SARGASSO ESCLAVO HAITIANO A Lydia Milagros Gonzalez A la orilla del batey y en el centro de la cafa, el haitiano es un esclavo que en sangre y fuego se baia. Cuando arde el surco verde y el sudor rompe la espiga por el filo del machete sube el sol de la fatiga. Por la zanja baja el viento arrastrando barro y duelo. El haitiano por consuelo solo tiene su lament. Se dobla sobre su espina como guajana agotada y le inunda la mirada como una oscura neblina. Suefa el humilde bohio donde su esposa padece perdido en el extravlo de todo lo que perece. Y sus hijos celestiales que tienen la vida herida, con la barriga extendida por gusanos terrenales. Lo persigue, lo persigue el cafaveral profundo, y el blanco--dueno del mundo-- por todas parties lo sigue. Es el negro libre y bravo que sabe talar cadenas, que no naci6 para penas en academia de esclavo.