Ni los descubrimientos en las ciencias llamadas sublimes, ni las acciones de los grande hroes han in- fluido tanto en la humana felicidad, como las cosas te- nidas por pequeileces y que solo lo fcil de gozarlas b de ejecutarlas ha podido habituar y llegar hasta ol- vidar su verdadero mrito y valor. La prvida natura- leza ha querido siempre prodigar al secso dbil todo lo mas esencial de los verdaderos placeres, y dispensar d las manos mas dbiles la distribution de los goces de la ventura domstica. Quin habr que desconozca en el universe la influencia de vuestras areas, laboriosidad y economa en la felicidad donmsticn? Asi p)ues dulces Cu(tnto apreciables jvenes Cuba'a.e', vosotras os jiresento un manantial de riquezaus econmicas en este Manual necesa'io, en N se desembuclve y esplica con toda dctencion cuanto es necesario en la vida para fa-