PAGE 1 DICIEMBRE 2009EDICI”N ESPECIAL GNERO. El largo camino despus de PeknLa revista de las relaciones y cooperaciones entre frica-Caribe-Pacfico y la Unin Europea PAGE 2 Comit Editorial Co-presidentes Sir John Kaputin, Secretario General del Secretariado ACP www.acp.int Stefano Manservisi, Director General de la DG Desarrollo Comisin Europea ec.europa.eu/development/ Equipo editorial Director y redactor jefe Hegel Goutier Periodistas Marie-Martine Buckens (Redactor jefe adjunto) Debra Percival Asistente editorial (Produccin y Investigacin iconogrfica) Joshua Massarenti Han participado en este nmero Victoria Burbridge, Maude Dikobe, Sandra Federici, Souleymane Saddi Mazou, Anne-Marie Mouradian, Nikolaj Nielsen y Okechukwu Romano Umelo Gerente del contrato Gerda Van Biervliet Relaciones pblicas y Coordinacin artstica Coordinacin artstica, concepcin grfica Gregorie Desmons Relaciones pblicas Andrea Marchesini Reggiani (Responsable de las relaciones pblicas y de la red de ONG y expertos) Distribucin Viva Xpress Logistics (www.vxlnet.be) Portada El busto, Claude Cauquil. Foto: Hegel Goutier /Adaptacin grca: Gregorie Desmons Contraportada “Los mecanismos establecidos en frica para el logro de la igualdad de gnero necesitan urgentemente su consolidacin”. REA/Reporters Contacto El Correo 45, Rue de Trves 1040 Bruselas Blgica (UE) info@acp-eucourier.info www.acp-eucourier.info Tel : +32 2 2345061 Fax : +32 2 2801406 Revista publicada cada dos meses en espaol, ingls, francs y portugusPara toda informacin sobre la suscripcin consulte nuestra pgina web www.acp-eucourier.info o contctenos en esta direccin info@acp-eucourier.info Editor responsable Hegel Goutier Consorcio Gopa-Cartermill Grand Angle Lai-momo Las opiniones expresadas pertenecen a los autores y no reejan la posicin ocial del Secretariado ACP o de la Comisin Europea. El consorcio y el equipo editorial declinan toda responsabilidad por los artculos escritos por sus colaboradores externos. El Espace Senghor es un centro fomenta la promocin de artistas procedentes de los pases de intercambio cultural entre comunidades, a travs de programas variados que van de las artes escnicas, la msica o el cine, a la celebracin de conferencias. Es un lugar de reunin de belgas, de inmigrantes de distintos orgenes y de funcionarios europeos. Espace Senghor Centre culturel d’Etterbeek Bruselas, Blgica espace.senghor@chello.be www.senghor.be Socios privilegiados www.acp-eucourier.infoVisite nuestra pgina web! All encontrar los artculos, la revista en pdf y otras informaciones C rreo El PAGE 3 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 1 Este nmero especial de El Correo dedicado a los “Gneros” no contiene ningn artculo en cuyo ttulo se incluya el sustantivo “hombre”. No obstante, el hombre, el varn, es el “tema” principal. Cuando hablamos del robo en un nido de injusticias denunciado en Pekn en 1995 durante la Conferencia Mundial de la Mujer de la ONU y que todava prosigue, l est all. Cuando hacemos hincapi en los avances logrados en las legislaciones nacionales e internacionales en materia de educacin y de rechazo a la misoginia y a las injusticias contra la mujer, all est tambin el hombre. Las leyes a favor de la igualdad de derechos entre los gneros no habran sido adoptadas en los parlamentos del mundo sin el apoyo de los hombres en los cuales son mayora. Mujeres y hombres, tanto si stos son partidarios de la igualdad de derechos entre los sexos como si son machistas, se hayan enzarzados en una dialctica permanente. Cuando el uno est a la luz, el otro est a la sombra, y las luces slo se perciben porque hay sombras. Cuando hablamos de una injusticia contra la mujer, de la violacin para la obtencin prioritaria de puestos polticos importantes, tambin hablamos de sus autores. Autor o tema, el que “ha cometido la accin”. Cuando las mujeres conquistan algunos privilegios, como los altos cargos en la comunidad negra americana o las estudiantes que acumulan ms xitos en la universidad en Jamaica, observamos a la vez el surgimiento de todo tipo de complejos en sus congneres masculinos, que se manifiestan a travs de reacciones machistas, suicidas o de desprecio de si mismos. En la pelcula del director Denis Arcand “Las invasiones brbaras”, cuya accin transcurre en Qubec, se ilustra bien el hecho de que ese desconcierto de los hombres no se circunscribe a un tipo especfico de sociedad. Por consiguiente, el hombre est presente cuando se trata de la mujer. Elisabeth Badinter, en X Y. Sobre la identidad masculina subraya que el hombre proclama continuamente a lo largo de su vida que no es el nio de su mam, que no es una chica o que no es maricn. Badinter concluye afirmando que “ser un hombre se dice ms fcilmente de forma imperativa que indicativa implica una labor, un esfuerzo que no parece exigirse a la mujer como si la feminidad fuera natural y la masculinidad debiera adquirirse y pagarse un precio elevado por ella”*. Badinter hace suyas las palabras de Pierre Bourdieu**: “Para alabar a un hombre, basta con decirle que es un hombre”, antes de concluir que “contrariamente a la creencia patriarcal, no son los hombres los primeros referentes de la humanidad, sino las mujeres. Es en relacin con ellas y contra ellas como se definen Hasta ahora”. Hasta ahora. Porque los hombres estn cambiando y se est gestando una nueva identidad masculina que busca las similitudes con las mujeres en lugar de las diferencias y las oposiciones. No deberamos olvidar nunca la violencia y el poder de las mujeres consideradas como eternas “vctimas de la opresin masculina, del otro, los verdugos todopoderosos”*** en una humanidad supuestamente dividida en dos. No luchar contra la misoginia en nombre de la misandria. Es una manera de hablar de los hombres. Hegel Goutier Redactor jefe* “El uno es el otro”, Ediciones Odile Jacob, ao 1986, pg. 249. ** “La dominacin masculina”, Actas de Investigacin en Ciencias Sociales, nm. 84, septiembre de 1990, pg. 21. *** “Por mal camino”, ao 2003, Ediciones Odile Jacob, pg. 113. Gneros Cmo hablar de los hombres? Editorial E PAGE 4 > Cien flores desde Pekn En Pekn ya se han observado muchos pro gresos en mbitos como la incorporacin de las mujeres al campo de la poltica. En la tribuna de oradores se alzaron smbolos como Benazir Bhutto que hizo una lectura del Corn aunando la defensa de los valores del Islam con el rechazo de los integrismos, y la senadora Hilary Rodham Clinton con sus filpicas contra la delegacin de los conserva dores del Senado de su propio pas. Al final, la declaracin fue positiva, inscribiendo en el corpus jurdico internacional principios a los cuales deban responder los Estados. Entre ellos, los derechos de la mujer a decidir libre mente su sexualidad o la clasificacin de la violacin como crimen, o incluso en casos de conflicto armado, como un acto de genocidio del cual los propios beligerantes victoriosos podran tener que responder un da. Otra obligacin es la de favorecer un acceso ms fcil al crdito para las mujeres. Los representantes de 184 Estados haban firmado el documento final, aunque una cincuentena de ellos lo hiciera inscribiendo algunas reservas. El Correo , presente por entonces en Pkin*, se haba preguntado si los compromisos asumidos podan quedar difuminados en esas reservas. > Importantes progresos, a pesar de todoEn los mbitos de la poltica, la economa o la educacin, los progresos son innegables a partir de Pekn. Basta con recordar estos ejemplos. La alfabetizacin ha progresado mucho en todo el mundo. En tres pases en desarrollo – Jamaica, Nicaragua y Uruguay – el grado de alfabetizacin de las mujeres es incluso ms elevado que el de los hom bres. En otros cuatro, incluida Cuba, los ndices se encuentran en perfecta igualdad. Las mujeres ocupan el 58% de los puestos ejecutivos en Filipinas. Tanzania ocupa el segundo lugar con 49%, seguida de otro pas del Grupo ACP, Barbados, con 43%, mientras que Estados Unidos ocupa la 4 posicin**. En el sector laboral el ndice de mujeres acti vas aument sin cesar desde 1989 y slo ha disminuido en Europa Oriental y Central, en Oriente Medio y frica Septentrional, donde sigue siendo inferior a la media mun dial del 40%***.