En algunas localidades de Niger hay hombres que Ilevan a cabo actividades de sensibilizaci6n con el fin de provocar cambios en los comportamientos que mejoren la salud de las mujeres y los niios. En el origen de estas campaias se encuentran algunas asociaciones femeninas. H ace unos diez afios, los hombres eran muy hostiles a todos los asun- tos relacionados con la sanidad reproductive. Todavia siguen sien- do muchos los que incluso impiden que sus mujeres vayan a los centros de salud familiar. "En mis conversaciones, hago que mis ami- gos presten atencin a las ventajas de la con- sulta pre y posnatal", nos explica Abdoulaye, comerciante de Niamey, muy concienciado en cuanto a la salud maternal e infantil. Lo mis frecuente es que las campafias de sen- sibilizacin se hagan en plazas pblicas o con motivo de ceremonies de fiesta colectiva. Esta actividad, efectuada por hombres, esta dando buenos resultados. "Las mujeres van cada vez mas frecuentemente a los centros de salud. Al menor miedo en cuanto a su salud, se desplazan al centro mdico mas cercano", nos cuenta Aichatou, comadrona en Niamey. "El resultado es todavia mas impresionante en muchos pueblos, donde son precisamente los hombres quienes llevan a sus mujeres a las con- sultas. Se trata de algo totalmente impensable hace muy pocos afios", afiade otra comadrona. > Ruptura de tables Sin complejos, los hombres autorizan a sus mujeres a utilizar mtodos anticonceptivos. "Ello se debe a la emancipacin de la mujer nigerina. Nuestras asociaciones han hecho una gran labor. Bien es cierto que ha exigido much tiempo, pero la lucha ha merecido la pena", afirma satisfecha una militant de defense de los derechos de la mujer. Las mentalidades han evolucionado en lo que atafie a la contracepcin. Anteriormente, tanto en las ciudades como en el campo, el rechazo a la anticoncepcin estaba muy extendido. "Mi marido me prohibit tomar medicines para espaciar los nacimientos. Sin embargo, durante todo ese period, las tomaba a escondidas. Pero actualmente los dos hemos decidido utilizar la pildora", nos cuenta una mujer de 33 afios con cuatro hijos a su cargo. El nmero de mujeres como esta, que tomaban contraceptives sin que lo supieran sus maridos, era muy elevado. Ahora bien, hoy en dia, muchas de ellas lo hacen con el consentimiento de sus esposos, ya sensibilizados a este respect. "En el pasado consideraba que este tipo de ideas eran muy occidentales. Sin embargo, desde que frecuento el circulo de hombres que ha aceptado cambiar de comportamien- to frente a sus esposas en lo que incumbe a los asuntos de planificacin familiar, tengo una vision distinta. Hablo con mi mujer de las cuestiones relatives a la reproduccin", nos asegura un electricista de 47 afios. Los medios de comunicacin han contribui- do much, al igual que las asociaciones de mujeres, a hacer que los hombres acepten los arguments sobre el cambio de comporta- miento en material de reproduccin. No obstante, este process ha sido objeto de un amplio rechazo por parte de los morabi- tos. Ahora bien, segn se va progresando, estos l1timos incluyen esta cuestin en sus prdicas. Desde entonces, las opinions han cambiado much: "Lo que esta prohibido en el islamismo es la limitacin de los nacimien- tos, no el espaciamiento". EDICION ESPECIAL N.E. DICIEMBRE 2009