CONTANDO CONTIGO 139 bion una imagen visual al mirarlo (eso es pldstica). El rapero es su cuerpo y en su verbo refleja las cosas corporales coti- dianas (caminar, beber, subir escaleras, asomarse, incluso su sexo como identificaci6n, como tambidn lo demandan much los bailes africanos). Yo escribo de lo cotidiano: del vecino, de los muebles, de una casa cerra- da, de problems de sexo, de gente como t1 o como yo. Mi voz es una voz femenina fuerte, que ensefa sus problems, su mundo, su identifica- ci6n y no s6lo como en Madang Bobary, como en Las Honradas o Las Impuras (que las tres abordan problems femeninos pero desde la mano de un escritor hombre, desde una perspective masculina desdobla- da). Mi voz femenina habla de los problems comunes sin sexos, proble- mas que le pueden ocurrir lo mismo a un hombre que a una mujer. Para decirte, mirame. Tengo tambidn tus problems, no soy ni mayor ni me- nor, soy igual a ti. Estamos los dos en el mismo barco. Si te hundes me hundird, si me hundo te hundirds. Soy el rapero cuando canta los proble- mas de su barrio y no me importa que sexo Ileve su tono. Me importa que su enemigo sea el mio: el aislamiento al que estamos confinados dfa a dia nosotros los series humans. Hablamos del disc jockey (DJ) que es un improvisador, un poeta pro- fesional. El mezcla los distintos tipos de ruidos, sonoridades, canciones; yuxtapone, repite, intervene, obtiene un ritmo y una melodia seducien- do al phblico para hacerlo bailar. Yo mezclo nfmeros, pintores pldsti- cos, supersticiones populares, magia, poesia y narrative, palabras cienti- ficas de la medicine, simbologia en clave Morse: ...-... (s o s) (cuento Ginsek), para que me den otro mundo y hacertelo career. El DJ es la reiteraci6n, el tiempo que deja de ser progresivo y lineal para convertirse en tiempo de la repetici6n de la circularidad (como son el toque afro del tambor y como es en el verbo del rapero los coros que repiten con notable recurrencia a un fragmento, a un detalle de la reali- dad. Tanto en el verbo como en el sonido ruido [DJ]) se vuelve constan- te, multidimensionando y trascendiendo su significado ordinario. Tal vez la naturaleza reiterativa de algunas cosas estd dada ya en la reali- dad, pero su aislamiento al repetirlo lo modifica notablemente. Yo repito o vuelvo el cuento circular para tridimensionarlo; cada repetici6n es otra dimension. En Abiku: "Lo mate ni me dejaba pensar", o en Vanidad: "los hombres me miran, las mujeres me miran (envidia)..." o en Ginsek: "radio reloj da la hora..." o en Callej6n Adrenalina que la historic se hace circular para hacerte sentir la monotonfa, el encierro, o en A los Escondidos que el tiempo silencioso es circular en todo su minuto. Y eso le hace al lector recordary sacar la palabra de su significado rutina- rio para hacerlo nuevo y diferente porque le estoy dando informaci6n y