> Vuelo sobre un nido de injusticiasLos progresos van a veces acompaados de retrocesos. Es el caso del aumento paralelo Hegel GoutierProgreso o retroceso. Difcil de sopesar Igualdad de gneroEs difcil percibir una tendencia clara en los estudios elaborados por instituciones y expertos sobre la evolucin de la situacin de la mujer desde la Conferencia de la Mujer de la ONU celebrada en Pekn en 1995. A nivel pblico, en los mbitos legislativo y laboral, los derechos de la mujer progresaron casi en todas las partes del mundo. Lo mismo puede decirse en el mbito de la educacin o de la representatividad poltica. A nivel privado, la injusticia en su forma ms brutal, la violencia fsica, persiste e incluso ha crecido. Por otra parte, se plantea el problema de la fiabilidad de los ndices de evaluacin de la iniquidad contra la mujer. Cartel de la campaa electoral del anterior lder de la oposicin de paquistan, asesinado el 27 de diciembre de 2007, dos semanas antes de las elecciones generales paquistanes programadas en 2008. Reporters/AP D esde Pekn hasta hoy2 PAGE 5 3 estos ltimos aos del ndice de empleo remunerado y de la tasa de desempleo femenino. En educacin, dos tercios del analfabetismo siguen correspondiendo a las mujeres. Esto se explica por los progresos acaecidos tambin entre los hombres. Slo hay cinco pases donde hay igual representacin de hombres y mujeres en el Gobierno: Espaa, Islandia, Suecia, Austria y Dinamarca. Quince pases disfrutan de paridad en el Parlamento, incluido el pri mero de la clase a escala mundial, Ruanda, y tambin Sudfrica. Tres pases ACP tie nen una cuota de parlamentarias del 30%: Botsuana, Tanzania y Eritrea. En el mbito privado, las mujeres casi pasan dos veces ms de tiempo dedicadas a las tareas domsticas que los hombres. A pesar de que las normas nacionales e internacio nales tipifican las discriminaciones y violen cias contra la mujer como delitos sometidos a las penas establecidas, los culpables de estas violaciones siguen escapando a menu do a la justicia. La esclavitud sexual por ejemplo est en claro aumento, incluso en pases de Europa. La ineficacia de la justicia en algunos casos parece criminal. Una mujer de cada cuatro es vctima de violencia familiar grave****. Las violaciones por hombres armados son innumerables, lo que constituye una calami dad en lugares como el Congo o en Darfur. En un pas como Mxico, por ejemplo, que dispone de medios policiales y jurdicos, se levantan 305 cuerpos de mujeres violadas y asesinadas sin llegar a la detencin del culpable*****.> Donde se inclina la balanza? Los ndices que permiten medir la iniquidad por razones de gnero carecen de precisio nes y las instituciones que los utilizan los consideran como el nico recurso disponi ble. Es el caso de los ms conocidos, el ndi ce relativo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el ndice sexo-especfico de desarrollo humano (ISDH) o el de la participacin de las mujeres (IPM) de las Naciones Unidas. Cada vez se estn reali zando ms trabajos para elaborar ndices que reflejen con ms precisin la diferencia de trato por razn de sexo y que miden con exactitud los cambios. Un estudio publi cado por el PNUD en 2007, “Gneros e Indicadores Panorama” considera que conviene comenzar por “medir la dificultad de medir” la diferencia de trato por razn de sexo o la emancipacin de las mujeres, por ejemplo, que son realidades poco propicias a la medicin. As, un estudio de la pobreza de las mujeres debera integrar “la pobreza de tiempo” para cuantificar el trabajo no remunerado de las mujeres. Por otra parte, las indicaciones propor cionadas por los Estados no son siempre fiables. Y luego hay situaciones donde las condiciones del hombre (del varn) se han deteriorado por comportamientos de riesgo o por la negligencia en los estudios. Una disminucin del ndice de varones en las universidades como en el caso de Jamaica y en otros pases implica por efecto mecnico el progreso del ndice sexo-especfico de las mujeres. Pero qu ventaja acarrea esto para ellas? * El Correo , nmero 154, noviembre-diciembre de 1995. ** PNUD, Informe de 2006. *** Informe de 2006 de la Comisin de la Condicin de la Mujer sobre la promocin econ mica de la mujer Naciones Unidas. **** Segn el PNUD, Informe de 2007. ***** Movimiento francs para la planificacin familiar. Palabras clave Mujeres; ONU-Conferencia de Pekn sobre la Mujer; Benazir Bhutto; Hillary Rodham Clinton; Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM); ndice sexo-especfico de desarrollo humano (ISDH); ndice de la participacin de las mujeres (IPM) de las Naciones Unidas. Refugio para mujeres vctimas de abusos sexuales en Goma, RDC, 2009. UN/Marie Frechon EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 Desde Pekn hasta hoy PAGE 6 Elaborado por la Direccin General de Desarrollo de la CE, en colabo racin con la Direccin General de Relaciones Exteriores y con la ayuda de los Estados miembro de la UE, el plan de accin pretender trasladar mejor la actual poltica a la prctica, explica Victoria Correa. La poltica de igualdad de gnero de la CE para los pases en desarrollo est ya deter minada en la Comunicacin de la Comisin sobre igualdad de gnero y capacitacin de la mujer en la cooperacin para el desarrollo, pero Victoria Correa afirma que el nuevo plan de accin establece los pasos concretos a dar para que la Comisin Europea y los Estados miembro de la UE cumplan conjuntamente sus compromisos en materia de igualdad de gnero y tengan ms efectos en la prctica. Todava pendiente de aprobacin en el momento de editar el presente nmero de “El Correo”, el “plan de accin” propondr un enfoque triple que implique ms dilogo poltico y normativo con los socios de los pases en desarrollo sobre las cuestiones de gnero, la integracin del gnero en todas las reas polticas (lo cual significa asegurarse de que se integra una perspectiva de gnero en todas las polticas sectoriales, los programas las estrategias y las intervenciones, desde la construccin de carreteras hasta el desarrollo rural por ejemplo), as como acciones especfi cas para hacer frente a situaciones que requie ren un apoyo concreto. El plan de accin se basa en los actuales recursos, instrumentos y mecanismos de la UE y la CE y llevar a la prctica diversas actividades e indicadores de resultados durante el perodo 2010-2015. Entre 2000-2007, se adopt el planteamien to de integracin general en los proyectos, a diferencia de los proyectos especficos de gnero, pero la Comunicacin de 2007 sobre igualdad de gnero y capacitacin tambin recomend acciones especficas como com plemento de la integracin general de la pers pectiva de gnero a fin de lograr resultados concretos y promover la capacitacin de las mujeres en los pases en desarrollo.> Comunicacin de 2007 La Comunicacin de 2007 de la CE hace referencia a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (vase artculo anterior) y va incluso ms all, destacando algunas de las reas fundamentales que no se tratan en los ODM y en particular en el ODM 3 (promover la igualdad de gnero y la capacitacin de las mujeres) y en el ODM 5 (mejorar la salud maternal). Por ejemplo, la Comunicacin hace hincapi en hacer frente a asuntos como la mutilacin genital femenina (vase art culo independiente), la violencia de gnero en todas sus manifestaciones y el trfico de mujeres. Daniela Rofi, responsable de cuestiones de gnero de la Oficina de Cooperacin de EuropeAid de la CE, explica que la Comisin presta asistencia para promover los programas de igualdad de gnero en los pases asociados por medio del Fondo Europeo de Desarrollo y de los Programas Temticos de la CE. El Fondo Europeo de Desarrollo (FED) ayuda Se esperaba la puesta en marcha de un “plan de accin” de la UE a comienzos de 2010 para situar de nuevo las cuestiones de gnero en el centro de la poltica de desarrollo de la UE, implicando ms coordinacin con los 27 Estados miembro de la Unin Europea, afirma Victoria Correa, encargada de cuestiones de gnero en la Direccin General de Desarrollo y Relaciones con los pases de frica, el Caribe y el Pacfico de la CE.Nuevo plan de accin sobre igualdad de gnero en la cooperacin para el desarrollo Debra Percival Mutilacin genital femenina Un proyecto de la CE de cuatro millones de euros cofinanciado por el Fondo de las Nacio nes Unidas para la Infancia (Unicef) se puso en marcha en diciembre de 2007 para erradicar las prcticas de mutilacin genital femenina. Debido a lo delicado de la cuestin, puesto que afecta a una prctica tradicional, el proyecto