LA ALEGORIA DEL MITO COMO NARRATIVE DE LA NACION EN MEMORL4S DE BERNARDO VEGA 47 "...here we stumble up against the first major problem of this text: we do not have the original" (83). Las contestaciones a estas preguntas podrian constituir meramente otra dimension de la ficci6n, puesto que el problema que nos plantea la obra de Bernardo Vega compete a la ambivalencia que se asienta sobre la voz narra- dora o del hablante. Esto es debido a que, muy a pesar de poseer un carac- ter autobiografico, quien elabora el discurso en el texto, definitivamente, no es asunto netamente de un autor-hablante. Esto se evidencia en la manera que el punto de vista se traslada de una aludida tercera persona singular (no sabemos si homodieg6tica o heterodiegetica) del manuscrito original a la primera persona singular (voz intradieg6tica que se desplaza abruptamente a extradieg6tica). En dicha transici6n, y dada las confesiones de Andreu Igle- sias, es dificil separar a Bernardo Vega del hablante y, mas dificilmente, al hablante lirico del autor. Pero sobre todo, el reto es discernir entire la voz de Andreu Iglesias, la de Bernardo Vega, y hasta la de Jos6 Luis GonzAlez, quien asumiera, como indicado anteriormente, la culminaci6n del libro. Nos dice el mismo Andreu Iglesias al final de su citada "Introducci6n" que este libro "no se trata del simple relato de la vida de Bernardo Vega" y que en cambio, el mismo intent ser "una verdadera contribuci6n a la historic de la comunidad puertorriquefia en Nueva York" (15). En otras palabras, la vida de Bernardo Vega, el actante principal, no es lo que importa; no es un asunto de subjetividad, pese a estar formulado por un narrador personaje (que a veces se distancia lo suficiente como para convertirse en narrador externo), sino que se trata de los elements causales externos a la vida de Vega, los que en realidad matizan la focalizaci6n internal de la narrative. El enfasis estA en la objetividad. El problema entonces se recoge en el sintagma adjetival que es parte del titulo: las memoriess" son "de Bernardo Vega." La pretension de Andreu, entonces, debi6 ser la de equiparar la figure de Vega a la del personaje mitico: un Yo que se desplaza, con universalidad modernista, en un todo. Bernardo Vega es convertido en representaci6n general al ser desposeido de su particularidad. Esto, a su vez, funciona como caracterizaci6n metonimica de la ideologia socialist a la que se suscribian tanto Bernardo Vega como Andreu. Asi, Bernardo Vega se nos va diluyendo a trav6s de todo el texto. Los primeros tres capitulos se destacan por la agilidad narrative y por la presencia de un narrador en contact con su rea- lidad inmediata. Sin embargo, ya en el capitulo IV comenzamos a percibir indicios de desgaste en la caracterizaci6n y para el capitulo VI, la historic de Bernardo Vega se pierde en recuentos infundidos por la cr6nica hist6rica. Incluso, el capitulo V, donde trata, como dicta el titulo, de "una experiencia amorosa," nos parece hasta fuera de lugar. La segunda, tercera y cuarta par- tes completes se caracterizarAn por su tono expositor entrelazado con algu- nos pasajes descriptivos. Media muy poco el sentido lirico vivencial del re- lato por favorecer la exposici6n de recolecciones, datos y hechos de carac- ter general que no necesariamente tienen un efecto particular en el narra-