r %. a r' : con la ideologia marxista del rgimen de Addis-Abeba de aquel entonces. Por su parte, Ghebray Berhane explica que los pauses ACP respondi- an, en lo relative al dialogo politico, lo siguiente: "ustedes incluyen una condicionalidad y estan en su derecho. Nosotros no somos reti- centes a ello. Pero es precise contar con los medios necesarios para lograr sus objetivos si quieren que los pauses ACP acepten algunas condiciones". En cualquier caso, tanto Berhane como Frisch conside- ran que las negociaciones entire la CEE y el Grupo ACP constitufan autnticas negociaciones. Como prueba de ello, podemos citar la siguiente ancdota que Frisch cuenta en exclusive a El Correo: "Durante esas negociaciones, que se prolongaban hasta la cuatro de la maiana, los europeos elegian deliberadamente picquiii..lc, .!.i de reu- nion en el edificio del Consejo Europeo en las que participaban Uni- camente portavoces ministeriales. Los experts no participaban nunca en ellas. Yo mismo y un companero nos instalabamos en la cabina de los intrpretes contigua a una de esas salas, desde donde seguiamos los debates y tenfamos la posibilidad de pasar notas escritas a los negociadores con los pauses ACP. De ese modo, se negociaba el dine- ro procedente del Fondo Europeo de Desarrollo, asi como los produc- tos a incluir al trmino de las negociaciones de la C.i,, ,i ;.'1I de Lom III. Los servicios de seguridad del Consejo de la Uni6n Europea comprobaron una vez que una sala estaba ocupada por per- sonas que no deberfan estar alli, por lo cual nos expulsaron casi por la fuerza. Querian evitar la presencia de agitadores", nos cuenta entire risas. "Una situacin asi es possible nos comenta sonriendo un ex alto funcionario europeo que participaba por aquel entonces en las negociaciones de Lom. "De hecho, siempre llega un moment en el que los jefes quieren hablar entire ellos. Se trata de una practice fre- cuente cuando las negociaciones llegan a una fase political. Dicho esto, les puedo asegurar que nunca se planted la posibilidad de mar- ginar a los negociadores de los pauses ACP", segun subraya. No obstante, la Convencin de Lom tuvo muchas otras repercusiones, y una de las mas importantes, destaca Frisch, es el efecto que tuvo el ejemplo de esta cooperacin, en especial en cuanto a la apertura hacia los pauses anglfonos y lusfonos que formaban parte de la Convencin, en los demas acuerdos de cooperacin. Asi, nos recuerda que, como consecuencia de la Convencin de Lom I, se formalizaron los primeros acuerdos de cooperacin entire la CEE y los pauses medi- terraneos, y que por primera vez se incluyeron en el presupuesto europeo las dotaciones destinadas I a Asia y a Amrica Latina. Claude Cheysson se atreve incluso a hablar de la "extension de Lom hacia el sur del Mediterraneo". > El moment crucial marcado por el Tratado de maastricht En opinion de Dieter Frisch, el Tratado de Maastricht, que entr en vigor en noviembre de 1993, constituy otro de los hitos funda- mentales en este process. Este nuevo Tratado de la Union Europea, formalizado cuatro anos despus de la caida del muro de Berlin y de la firma de la cuarta Convencin de Lom, fue el primero que inclufa un titulo dedicado a la cooperacin al desarrollo. Pero sobre todo, supuso una ruptura con res- pecto a la political precedent. Antes de Lom IV, se aceptaba a todo el mundo en el club. Asi, se lleg incluso a admitir a Mengistu y a su Etiopia, algo inimaginable en la actualidad. Ademas, gracias a ese Tratado se lleg a "la introduccin de la political exterior y de seguridad en las relaciones externas de la Comunidad y, .J c,c modo, a la necesidad de una coherencia entire esas political y la relative al desarrollo", observa Frisch. El segundo pilar del Tratado por el que se instaura la political exterior y de seguridad comun oblig a las parties europeas implicadas a armonizar y hacer coherentes sus actua- ciones en multiples ambitos, incluida la seguridad, el medio ambiente, el comercio y el desarrollo. Lo anterior planted dudas en cuanto a las funciones especificas de cada political, vistas en relacin con las de las demas. Se trata de un debate que todavia prosigue en la actualidad; asi, existe una linea de pensa- miento que dice que la paz y la estabilidad constituyen una condici6n del desarrollo. No obstante, la cuestin consiste en saber si las acciones militares o seudomilitares deben financiarse con los fondos destinados al de ,. i!. 11 .. ci, sentido estricto. Frisch consider que esos fondos debe- ran proceder del capitulo correspondiente a la political exterior y de seiiridad comun (PE's i dci presupuesto. En material de inmigracin, ocurre exactamente lo mismo: se presta atencin a los sintomas y se trata de construir un muro en torno a la Comunidad Europea. Sin embargo, la autntica respuesta deberfa ser la lucha contra la pobreza, para que las personas puedan disfrutar de condiciones de vida decentes en sus pauses de origen. Cuando los ministros de Interior comprendan que la political de desarrollo puede impedir las emigraciones masivas, se podra lograr una verdadera complementariedad. Por consiguiente, la political de desarrollo debe salir del ;ii.i.iiui.i. en el que ha estado cilcu. ..J., durante much tiempo. M Firma del Tratado de Maastricht: Roland Dumas, Ministro francs de Asuntos Exteriores de 1988 a 1993 (a la izquierda); Pierre Brgovoy (a la derecha), Primer ministry francs de 1992 a 1993. EC Photo Library pe- -, .. ...... ;;;;;; c -... ........::.... CORREO m