se basa en el desarrollo de un modelo de pacto social que ponga la cuestin sobre el tapete. Dentro de las comunidades, los lderes reli giosos hablan contra el mito de que las prc ticas estn ligadas a la religin. Se abordan las preocupaciones de los padres y los efectos dainos de la prctica. El abandono de prcti cas se convierte as en una decisin colectiva de la comunidad y no hay miedo de castigo y aislamiento de las personas. El proyecto se ha puesto en marcha en tres pases ACP: Sene gal, Sudn y Eritrea.Mujeres en Swazilandia, 2005. Reporters/AP Desde Pekn hasta hoy 4 PAGE 7 Palabras clave Gnero; Victoria Correa; Daniela Rofi; CEDAW; ODM; mutilacin genital femenina; Suazilandia; Etiopa. Incorporar la igualdad de gnero a las ayudas presupuestarias La “Asociacin CE/NU sobre igualdad de g nero para la paz y el desarrollo” tuvo su ori gen en la Conferencia 2005 de la CE con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM, segn sus siglas en in gls) donde se debati el cambio a las nuevas modalidades de ayuda, como la ayuda presu puestaria. El proyecto se centra en doce pa ses piloto: Camern, Repblica Democrtica del Congo (RDC), Etiopa, Ghana, Indonesia, Nepal, Papa Nueva Guinea, Kirguistn, Ucra nia, Honduras, Nicaragua y Surinam. Todos los resultados se pueden encontrar en la siguiente pgina web (www.gendermatters.eu). La Aso ciacin tambin ha permitido crear capacida des y conocimientos sobre cmo hacer que la ayuda tenga mejor en cuenta el factor de igualdad de gnero y favorezca la inclusin de mejores prcticas sobre igualdad de gnero en todos los programas de la CE. Para ms informacin vase: www.gendermatters.eu. Suazilandia – Fomento de los derechos de las mujeres Suazilandia ratific la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas de discrimina cin contra la mujer (CEDAW, segn sus siglas en ingls) en marzo de 2004. Un programa de 42 meses de duracin cofinanciado por la CE y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) orientado a permitir que las organizaciones gubernamentales y no guber namentales consoliden sus capacidades como agentes pblicos para emprender los cambios legislativos y polticos necesarios en virtud de la CEDAW. Est sensibilizando y proporcionando asistencia tcnica a los responsables polticos, a la sociedad civil y a las autoridades tradicio nales. Incluye una auditoria de la legislacin para la sensibilizacin respecto a la igualdad entre mujeres y hombres y el cumplimiento de la Convencin, ayuda a los redactores de la nueva legislacin a asegurar la conformidad con la Convencin y al desarrollo de un progra ma nacional de defensa del gnero. a los pases ACP en sus reformas estructu rales en los sectores de educacin, sanidad y justicia, de modo que sean accesibles a nios, nias, mujeres y hombres. El FED tambin es fundamental para crear las capacidades nacio nales necesarias para establecer e implantar polticas de gnero. A travs de los Programas Temticos, en especial “Invertir en las perso nas” 2007-2013, que contiene un presupuesto dedicado a “salud y derechos sexuales y repro ductivos” y a “igualdad de gnero y derechos de las mujeres”, la CE apoya a las organizacio nes de la sociedad civil que luchan por la igual dad de gnero y los derechos de las mujeres. La Comisin tambin colabora con las Naciones Unidas (vase ms adelante). She is a hero, lienzo pintado con pistola, Rini Hartman, 2008. Esta pintura forma parte del proyecto, “8 visiones de la esperanza”, dedicado a los ocho objetivos de desarrollo del milenio de la ONU. Pginas web: http://8visionsofhope.ning.com/ y http:// www.rinihartman.nl/ Etiopa: aprovechar el potencial de las mujeres En virtud del dcimo Fondo Europeo de Desa rrollo (FED) se espera dotar a Etiopa de 3,64 millones de euros dedicados a un proyecto de “Capacitacin de la mujer e igualdad de gnero a travs del desarrollo de capacidades institu cionales y del espritu emprendedor” que se pondr en marcha en la primavera de 2010. La desigualdad de gnero constituye una de las causas originarias de la pobreza. Para re ducir a la mitad la pobreza extrema antes de 2015, Etiopa debe sacar el mximo partido de sus hombres y mujeres. El programa apoyar el Plan de Accin nacional del gobierno eto pe para la igualdad de gnero desarrollando, por una parte, la capacidad institucional y, por la otra, facilitando a las mujeres las tcnicas empresariales necesarias para aumentar sus medios de subsistencia. Los grupos destinata rios seleccionados son los hombres y mujeres que trabajan en la Organizacin de Asuntos de la Mujer en los mdulos de desarrollo de las capacidades y las mujeres que trabajan en el sector informal, concretamente aquellas que saben leer y escribir y que viven en un entor no urbano, en el mdulo de capacitacin (este mdulo se pondr a prueba en determinadas zonas del pas).5 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 Desde Pekn hasta hoy PAGE 8 El progreso del planteamiento social respecto a la autonoma del gne ro femenino se desarrolla desde los aos 70 en Naciones Unidas con el Ao Internacional de la Mujer en 1975 y la Dcada Internacional de la Mujer (1976-85), dando lugar a la formacin de una profusin de ministerios de la mujer y a la adopcin de polticas de “mujeres en desarrollo” por los gobiernos y por organismos no gubernamen tales, aunque tales proyectos tuvieran xito limitado por no incluir cuestiones sobre pro piedad de la tierra y acceso a los mercados, al crdito y a la informacin. A mediados de los aos setenta se produjo un movimiento hacia un planteamiento ms estratgico de autonoma de las mujeres, acompaado de un cambio legislativo. Los 30 artculos del Convenio para la elimi nacin de todas las formas de discrimina cin contra la mujer (CEDAW, segn sus siglas en ingls), adoptado por la Asamblea General de la ONU en 1979, se bas en los principios de igualdad, no discriminacin y obligacin a cargo de los Estados. Las obligaciones de CEDAW son vinculantes, aunque se permitan reservas (es decir, el incumplimiento) de artculos individuales. Hay actualmente ciento ochenta y cinco Estados signatarios del Convenio. El plan de actuacin de Pekn, adoptado des pus de la cuarta conferencia de Naciones Unidas sobre la mujer en 1995, confirm el paso de proyectos bajo el lema del desarrollo de la mujer al de integracin de las polticas de autonoma de gnero. Destac las des igualdades que requeran la accin de todas las ramas de los gobiernos que firmaron el plan, desde cuestiones de acceso desigual al cuidado mdico y servicios conexos a los efec tos de los conflictos armados en las mujeres. > “Mejores prcticas” Pero como Presidente de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf dijo en las jornadas euro peas del desarrollo en Estocolmo, que los planes nacionales post-Pekn “han cado por debajo de las expectativas”. En Estocolmo, inst al uso de las “mejores prcticas”. Inform a los participantes en la conferencia que haba situado a mujeres en posiciones ministeriales estratgicas, como justicia, finanzas (cotos tradicionales masculinos) Aplicar las buenas intenciones Un conjunto de leyes internacionales reconoce la igualdad de gnero como derecho fundamen tal y de importancia en la lucha contra la pobreza, aunque la aplicacin prctica a menudo no haya satisfecho los objetivos, en particular los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM 5) sobre mejora de la salud materna. El progreso depende a menudo de los individuos que toman las riendas, como en el caso del Ministro de Suecia para la cooperacin al desarrollo internacional, Gunilla Carlsson, que ha incluido la participacin de las mujeres en las nego ciaciones de paz y de seguridad en la agenda de la presidencia sueca de la UE. El Presidente de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, tambin dio ejemplo con la organizacin de una conferencia internacional sobre liderazgo de las mujeres, celebrada en Monrovia en marzo de 2009. E6 U E PAGE 9 y puso a las muchachas en el centro de su estrategia, incluida una ley dura para el deli to de violacin a fin de erradicar la violencia contra las mujeres, muy extendida cuando accedi a la jefatura del Estado, tras el con flicto armado en 2006. Los progresos se hacen esperar en el logro de algunos objetivos de desarrollo del mile nio (ODM) especficos de Naciones Unidas adoptados por los gobiernos al final del siglo