164 correcci6n political. Alli rescatAbamos la nostalgia del calor de dos islas en el frio de una ciudad de acero y un cielo gris en el vuelo de aquellas dos alas. Diane Accarla and Rodolfo Popelnik University of Puerto Rico, College of Humanities and School of Communication Antonio Benitez Rojo es, y hablamos en present, una presencia permanent en nuestra vida. La inmortalidad reside en la memorial y en el recuerdo de esos moments que definen a la persona que conocimos. Con Antonio, cada moment compartido fue intense e inolvidable. Con un gran sentido del humor, extremadamente carifioso y sin gota de ese ego falso tan comun entire academicos de renombre, Antonio hablaba igualmente de teoria como de brujeria. De hecho, pocos saben que pensaba que tenia un dedo magico capaz de curar verrugas con tan solo desearlo. Amante del buen comer y del buen beber, las frituras de calabaza y el dulce de naranja en hoja eran dos de sus manjares adorados, que nos asegurAbamos de tenerle cuando visitaba la Isla desde Amherst. Su generosidad intellectual, su critical ponderada y su compromise con el saber son fuente continue de inspiraci6n. Antonio fue mentor, colega y amigo de muchos. No se puede leer una tesis doctoral o cualquier acercamiento al Caribe sin toparse con multiples referencias a su obra. La ultima vez que lo vimos fue precisamente cuando vino a Puerto Rico en mayo de 2004 a presentar nuestro libro Prospero's Isles. Sin su inspiraci6n, Animo y contribuci6n, nuestra obra quizAs no hubiera visto la luz. Aquella noche, alegre de verlos a M y a su querida Hilda, y felices por la ocasi6n, de moment la preocupaci6n nos sobrecogi6 al ver aquel catarro abismal que le aquejaba y que s6lo el norte puede dar. A pesar de sentirse tan mal, erguido y sonriente present el libro "contra viento y marea" con su acostumbrada lucidez y generosidad extrema. Asi fue-desprendido a mAs no dar, con una alegria vital envidiable y un optimism contagioso-asi lo recordaremos siempre. Joan McMurray University of Puerto Rico, College of Humanities Antonio's written works will continue to influence us and generations to come. Students, researchers, scholars, and average readers will consult books like La isla que se repite for how history, geography, and individuals are responsible for what we tentatively describe as "Caribbean" culture. And his imaginative accounts of what might have happened was inspired by the culture he studied and understood so well. He could intuitively explain what was correct or logical-that a woman on one island could be identified by her walk, or how creole music changed for the better under the influence of big American band, or why one island's carnival is both similar and different from the others. We are grateful for what he gave us and sorry that he left so soon.