ELIDIO LA TORRE LAGARES El editor, de paso, admite en la "Introducci6n" que, al decidir editar final- mente las Memorias: He utilizado mi juicio exclusivamente... he dejado fuera los personajes que en la 'Advertencia a los lectores' 61 mismo [Vega] admite que son 'imaginarios'...Pero vaya como confesi6n adicional: no elimin6 lo novelesco por complete. (13) Procede Andreu a declarar que el manuscrito fue trabajado con el mayor rigor editorial, aunque conserve en todo lo possible el estilo original del au- tor. No obstante, vemos, en el product final, mAs de cr6nica hist6rica que de memorial autobiografica. Encontramos cambios de perspective del na- rrador hablante y de la focalizaci6n. Evidenciamos, incluso, giros abruptos en el desarrollo de la narrative donde se atraen y se repelen los diversos discursos que atraviesan la narrative. A base de las admisiones del editor, el narrador es desposeido de su confiabilidad, puesto que al eliminar perso- najes, la ilaci6n de los arguments originales se afecta, y esto incurre, por necesidad, en la alteraci6n o modificaci6n de la historic. Los personajes, ficticios o reales, son los agents que determinan la trama. Las Memorias de Bernardo Vega, por tanto, pese a los recuentos hist6ricos factuales que dan marco referencial a la obra, no pueden ser consideradas como documents fidedignos de una experiencia de vida especifica como memorial autobiogrAfica. La pregunta es entonces, Zes novela? ZCr6nica? ZMito? A nuestro juicio, las Memorias de Bernardo Vega son las tres, sobrepues- tas en el hecho de que Bernardo Vega ha pasado a ser un personaje hist6ri- co, que la obra parte de su recolecci6n inicial de su vida y que su figure se convierte en arquetipo de la lucha de los trabajadores, mas especificamente, de los tabaqueros puertorriquefios. Su necesidad hist6rica para la ordena- ci6n de una conciencia national nos conduce a inferir que las Memorias de Bernardo Vega se incorporan como mito en la formaci6n de una cultural y sentido de colectividad que busca darle coherencia ideol6gica, imaginaria y textual a la experiencia de la dispersi6n y la fragmentaci6n de la comunidad puertorriquefia en Nueva York. Es precise, en este moment, considerar a fondo las implicaciones te6ricas del poscolonialismo de Homi K. Bhabha y Edward Said. La teoria y critical poscolonial asume y enfatiza las tensions entire la metropolis y las (anti- guas) colonies, entire lo que en la infraestructura de ideologia colonial se constitula como el centro de poder imperial y sus satelites coloniales.3 Concu- rre, asi, cierto grado de enfrentamiento a los efectos de los desplazamientos culturales y sus consecuencias en las formaciones identatarias del indivi- duo y/o la comunidad. El 6nfasis primordial, como en la teoria deconstruccionista, yace en los resquebrajamientos de la mencionada ten- si6n, c6mo de la interpolaci6n de fuerzas opuestas surgeon variantes sinte- tizadas, muchas veces de caracter ambivalente, que se levantan como