relativos a las mujeres, destaca el propio informe 2009 de Naciones Unidas sobre objetivos del milenio, en particular el ODM 5 sobre mejora de la salud materna. El nmero de muertes maternas por 100.000 nacimientos apenas ha disminuido en el frica subsahariana, habiendo disminuido de 920 en 1990 a 900 en 2005, y la mitad de todas las muertes maternas (265.000) se producen anualmente en el frica subsa hariana, reza el informe. Los progresos en cuanto al ODM 3 tambin se estn esperan do, – promover la igualdad entre los gneros y la autonoma de las mujeres – que pretende eliminar la disparidad entre los gneros en la enseanza primaria y secundaria, y en todos los niveles de educacin antes de 2015. “En el conjunto de las regiones en desarrollo, 95 chicas se inscribieron en la escuela primaria por cada 100 chicos en 2007, comparado con 91 chicas en 1999. Sin embargo, no se ha logrado el objetivo de eliminar las dispa ridades de gnero en primaria y secundaria antes de 2005. Lograr que la oportunidad no se pierda de nuevo en 2015 requerir urgencia y compromiso renovados”, seala el informe. El mismo informe ofrece cifras ms atrac tivas respecto a la proporcin de escaos ocupados por mujeres en las cmaras nicas o bajas de los parlamentos nacionales en el frica subsahariana, que alcanza el 18%, comparada con el 9% en 2000, y en Amrica Latina y el Caribe, el 22%, el promedio regional ms alto registrado. El “frica sub sahariana contina dando grandes pasos, con Ruanda en cabeza: hizo historia en septiembre de 2008 cuando su cmara baja eligi a una mayora (el 56%) de miembros femeninos, segn indica el informe. Pero nueve cmaras -principalmente en las islas del Pacfico y los Estados rabes del golfono cuentan con ningn miembro femenino en sus parlamentos. El informe tambin seala que la crisis financiera global en 2008 ha creado nuevos obstculos al empleo de las mujeres. D.P. os 11 representantes especiales de la UE (asuntos exteriores) son hom bres, menos de 10% de los nego ciadores internacionales para la paz son mujeres y de 300 acuerdos de paz, slo 10 mencionan la violencia sexual. Las estadsticas fueron dadas por Margarita Wallstrm, Comisaria europea sueca de Relaciones Institucionales y Estrategia de la Comunicacin durante las jornadas euro peas del desarrollo celebradas en Estocolmo, Suecia, los das 22-24 de octubre. El gobierno sueco llama la atencin sobre el hecho de que los gobiernos estn muy rezaga dos en la aplicacin de la resolucin 1325 de Naciones Unidas, adoptada en 2000, que se ocupa del impacto de la guerra en las mujeres y prev la contribucin central de stas en la reso lucin de conflictos y el logro de una paz soste nible. Suecia tiene su propio plan de actuacin y quisiera que otros pases de la UE siguieran la estela (solamente 8 de los 27 Estados miembro tienen planes similares actualmente). El propio informe europeo sobre desarrollo de la UE titulado “Superar la fragilidad en frica” destaca el caso del uso generalizado de la violacin como arma de guerra en la Republica Democrtica del Congo. Entre 1998 y 2003, 51.000 casos de violacin fue ron sealados en las provincias del Sur de Kivu y de Kalemie. La presidencia sueca actual de la UE preten de la participacin de un mayor porcentaje de mujeres en las operaciones de fomento de la paz y seguridad internacionales y para el refuerzo de la proteccin de las mujeres y de las muchachas en las situaciones de conflicto, as como para asegurarse de que las mujeres participen plenamente y en un plano de igualdad con los hombres en todos los nive les en los mecanismos e instituciones para la prevencin de conflictos. Todos los represen tantes de la UE deben tener conocimiento de la resolucin 1325, afirma Gunilla Carlsson. Las visitas a zonas en conflicto deben incluir reuniones con las organizaciones naciona les y locales de mujeres. El gobierno sueco sugiere que los fondos de cooperacin para el desarrollo se utilicen para consolidar la participacin de las mujeres en las situacio nes post blicas y que las mujeres se benefi cien de prstamos, crditos y otros servicios financieros para la educacin y la formacin profesional en situaciones post blicas.Paz y seguridad, un asunto de mujeres Palabras clave Gnero; mujeres; objetivos de desarrollo del milenio (ODM); Suecia; Ministro de coop eracin para el desarrollo internacional; Gunilla Carlsson; Liberia; Ellen Johnson Sirleaf; jornadas europeas del desarrollo; Estocolmo; CEDAW; Naciones Unidas. L Ellen Johnson-Sirleaf, Presidente liberiano, en las Jornadas Europeas del desarrollo (JED) en Estocolmo, Suecia, 22 de octubre de 2009. Reporters/ScanpixGunilla Carlsson, Ministro sueco de Desarrollo y Cooperacin, en las JED, Estocolmo, 2009. Hegel Goutier7 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 UE PAGE 10 En primer lugar las mujeres Educar a una mujer significa educar a un pas Palabras clave Dra. Attaliah Molokomme; Universidad de Botsuana; igualdad de gnero. 8 Las mujeres botsuanas poseen actualmente un mayor grado de educacin que cuando su pas consigui la inde pendencia de Gran Bretaa en 1966. La doctora Maude Dikobe, Presidenta del Comit de Poltica de Gnero de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Botsuana, nos explica que todava queda mucho por hacer hasta que la igualdad de gnero se manifi este en los puestos de trabajo ms importantes. A fricaMaude Dikobe “El coeficiente de gnero durante los lti mos seis aos se ha mantenido estable y prximo a 1:1. Por trmino medio, se han matriculado ms mujeres en la univer sidad. En las Facultades de Ingeniera, de Tecnologa y de Ciencias se han ma triculado ms hombres que mujeres du rante el ltimo perodo de planificacin, mientras que en la Facultad de Ciencias de la Salud se han matriculado ms mu jeres que hombres. El nmero de varones matriculados se ha reducido en 7.886 (2003/2004) lo que supone una dismi nucin del 3,5%, mientras que el nmero de mujeres matriculadas aument un 12% del curso 2003/2004 al 2006/07. Tanto la matriculacin de mujeres como la de hombres se han reducido en un 8,7 y un 14 por ciento respectivamente desde el curso 2006/2007 hasta el 2008/09”. Informe Anual de la Universidad de Botsuana 2009 (21) .Al igual que ocurre en la mayo ra de las culturas africanas, tra dicionalmente se pensaba que los nios deban tener la oportunidad de acceder a la educacin superior, mientras que de las nias slo se esperaba que pudie ran llegar hasta la educacin primaria. De ese modo, los nios tenan prioridad en cuanto al acceso a la educacin y a las nias se las preparaba para el matrimonio. En la actualidad, Botsuana cuenta con un porcentaje superior de mujeres en la educa cin superior (vase recuadro). Se trata de un caso nico entre muchos pases africanos en lo que atae a la reduccin de la brecha en materia de gnero en la educacin superior. El nmero de estudiantes matriculados podra dar la impresin de que habr igual dad una vez que se hayan graduado e incor porado al mercado laboral. Sin embargo, no es eso lo que sucede, en especial si uno examina la situacin en los puestos ms altos de la Universidad de Botsuana. La ausencia de mujeres en esos puestos plan tea numerosas cuestiones. Los cargos de Rector, de Vicerrector y de dos Vicerrectores Adjuntos estn ocupados por hombres, salvo el caso de la Vicerrectora Adjunta de Asuntos Estudiantiles. Si analizamos ahora la situa cin en el rea docente, comprobamos que el 93% de los puestos de profesor corresponde a hombres y el 7% a mujeres. En su estudio titulado “Auditora de gne ro en la Universidad de Botsuana: el caso de la Facultad de Humanidades”, Rosaline Nhlekisana afirma que la mayor parte de los puestos est ocupada por hombres debido a la “cultura patriarcal” de la institucin, no exclusiva de la universidad y cada vez ms vigente en muchas organizaciones externas al sector acadmico, en las que el empleador se enfrenta constantemente al reto de demostrar que, quiz, “el mejor hombre para el puesto es una mujer”. Los avances en materia de igualdad de gne ro en puestos tradicionalmente masculinos han sido bastante lentos, pese a que las muje res botsuanas estn logrando grandes xitos, como lo demuestra el nombramiento de la doctora Attaliah Molokomme como Ministra de Justicia. Asimismo, las Fuerzas Armadas de Botsuana estn admitiendo cada vez ms mujeres en el ejrcito. Sin embargo, los gigantescos progresos