ORA DicclaoImO ENclcLoPnDIxo D LA. MASC1ONERU I- 654 dar una definition legal de la Opresion, como destruirla completamente por medio de instituciones, cualesquiera que sean stas. Sobre el derecho de resistir la Olpresio.n se funda precisamente el derecho de guerra. Esta decide en definitive entire el opresor y el oprimido, cortando as el nudo que la filosofa, la poltica y la justicia humana, no son bastante potentes para desatar. Por esto podemos de- cir que la Sociedad no est fundada en el derecho ni en la justicia, sino en esas eternas leyes de la fuerza brutal, prin- cipio original del Universo cosmolgico y sociolgico que Darwin descubri en aquella ley denominada struggle fbor li/ey y que Itaececl sistematiz como principio general de todas las cosas (e). OR..--AI;reviatura indistinta de las palabras Oriente y Orador. El sentido se desprende fcilmente, segun el sen- tido de las frases en que se emplea. Muchos escriben sola- mente esta abreviatura para la palabra Oriente. ORA ATQUE LABORA-Lema de los Prncipes del Real Secreto. ORACULO-Segun lo define Sneca, "Es la voluntad de los dioses anunciada por boca de los hombres." Los orculos eran una especie de prediccionesreligiosas reves- tidas de augusta solemnidad. Fueron debidos la impacien- cia y la curiosidad de los hombres para conocer antici- padamente los sucesos futuros: la impostura los acredit y la supersticion acab por darles un carcter dc infalible autenticidad. Los paganos no solo hacan pronunciar Ora- culos sus imaginarios dioses, s que tambien llegaron conceder este privilegio sus hroes, que cuando eran consultados por los hombres solian trasmitir generalmente sus contestaciones por cierta clase de individuos que se crcian inspirados. El origen de los orculos se pierde en la oscura noche de los tiempos; el ms antiguo de los que se tiene noticia es el de Moroe, en Egipto; despues vinieron los de T.ebas y de Amnon, en cuyas comarcas imperaba el culto de Jpiter. Los que disfrutaron de mayor celebridad en la Grecia fueron el de Delfos, dedicado Apolo, los de Dodona y Ammon en honor de Jpiter; el de Marte en la Tracia; el de Mercurio en Patros; el de Vnus en Pafos; el de Minerva en Micenas; el de Diana en la Clcida; el de Pan en la Arcadia; el de Esculapio en Epidauro y en Roma; el de Hrcules, en Atenas y Cdiz; el de Se- rapis, en Alejandra; el de Trofonio en la Beocia, etc. Los orculos se consultaban en todas las circunstan- cias de la vida, tanto de la pblica como de la privada; lo mismo los mras importantes que los mas triviales; la paz, la guerra, las innovaciones del gobierno, los establecimientos de las colonies, las nuevas leyes, la construction de los edificios, el matrimonio, un viaje, cualquier cosa en una palabra, daba occasion para consultar el Orculo. Los egip- cios daban entero crdito y prestaban ciega sumision las decisions de los oriculos. Estos los introdujeron en la Grecia y all llegaron tomar tal incremento, que solo en la reducida provincia de la Beocia se llegaron contar treinta y cinco y otros tantos en el Peloponeso. Cada uno de ellos tenia una manera particular de anunciar la volun- tad las contestaciones de los dioses. En el de Delfos, que lleg adquirir una indiscutible superioridad sobre todos los dems, la sacerdotisa Pitia era la encargada de dar las contestaciones en medio de los mayores y mas convulsivos trasportes de un furor divino. En Dodona, daban las con- testaciones ciertas mujeres, unas palomas y hasta algu- nos troncos de rboles llegaron transmitir la inspirada pa- labra de la divinidad. Jpiter Anmon se dignaba contestar l mismo sea por boca de su misma esttua. Amphiaro era mas exigente; era necesario prepararse antes con ablu- ciones y otras ceremonies preparatorias para que se dig- nara aparecer y dar sus contestaciones durante el sueo. Los orculos daban susrespuestas demilmaneras diferentes: de palabra, por escrito, en prosa en verso; era necesario muchas veces buscar la deseada contestacion en la primera palabra que se oia la salida del Templo, en la mas ligera agitacion en el mas insignificant movimiento que se ob- servase en la estatua del nmen, en el de los pececillos de un estanque situado en las inmediaciones del Templo, etc. etc. Los romanos no tuvieron ningun orculo clebre; este honor recay en la famosa Sibila de Cu- mas, que se present Tarquino el soberbio para ofrecerle la coleccion de las profecas que habia hecho sobre el fu- turo destino de Roma, despues de lo cual desapareci y se extinguieron los orculos en aquella ciudad. Aunque en casos extraordinarios enviaban emisarios para.consultar los grandes orculos de la Grecia, los romanos se conten- taban ordinariamente con las predicciones de sus augures y arspices, que los sustituian. En general era necesario in- terpretar todas las contestaciones, porque el lig.u ,. 