usu de ellas; lo cual se hace del mismo modo que si fuera jabon.