logrados por las mujeres en profesiones tra dicionalmente reservadas a los hombres no estn siendo del agrado de muchos varo nes. Algunos detractores consideran que las mujeres botsuanas cuentan ya con oportuni dades suficientes, por lo que no es necesario seguir aplicando polticas de discriminacin positiva. Por consiguiente, son muchas las reacciones violentas que pretenden reducir los efectos de la lucha de las mujeres por la igualdad, ya que stas podran hacerse demasiado fuertes y desbancar a los hombres de sus privilegiados puestos. El acceso a la educacin es una cosa y la igualdad de gnero otra. Por lo tanto, deben adoptarse medidas para aumentar la igualdad en los cargos directivos, en los consejos de administracin, en el Parlamento, etc., lo cual exige un cam bio radical de mentalidad.AUniversidad de Botswana. Flickr.com PAGE 11 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 9 Maridos comprometidos con la salud de sus esposas En algunas localidades de Nger hay hombres que llevan a cabo actividades de sensibilizacin con el fin de provocar cambios en los comportamientos que mejoren la salud de las mujeres y los nios. En el origen de estas campaas se encuentran algunas asociaciones femeninas.Hace unos diez aos, los hombres eran muy hostiles a todos los asun tos relacionados con la sanidad reproductiva. Todava siguen sien do muchos los que incluso impiden que sus mujeres vayan a los centros de salud familiar. “En mis conversaciones, hago que mis ami gos presten atencin a las ventajas de la con sulta pre y posnatal”, nos explica Abdoulaye, comerciante de Niamey, muy concienciado en cuanto a la salud maternal e infantil. Lo ms frecuente es que las campaas de sen sibilizacin se hagan en plazas pblicas o con motivo de ceremonias de fiesta colectiva. Esta actividad, efectuada por hombres, est dando buenos resultados. “Las mujeres van cada vez ms frecuentemente a los centros de salud. Al menor miedo en cuanto a su salud, se desplazan al centro mdico ms cercano”, nos cuenta Aichatou, comadrona en Niamey. “El resultado es todava ms impresionante en muchos pueblos, donde son precisamente los hombres quienes llevan a sus mujeres a las con sultas. Se trata de algo totalmente impensable hace muy pocos aos”, aade otra comadrona. > Ruptura de tabes Sin complejos, los hombres autorizan a sus mujeres a utilizar mtodos anticonceptivos. “Ello se debe a la emancipacin de la mujer nigerina. Nuestras asociaciones han hecho una gran labor. Bien es cierto que ha exigido mucho tiempo, pero la lucha ha merecido la pena”, afirma satisfecha una militante de defensa de los derechos de la mujer. Las mentalidades han evolucionado en lo que atae a la contracepcin. Anteriormente, tanto en las ciudades como en el campo, el rechazo a la anticoncepcin estaba muy extendido. “Mi marido me prohibi tomar medicinas para espaciar los nacimientos. Sin embargo, durante todo ese perodo, las tomaba a escondidas. Pero actualmente los dos hemos decidido utilizar la pldora”, nos cuenta una mujer de 33 aos con cuatro hijos a su cargo. El nmero de mujeres como sta, que tomaban contraceptivos sin que lo supieran sus maridos, era muy elevado. Ahora bien, hoy en da, muchas de ellas lo hacen con el consentimiento de sus esposos, ya sensibilizados a este respecto. “En el pasado consideraba que este tipo de ideas eran muy occidentales. Sin embargo, desde que frecuento el crculo de hombres que ha aceptado cambiar de comportamien to frente a sus esposas en lo que incumbe a los asuntos de planificacin familiar, tengo una visin distinta. Hablo con mi mujer de las cuestiones relativas a la reproduccin”, nos asegura un electricista de 47 aos. Los medios de comunicacin han contribui do mucho, al igual que las asociaciones de mujeres, a hacer que los hombres acepten los argumentos sobre el cambio de comporta miento en materia de reproduccin. No obstante, este proceso ha sido objeto de un amplio rechazo por parte de los morabi tos. Ahora bien, segn se va progresando, estos ltimos incluyen esta cuestin en sus prdicas. Desde entonces, las opiniones han cambiado mucho: “Lo que est prohibido en el islamismo es la limitacin de los nacimien tos, no el espaciamiento”.Souleymane Saddi Mazou frica H Reporters/LAIF PAGE 12 La necesidad de un movimiento social capaz de influir en las polticasMarie-Martine BuckensTras la Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Mxico en 1975, la mayora de los pases africanos comenz a adoptar medidas dirigi das a garantizar la igualdad entre mujeres y hombres. Con una excepcin: el caso de Ruanda que, desde 1965, cuenta con un pri mer mecanismo, aunque todava un poco falto de contenido, tal como explica Fatou Sarr en un informe hecho en 2008. Sin embargo, ello no impide que el Ministerio de Gnero y de Promocin de la Mujer creado en 1999 en Ruanda sea, segn la sociloga, un modelo a seguir, en la medida en que su misin ha sido claramente formulada: promover la igualdad y la equidad de gnero en el proceso de desa rrollo y dirigir el paso de un enfoque vertical a otro de carcter transversal. Ahora bien, la situacin es otra en pases como la Repblica Democrtica del Congo, Senegal, Gabn o Togo. “Muy a menudo”, nos explica Sarr, “los pases han dispuesto generalmente slo de planes de accin con programas eclcticos y especficos que res ponden a las exigencias impuestas por sus socios en materia de desarrollo”. Desde la celebracin de la Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing en 1995, se han creado “Consejos Nacionales de la Mujer” en la mayor parte de los pases. Se trata de un rgano consultivo de los gobier nos, cuyas actividades se resumen muchas veces en la organizacin de acontecimientos especiales. Otra novedad es la creacin de los denominados “Puntos focales de gne ro”; por desgracia, aade la sociloga, fre cuentemente stos carecen de competencias, de conocimientos expertos y sobre todo de influencia, ya que no ocupan ninguna posi cin estratgica (salvo en el caso de Ruanda). A lo anterior se aade la enorme falta de fondos de los ministerios responsables de este asunto (a menudo cuentan con menos del 1% del presupuesto nacional, como en Togo, donde representa el 0,29%, en la Repblica Democrtica del Congo el 0,042% en Senegal el 0,2%). En opinin de Fatou Sarr, las medidas a adoptar deberan centrarse en los Jefes de Estado (“en frica, la estructura social est todava muy jerarquizada”), a fin de que aumenten notablemente el presupuesto des tinado al gnero, de manera que permita la consolidacin de un movimiento social capaz de influir en las polticas.TLos mecanismos establecidos en frica para el logro de la igualdad de gnero necesitan urgentemente su consolida cin, en opinin de Fatou Sarr, sociloga, directora del Laboratorio de Gnero y de Investigaciones Cientficas de la Universidad Cheikh Anta Dop de Dakar y consultora internacional. Sarr propone aqu algunas vas de actua cin que exigen siempre el apoyo a los movimientos sociales. Palabras clave Fatou Sarr; igualdad de gnero; frica; Parlamento. Progresos importantes a pesar de todo “Pese a las frustraciones, se han logrado co sas relevantes”, reconoce Fatou Sarr. As, debe citarse el proyecto de ayuda a las madres muy jvenes, que en Gabn ha permitido la con struccin de once guarderas y se hace cargo de los gastos de formacin de estas mucha chas para su reinsercin profesional. En el m bito poltico, los cinco pases mencionados por la sociloga no deben avergonzarse del por centaje de representacin de las mujeres en sus parlamentos (datos de 2006 2007): 11% en Togo, 16,7% en Gabn, 22% en Senegal, 8,4% en la Repblica Democrtica del Congo y nada menos que el 48,8% en Ruanda, lo cual constituye algo nico en el mundo. En Canad, uno de los “mejores alumnos” del mundo oc cidental, la representacin de mujeres en el Parlamento es del 21,3%, frente al 18,2% en Francia, al 16,8% en Estados Unidos y a tan slo el 9,4% en Japn. 10 frica Nuevos miembros del Parlamento ruands juran su cargo en la ceremonia de apertura de la nueva Asamblea Nacional, el 10 de octubre de 2003, ante el presidente de Rwanda, Paul Kagame. AFP PAGE 13 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 Nikolaj Nielsen*11 Palabras clave NAFGEM; mutilacin genital femenina. frica Glgunas de las mujeres que tra bajan en la red NAFGEM han sufrido dicha mutilacin cuando eran nias. Esta organizacin se