1.: los dioses fu siempre misterioso y .-ibl,.rii;t.:.:. ":u1':.- via un double sentido. As, por ejemp:':., la Pionria dji.o Creso: "Si el rey de Lidia pasa el Halys destruir un gran imperio," lo cual podia verificarse, bien destruyendo el imperio de Ciro, 6 ya perdiendo Creso el suyo. Segun cuenta Suetonio, habiendo Neron consultado la Pitia para saber qu eralo que mas debia temer, el orculo le di la siguiente respuesta: "Desconfia de los setenta y tres aos.,, El emperador se tranquiliz creyendo que se trataba de algun peligro que podria amenazarle al llegar a .aquella edad, pero cuando se vi derribado por el anciano Galba, que acababa de cumplir los setenta y tres aos, en-' tnces comprendi claramente el sentido que envolvia la respuesta que le haba dado la Pitia, lo que segura- mente se hubiera dado cualquier otra version no ocurrir este suceso. Lucano atestigua que la f en los orculos dra bastante poderosa aun en tiempo del imperio para infun-- dir el mayor temor los prncipes. "Los orculos perma- necen mudos, dice ste. desde que los principles temen al porvenir: stos han prohibido los dioses quie hablran, y los dioses... han obedecido. Los orcudos no pudieron evadirse siempre la corrup- tora tentacion del oro. Filippo y Alejandro consiguieron hacerles dar las respuestas que mejor convenian sus in- tereses, lo que hizo decir en tono de chanza Demstenes que la Pitonisa filipizaba. El poco caso que hicieron los romanos de las predicciones de los orculos para invadir. Sla Grecia, y la dominacion que por ltimo la llegaron reducir, fueron la principal causa del descrdito en que stos cayeron: la ilustracion fu descubriendo poco a poco tambien las artimaas y bellaqueras en que se sostenian, y esto, unido algunas aventuras tan escandalosas como la que ocurri con Mundo, sacerdote de Saturno, y con otros impostors que abusaron de su carcter sagrado y de lapblica supersticion, acabaron.por hacer desaparecer casi por complete la ciega credu'idad que por espacio -de tan- to tiempo haba entire los hombres: y decimos casi, y no por entero, porpue pesar de la propagacion de. las luces, la adivinacion se ha perpetuado hasta nuestros dias, no siendo raro encontrar aun hoy en medio del pais mas civilizado, muchos impostores que se atreven ase- gurar que poseen el don y la ciencia de la adivinacion yno faltan gentes que les dan crdito y que les pagan precio de oro el imported de sus mentiras (*). A -Ord- culo de Cos. Ttulo de un grado de la Masonera Ytri- ca (#). V.-Ytrica. ORADOR-(En latn Orator, de Orare hablar). Antigua- .mente se daba este ttulo todo aquel que arengaba la multitude, que hablaba en pblico. Posteriormente se llam as al que despues de haber escrito -preparado un dis- curso, lo pronunciaba ante elpueblo.Enla acepcion mas ge- nuina y general de la palabra es el que sabe convencer, conmover y entusiasmar sus oyentes. Entre los antiguos el Orador defendia en la plaza pbli- ca, en el Foro, delante del Arepago del Senado, la cau- sa de las leyes, de la libertad; de la patria y de los acusa- dos polticos. Este arte era completamente libre. Nadie sabe que Demidio, Esquines, Demstenes, Ciceron y Hortensioi estuviesen graduados en las universidades de Roma y de Atenas, ni que antes de usar de la palabra, exhi- biesen el certificado delpreceptor de su demarcacion de haber pagado alguna contribution para poderlo veri- ficar. Estas bellas y felices invenciones solo han tenido ca- bida en nuestros tiempos modernos,paia los que nada, ab- solutamentenada, hace la naturaleza. Para los legisladores de nuestros dias, nadaimportala organization, los ademanes nobles, la several lgica, los movimientos, las figures, la elocuencia perslasiva, en fin ninguno dde los maravillosos dotes del ingenio. Para ellos lo que constitute el verdadero Orador es el impuesto y esto quiz sea la causa de que la la mayor parte de los Oradores se crean obligados su vez hablar y abogar continuamente en favor del mismo al que tanto deben. "En los parlamentos se han puesto en moda hoy una clase de oradores que presuntuosos y llenos de ambicion se encuentran todas horas dispuestos hablar sobre cual- quier objeto; invaden la cmara y la tribune, impiden subir ella los hombres instruidos, pero sensatos y tmi- dos. Disputan, zahieren, dan tormento las palabras y ar- man una insoportable batahola la que llaman oratoria, y despues de hacerse dueos absolutos de la tribune por sus gritos, se abalanzan los negocios ycogen losmejores,mas deslumbrantes y lucrativos empleos. El diccionario politico