ANTOLOGAR ES UN ARTE CANONICO 23 clase obrera y su identidad. Sin embargo, como han sefialado various estu- diosos, la clase obrera entra cuando 6sta ha sido neutralizada. Por otro lado, las implicaciones de la introducci6n de este tercer paradig- ma me obligan a retomar el planteamiento sobre el caracter can6nico de ciertos textos, y sobretodo, de ciertas prActicas. Habria que plantearse, como lo hace Guillory en su libro Cultural Capital, si no seria mejor dilucidar el problema del canon a partir de una historic de la escritura, y no de la litera- tura, para poder comprender por qu6 ciertos escritores se inscriben como can6nicos en periods hist6ricos especificos: A history of writing would by contrast have to pose first the question of what genres of writing count as '"literature" in a given historical context, a question that logically precedes the question of what criteria of value may affirm or deny the canonicity of particular writers. (63-64) La cita de Guillory me sittia en una encrucijada. Si bien la reorganizaci6n del corpus literario que propone Flores/Campos proviene de una reorgani- zaci6n de las prActicas discursivas que van a ser consideradas como litera- rias, y que, a su vez, permiten una reorganizaci6n del valor que se le otorga a ciertos textos, no deja de menoscabar la intenci6n de los estudiosos, como miembros fundadores, de establecer un "corpus nuevo" que este a tono con los nuevos programs de studios y que respond a la l6gica de su inclusion. De este modo, es important destacar que el ensayo de Flores/Campos pro- pone una "antologia alterna." A pesar de que no conforma una antologia en su sentido clAsico o etimol6gico, la selecci6n de textos discutidos, como son los de Rojas, Conde, Jesfis Col6n, y Bernardo Vega va elaborando un possible corpus literario organizado a partir del "nuevo paradigma de clase." Asimismo sugiere nuevas rutas en la busqueda ("unearthed") de textos que vayan conformando otro corpus, otros enlacess" como el de Jesus Col6n, que manifiesten las relaciones entire la tradici6n radical generada por los sectors trabajadores y la nueva "modalidad Nuyorrican" en los Estados Unidos. Es evidence que este pedido sugiere un trabajo de arclivo, casi arqueol6- gico, regido por los nuevos estatutos literarios. Presupone la documenta- ci6n de aquellos textos que "reflejen" la "experiencia puertorriqueila" a la luz de las nuevas formaciones. En este sentido se entiende la intervenci6n de Flores como traductor de las Memorias de Bernardo Vega en el 1982 y la escritura de la introducci6n de la nueva edici6n de A Puerto Rican in New York and Other Sketches de JesOs Col6n tambien en 1982.28 Pero el alcance y arraigo del "paradigma de clase" se puede constatar, mas allA del trabajo de Flores, en una segunda publicaci6n de los textos de Jesuis Col6n de 1993, The Way it Was and Other Writings, por Edna Acosta Bel6n y Virginia SAnchez Korrol.29 Asi mismo, podria evidenciarse en el de Lisa SAnchez GonzAlez Bori- cua Literature, A Literary History of the Puerto Rican Diaspora de 2001.30 Sin embargo, no ha logrado desenterrar otros enlacess" dado que la exhumaci6n