encarga de difundir informacin y de docu mentar casos reales con el propsito de cam biar las actitudes hacia algunas costumbres muy arraigadas. En opinin de la NAFGEM, la educacin es fundamental para luchar contra la ablacin genital femenina. Muchas mujeres viven en zonas rurales muy alejadas, por lo que les es muy difcil llevar sus causas ante los tribunales. La pequea oficina de la NAFGEM en el ter cer piso de un edificio en una calle apartada de Moshi constituye el epicentro de un movi miento que ha logrado cambios importantes en la regin de Kilimanjaro. Sin embargo, segn nos cuenta Renju-Urasa, entre los masis la prctica de la mutilacin genital femenina sigue aplicndose rigurosamente. A lo cual aade: “Los masis no pueden ima ginarse a alguien sin circuncidar. Se trata de algo ineludible. Y las personas sin estudios como las mujeres, lo aceptan”. Justo en las afueras de Chekimaji, un pueblo enclavado a los pies del monte Kilimanjaro, una mujer y su hija de la tribu kamba se enfrentan a una situacin as sin poder evitarla. El padre de la nia, maestro de escuela, falleci recientemente y ahora su to se ha hecho cargo de la familia. Exige que la madre sea su concubina, a lo cual ella se ha negado. Furioso, el hombre afirma que dejar de pagar los estudios de secundaria de Pascalini en Dar-es-Salaam. El to quiere buscar un marido para la muchacha, pero sta debe estar circuncidada. La circuncisin tiene graves efectos psicolgicos y puede ser origen de trastornos fsicos que pongan la vida en peligro. En opinin de la NAFGEM, algunas nias pueden tener posteriormente un desarrollo anormal que impida el funcio namiento habitual de algunos rganos. El procedimiento de mutilacin ms comn mente utilizado implica simplemente el corte total o parcial del cltoris. El Plan de Accin para Luchar contra la Mutilacin Genital Femenina de Tanzania para el perodo 20012015 tiene por objeto acabar con esta prc tica, pero hasta ahora su eficacia ha sido escasa. El Cdigo Penal de 1930 castiga la ablacin genital femenina, pero la naturaleza pasiva de la aplicacin de esta ley hace que la prctica sea admitida. La mujer inform a las autoridades de las intenciones del to de la muchacha, pero no obtuvo ninguna respuesta. Poco despus, su hija amenaz con quitarse la vida antes que someterse a la ablacin. Asustada por la vida de su hija e incapaz de confiar en La lucha contra la mutilacin genital femeninaBassilla Renju-Urasa, coordinadora ejecutiva de la Red de Mujeres Contra la Mutilacin Genital Femenina (NAFGEM) de Tanzania, sostiene que, aunque su pas prohibi la ablacin genital de la mujer o circuncisin femenina en 1998, esta prctica sigue estando vigente. “Existimos porque la legislacin no se aplica”, afirma.las autoridades locales, la mujer pidi a una persona del pueblo que fuera a pedir ayuda a la NAFGEM. Al da siguiente me traslad y habl con la mujer y su hija bajo la dbil sombra de un rbol. Durante la entrevista, Pascalini se mantuvo casi todo el tiempo callada, mien tras la madre hablaba en su nombre: “Mi hija odia este infierno”. La mujer tiene siete hijos, de los cuales cuatro son chicas. La familia se siente abandonada y despreciada por todos los habitantes del poblado. Afirma que “La mayora de las personas nos ha dejado de hablar”. Tambin nos cuenta que en una carta sin firmar que alguien dej en la puerta de su casa se incluyen amenazas contra sus hijos. De regreso a Moshi, Renju-Urasa oye la noticia de que la muchacha en cuestin se enfrenta a la amenaza de ablacin genital femenina y comprueba que su miedo es real. Es necesario llevar a cabo una investiga cin, pero slo por personas que conozcan bien las costumbres familiares de la regin de Kilimanjaro, es decir por alguien de la NAFGEM. * Periodista con sede en Bruselas.La “circuncisin produce delicados efectos psicolgicos y complicaciones fsicas potencialmente peligrosas para la vida”. Reporters/LAIFA PAGE 14 12 > Del despido laboral a un prspero > negocio la historia de Jennifer > WilliamsJennifer Williams, de cuarenta y dos aos, fue forzada a convertirse en empresaria des pus de ser despedida de una empresa de ali mentacin y distribucin en Jamaica, donde haba trabajado durante seis aos como ven dedora. Pero nunca ech la mirada atrs. Con un poco de estmulo y no demasiado dinero, comenz su propio negocio de diseo de moda, Akira Lyn, centrado especialmen te en trajes de bao y ropa informal tejida con ganchillo. “Haca tapetitos de adorno”, afirma refirindose a su precoz inters por la costura. “Pero eso no era suficiente desafo. Entonces comenc a crear y a unir piezas y el resultado pareca interesante.” Williams, que lleva su negocio desde el hogar, pudo alcan zar mayor notoriedad respecto a sus habilida des tras su asociacin con el grupo Jamaica Fashion and Apparel Cluster, establecido por el Centro de Desarrollo Empresarial de Jamaica (JBDC, segn sus siglas en ingls), una agencia estatal que proporciona servi cios empresariales y de soporte tcnico a las pequeas empresas. Sus prendas se mostra ron a nivel nacional en la Casa de Flava, una firma de moda establecida en Jamaica, y a nivel internacional cuando se incorpor a una delegacin en Bruselas el ao pasado. Tambin form parte de un equipo de dise adores locales que prepararon un guarda rropa de 30 prendas para el desfile “Miss Mundo Jamaica” el ao pasado. “Siempre me siento feliz y emocionada cuando veo a la gente usar mis prendas”, afirma llena de orgullo al formar parte de ese grupo selecto de diseadores. “Cuando veo mi trabajo en un peridico o en una foto, me siento bien.” Williams, sin embargo, afirma que es complicado mantener el negocio a C aribeVictoria Burbridge*“Basta con arrancar el motor y ponerse en marcha”Dos empresarias jamaicanas en el sector de la moda relatan cmo los perodos difciles pueden reforzar las ambiciones.Top model de Jamaica. Reporters PAGE 15 EDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 13 flote, especialmente la comercializacin: “La gente contempla tus creaciones y las aprecia, pero puede considerarlas demasiado caras.” > Recesin econmica El funcionamiento de un negocio de cuo reciente en la situacin actual de recesin econmica puede ser difcil, especialmente para conseguir el capital inicial, pero ella ha aprendido de su niez difcil a buscar siem pre oportunidades en situaciones difciles. “La recesin te prepara para tiempos mejo res. Hay que utilizar cada situacin compli cada como trampoln y estoy acostumbrada a la recesin”, afirma. El haber crecido en la baha de Bull, una comunidad pobre en la vecindad de St.Thomas, no ha representado ninguna barrera para sus grandes sueos pro fesionales. “Espero verme camino de China, de frica del mundo entero”, dice con una sonrisa. Quisiera que su nieta, Akira, cuyo nombre sirvi para la denominacin de su empresa, tome el relevo. “Estoy intentando allanarle el terreno de modo que no sufra igual que yo mientras crezca”, remacha, reteniendo las lgrimas al recordar lo que debi ser su dura niez. Aunque es difcil mantener un negocio en estos tiempos de dificultades econmicas, Williams cree que conviene asumir riesgos. Su consejo a otros aspirantes a empresarios? “Basta con arran car el motor y ponerse en marcha”, declara, “hay que seguir adelante, no resignarse”. Si sus recursos materiales estuviesen en las ltimas, dice que los utilizara para comprar material y confeccionar una de sus prendas. Y sostiene que “no hay que tener miedo a probar fortuna”. > Aspirar a ser dueo del negocio – > Simone GardenSimone Garden, de 36 aos y madre de tres hijos, aspira a abrir un da una fbrica de costura donde ella pueda emplear a varias personas para crear prendas informales con la tcnica de hilo de algodn apelmazado y teido con nudos de colores vivos. Por ahora, Garden est logrando un mercado muy espe cializado en el joven sector jamaiquino de la moda. Posee una pequea tienda de moda en Cuidad Espaola, St. Catherine, donde vende prendas de confeccin propia. Garden, que abri las puertas de su tienda hace apenas tres aos, dice que ha estado cosiendo desde los ocho aos de edad . “Empec a coser para amigos, no por dinero, simplemente por placer. Me encanta ver a la gente con la ropa que he realizado”, aade, recordando la primera vez que cort una prenda sin patrn. Sin prepa racin formal, Garden dice que aprendi a trabajar en las rodillas de su madre, que era modista y cuya madre y padre eran modista y sastre respectivamente. “Crec viendo a mi madre, abuela y abuelo, ocupados con su propio pequeo negocio”, cuenta. “No me gusta la idea de trabajar para otros; me encanta trabajar como inde pendiente.” Aunque finaliz los estudios de enseanza secundaria, dice que la motivaron para poner en marcha su propio negocio. Consigui la ayuda de su madre con la com pra de una mquina de coser, pero a medida que el negocio creca, decidi alquilar una tienda en una de las plazas localizada al exterior de Cuidad Espaola, la capital de St. Catherine, situada en Jamaica.> Diseos nicos Afirma que el negocio en la tienda se ha ralentizado, especialmente desde el decli ve econmico, pero encuentra maneras de sobreponerse a esto yendo en pos de sus clientes. “Intento a toda costa ser creativa. De modo que los clientes, incluso si no desean comprar, se ven atrados cuando ven mis diseos. Los diseos son inusuales y tienen un acabado nico.” Garden dice que la mayor parte de sus clientes son personas dedicadas al sector del ocio, especialmente las que usan prendas de Dancehall, por lo dems, trabaja para un mercado diverso que incluye prendas informales, de tipo tropical e infantiles. A pesar de los desafos, el amor por su trabajo hace que siga en la brecha. Quisiera abrir una fbrica donde pueda generar trabajo para otros. “Me encantara poder contar un da con buenos trabajado res, dedicados y que me ayudaran a crear mis diseos”, afirma respecto a sus planes futuros. Garden tambin obtuvo relevancia a escala local cuando particip en la semana de la moda caribea, un desfile popular de moda del Caribe organizado cada ao en Jamaica que muestra prendas de varios diseadores caribeos. Asimismo, su trabajo tambin fue puesto de relevancia en el extranjero cuando le pidieron crear una de las prendas para el guardarropa del ao pasado de “Miss Mundo Jamaica”. * Periodista jamaicano. Palabras clave Jennifer Williams; Simone Garden; Jamaica; Centro de Desarrollo Empresarial de Jamaica; Semana de la moda caribea. Caribe No me seduce la idea de trabajar para otros; me encanta trabajar como independiente Jennifer Williams muestra sus prendas, 2009. Victoria Burbridge PAGE 16 Intensificar la lucha contra la mortalidad materna14 Un taller internacional organizado por iniciativa de la Comisin Europea y la Secretara del grupo ACP hizo balance, los das 14 y 15 de octubre, del programa de salud sexual y reproductiva financiado por la UE y aplicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Poblacin (FNUAP) y por la Federacin Internacional para la Planificacin Familiar (FIPF). Ll programa redund en beneficio de 22 pases ACP* y se despleg entre enero de 2003 y octubre de 2008. Fue puesto en marcha por la CE para atenuar las consecuencias dramticas, para los pases pobres, de la disminucin de los recursos financieros a raz de la supresin por el Presidente Bush de la con tribucin estadounidense a los programas internacionales de planificacin familiar. El FNUAP haba considerado, en 2002, que si se hubiese mantenido la financiacin estadounidense, se podran haber prevenido 2 millones de embarazos no deseados y por consiguiente 800.000 abortos, as como ms de 77.000 muertes de lactantes y de nios. El programa conjunto CE/ACP/FIPF/ FNUAP permiti que ms de 1,6 millones de personas se beneficiaran de servicios en el mbito de la salud sexual y reproductiva y form a millares de profesionales, ayudando al mismo tiempo a los gobiernos ACP a elaborar y aplicar polticas en este sector. En Ruanda, por ejemplo, las sesiones de sensibilizacin para la prevencin del VIH/ SIDA y la planificacin familiar reunieron a ms de 150.000 personas; cerca de 10.000 jvenes hicieron una prueba de deteccin voluntaria del VIH; 1500 personas sero positivas se beneficiaron de los servicios de mutualidades de salud que les permiti eron recibir atencin sanitaria y se form a un centenar de profesores procedentes de dicho grupo de afectados; cerca de 40.000 habitantes se beneficiaron de servicios de planificacin familiar y maternidad de ries go menor. El representante del FIPF en Ruanda record, por otra parte, la adopcin por Kigali de una ley que sancionaba a los autores de violaciones a 25 aos de encarce lamiento, e incluso a la perpetuidad en caso de transmisin de enfermedades mortales. Sin embargo, hay que reconocer que la comunidad internacional est an muy lejos del 5 Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas que pretende reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna entre 1990 y 2015. sta disminuye al ao apenas un 1% y de todos los OMD, el 5 objetivo es sin duda el ms rezagado. As pues, los participantes en la conferencia hicieron hincapi en la absoluta necesidad de reforzar las capacidades de los profe sionales sanitarios en los pases ACP y en animar a los gobiernos a hacer de la salud reproductiva una de las prioridades de sus documentos estratgicos de reduccin de la pobreza. Los Ministerios de Salud deberan, en el futuro, participar en la elaboracin de estos documentos. Por su parte, a pesar de la crisis financiera, los donantes deben comprometerse an ms para acelerar el acceso universal a la salud reproductiva y llevar a cabo la etapa intermedia de 2010 cuyo objetivo es que, cada ao, 35 millones de nacimientos suplementarios cuenten con la asistencia de personal mdico cualificado. La UE invertir 86 millones de euros de aqu a 2015, con esfuerzos particulares para implicar a la sociedad civil de los pases ACP y ayudar a las jvenes ms vulnerables y ms marginalizadas, primeras afectadas por los embarazos no deseados. Por su parte, se acogi con alivio la decisin del Presidente Obama, confirmada por el representante de EE.UU. en la conferencia, de retomar las contribuciones estadouni denses destinadas al Fondo de las Naciones Unidas para la Poblacin y a la Federacin Internacional para la Planificacin Familiar.* Financiacin: 32 millones de euros. Pases: Burkina Faso, Etiopa, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Ghana, Jamaica, Nger, Ruanda, Surinam, Tanzania, Congo, Repblica Dominicana, Gambia, Hait, Lesoto, Madagascar, Mauritania, Nigeria, Sierra Leona, Sudn, Tuvalu y Zambia.E A cpAnne-Marie Mouradian Palabras clave Programa de salud sexual y reproductiva; VIH; ACP; CE; FNUAP; FIPF. Despus de que la administracin Bush retuviera 34M de US$ en la financiacin de FNUP (Fondo para la Poblacin de Naciones Unidas) en 2003, la organizacin de la ONU busc “34 millones de amigos” que pudieran donar uno o ms dlares. Reporters PAGE 17 Miembro de la dispora y pre sidente del grupo de dispo ra BWPD en Pases Bajos, Mbanzendore es una voz autorizada entre sus homlogas. No se niega el papel que las mujeres en la dispora han desempeado en el desarrollo del continen te, afirma, “particularmente en los campos de la cooperacin intelectual, la transferen cia de tecnologas, la educacin y la asisten cia mdica, as como en la lucha por la paz y el desarrollo en frica”. En la UE y en frica se estn abriendo las oportunidades para que las mujeres establezcan contacto con los responsables polticos y expresen sus opiniones peridi camente en conferencias y seminarios, entre los que se incluyen seminarios de BWPD sobre incentivos para la unidad, juventud y desarrollo prevencin del sida. Pero con las oportunidades vienen los desa fos. “Las propias mujeres que ejercen pre sin nunca son tenidas en cuenta seriamente cuando se trata de ejecutar los proyectos para sus pases”, asevera. Acceder a los fondos de la UE para alguno los proyectos relacionados con la dispora puede ser “muy difcil” y “ms complicado que en la coope racin bilateral”, aade.> Presencia global, impacto localPor el hecho de vivir en el exterior, la dis pora corre el riesgo de quedar desconectada de las realidades de su tierra. Aqu es donde las organizaciones de la dispora pueden desempear un papel ms importante, dice Mbanzendore, proporcionando el eslabn perdido entre las partes interesadas en los pases africanos y el resto del mundo. Mediante “relaciones cooperativas con organizaciones sobre el terreno”, las orga nizaciones africanas de la dispora se man tienen constantemente informadas, segn afirma. Esto es esencial para BWPD, que est llevando a cabo varios proyectos de la dispora en Burundi, incluyendo “armona social”, que ha establecido “comits de paz” para la resolucin de conflictos en las comunidades locales y ha organizado visitas locales para antiguos refugiados. En la provincia burundesa de Kirundo han organizado y han participado en campaas de apoyo que animaban a las mujeres a votar y a participar en las elecciones, pro porcionaron molinos a grupos de mujeres y formaron a profesores locales. La joya de la corona de sus esfuerzos se puede encontrar ahora en un nuevo centro polivalente en la ciudad de Kirundo con instalaciones para conferencias, biblioteca y cine, que sirve como punto de reunin para la gente de las provincias del norte de Burundi. BWDP es solo uno de los varios ejemplos de organizaciones femeninas de la dispora que contribuyen con sus comunidades loca les. Cmo puede asegurar la cooperacin al desarrollo que haya muchos ms ejemplos similares en el futuro? “Quisiramos que la experiencia de los emigrantes se tomara en serio y se utilizara mejor”, dice Mbanzendore. “Quisiramos que los proveedores de fondos y los res ponsables polticos nos consultaran para obtener asesoramiento porque hay muchas donaciones que se estn utilizando de forma incorrecta. Esta es la razn por la cual la ayuda al desarrollo todava no ha podido mejorar las condiciones de vida en frica, y de hecho ha producido el efecto opuesto.” En medio del entorno complejo de la ayuda internacional al desarrollo, a veces los pro yectos ms pequeos, los conducidos por la dispora, son los que han ejercido una influencia ms grande, visible y directa en las vidas de los pobres, dice Mbanzendore. Por esta razn, los sistemas actuales de financiacin “deben ser revisados de manera urgente y tales proyectos deben ser readap tados si las organizaciones financieras quie ren realmente mejorar la vida de los africa nos”, aade.Para ms informacin, vase: www.burundese vrouwenvoorvrede.nl (en neerlands)La dispora africana se reconoce cada vez ms como vector significativo del desarrollo, que proporciona remesas de fondos, inversin directa extranjera, transferencias de tecnologa y de conocimiento y contribuciones polticas positivas a sus pases de origen. Las mujeres africanas en la dispora estn en lo alto de la escena. Pero como observa Stphanie Mbanzendore, Presidente de Mujeres Burundesas para la Paz y el Desarrollo (BWPD, segn sus siglas en ingls), se necesitan polticas mejor orientadas. Aprovechar el papel de las mujeres africanas en la disporaOkechukwu Romano Umelo M Palabras clave Stphanie Mbanzendore; mujeres africanas; dispora; Burundi; Mujeres Burundesas para la Paz y el Desarrollo. Paisaje, Burundi. Jean-Claude Ernst/LUXPRESSEDICI”N ESPECIAL N.E. – DICIEMBRE 2009 15 D iasporaIntensificar la lucha contra la mortalidad materna PAGE 18 16 E estudio del arte africano tradicional muestra cmo afecta esta diferencia a la produccin artstica de las socieda des. El Museo Dapper* recientemen te acogi dos exposiciones sobre este mismo tema: Mujeres en el arte de frica (octubre de 2008 julio de 2009) y El arte de ser un hombre frica, Oceana (15 de octubre de 2009 11 de julio de 2010). El coleccionis ta del arte Fabricio Corsi, tambin reuni muestras educativas sobre el asunto. Adems de ser figuras clave en las sociedades africanas, las mujeres desempean un papel importante en las leyendas culturales. El varn expresa esto en sus representaciones de la hembra en el arte; el varn ejerce control sobre la religin y tiene la energa de crear imgenes conexas (estatuas y mscaras). Se realzan las cualidades sexuales, lo cual indi ca la inclinacin natural procreadora de los antepasados de una comunidad. Tal ejemplo se encuentra en extraordinarias representacio nes en madera del cuerpo humano. El vientre de una mujer embarazada es celebrado por diversos grupos tnicos, como Baul, Yoruba y Makonde. Cuando un ser humano no se reproduce, todo el ciclo vital de su existencia resulta infructuoso, y por esta razn la inferti lidad se considera el peor deshonor posible. Un tema comn en la gran diversidad de formas artsticas y tradiciones del continente africano es la celebracin de los diversos ciclos y etapas de la vida. El papel de la mujer como esposa y madre es el aspecto ms exal tado, as como los elementos de belleza y de sensualidad, incluyendo el sacrificio ritual, peinados sofisticados, dobleces de grasa en el cuello, bocas reducidas, etc. La relacin entre las parejas tambin se venera, mostran do a menudo a la mujer como oposicin del varn. Sin embargo, debe tomarse buena cuenta del arte creado por las mujeres, aunque se limite a las denominadas “artes aplicadas”, que desafortunadamente se define como forma de arte de rango menor por las crticas de arte del siglo XVIII. La mujer crea arte principal mente en las reas siguientes: pintura interna y externa de paredes; envases de terracota; pirograbado de calabazas y estampados de pintura en tela. En todos los casos, el trabajo se realiza en comn con hombres o en asociacin con otras mujeres; incluso en este campo se expresa el espritu cooperativo que caracte riza a la mujer africana, que tiende a crear relaciones humanas armoniosas en cada manifestacin de la vida. El arte femenino, que se caracteriza por el uso de formas linea res y geomtricas, es tambin importante en su influencia en la educacin de los jvenes y en la expresividad visual del grupo tnico al que pertenece. Mientras que los hombres utilizan materiales duros como madera, piedra, marfil y metal, y su arte por excelencia es la escultura, la mujer adorna los espacios comunales de la aldea y del hogar; esta es por lo tanto una forma de arte pblico, que utiliza exclusivamente materiales suaves y fluidos, como tierra, pig mentos, agua y fibras de plantas.* El Museo Dapper est situado en Pars (Francia). Pgina web: www.dapper.comEn los estudios de gnero, este trmino se utiliza para referirse a la estructura social y cultural, a la representacin y a la motivacin del comportamiento que dan lugar a los estados de masculinidad y feminidad. Las identidades y diferencias de gnero sobrepasan las diferencias de sexo. Se generan y estn afectadas por diversos aspectos de la vida cultural de las poblaciones. Las mujeres necesitan ser ms conscientes de la naturaleza cultural de esta diferencia para su futuro personal y para el desarrollo de las sociedades.Diferencia de gnero en el arte africano A rteSandra Federici Palabras clave Gnero; frica; arte; mujer; Museo Dapper; papel de la mujer; diferencia. EMscara de vientre. Madera, perlas, pigmentos, altura: 58 cm, Museo Dapper, Pars, Inv. n 0717. Museo Dapper/foto Hughes DuboisEscultura dege dyinge “pareja de gemelos primordiales”. Madera, metal, pigmentos, altura: 66 cm, Museo Dapper, Pars, Inv. n 2617. Museo Dapper /foto Hughes Dubois PAGE 19 FRICA – CARIBE – PACFICO y EUROPA CARIBE Antigua y Barbuda Bahamas Barbados Belice Cuba Dominica Granada Guyana Hait Jamaica Repblica Dominicana Saint Kitts y Nevis Santa Luca San Vicente y las Granadinas Suriname Trinidad y Tobago PACFICO Estados Federados de Micronesia Fiji Kiribati Islas Cook Islas Marshall Islas Salomn Nauru Niue Palau Papua Nueva Guinea Samoa Timor-Leste Tonga Tuvalu Vanuatu FRICA Angola Benin Botswana Burkina Faso Burundi Cabo Verde Camern Chad Comoras Congo Cte d’Ivoire Djibouti Eritrea Etiopa Gabn Gambia Ghana Guinea GuineaBissau Guinea Ecuatorial Kenya Lesotho Liberia Madagascar Malawi Mal Mauritania Mauricio Mozambique Namibia Nger Nigeria Repblica Centroafricana Repblica Democrtica del Congo Rwanda Santo Tom y Prncipe Senegal Seychelles Sierra Leone Somalia Sudfrica Sudn Swazilandia Tanzania Togo Uganda Zambia Zimbabwe EUROPA Alemania Austria Blgica Bulgaria Chipre Dinamarca Eslovaquia Eslovenia Espaa Estonia Finlandia Francia Grecia Hungra Irlanda Italia Letonia Lituania Luxemburgo Malta Pases Bajos Polonia Portugal Reino Unido Repblica Checa Rumana Suecia La lista de pases publicada por El Correo no perjudica sus estatus o sus territorios, ahora o en el futuro. El Correo utiliza mapas provenientes de diferentes fuentes. Su utilizacin no implica el reconocimiento de fronteras, ni perjudica el estatus o el territorio de ningn pas. PAGE 20 Ne peut tre vendu KQ-AH-09-001-FR-C ISSN 1784-6803 ndice de materiasEL CORREO, EDICI”N ESPECIAL NUEVA EDICI”N (N.E)EDITORIAL 1 DESDE PEKN HASTA HOY 2 UE 6 FRICA 8 CARIBE 12 ACP 14 DIASPORA 15 ARTE 16 Prohibida su venta KQ-AH-09-001-ES-C ISSN 1784-6854