573 DicciONAImo ENCICLOPrDICO DE LA M&SONERA MOR menz el 26, siendo rechazado el ataque y reanudado el siguiente dia con mas encarnizamiento. Al medio dia, Alejandro y Moreau se hallaban-sobre la colina de Roknitz, frente una batera de la guardia imperial dirigida por Napoleon mismo. Inquieto Moreau por el* peligro que corria el emperador de Rusia, le aconsejaba situarse algo mas atrs, y mientras le acompaaba hcia el puesto que juzgaba algo resguardado, una bala de caon destroza su caballo, le rompe la pierna derecha por la rodilla, y le arranca today la parte musculosa de la otra pierna. Di pri- meramente, dice Schell un hondo suspiro; pero apenas volvi en s, continue hablandt con la mayor sangre fria, y pidi un cigarro; se le llev sobre picas de cosacos atra- vesadas, y se le condujo una hoza prxima, tan expuesta alfuego del enemigo que al instant hubo que retirarle de all y conducirle al cuartel general del emperador, donde se le hizo la amputacion de una pierna, mientras seguia tranquilamente fumando. Cuando el cirujano habl de la necesidad de amputar tambien la otra, Moreau repuso con imperturbable sangre fria, "que si lo hubiese sabido, ha- bria preferido morir. "Fu trasladado en una litera Dip- polswalde, llegando calado hasta los huesos; transportndo- selemas comodamente despues Laun, donde se encontr bastantemejorado,hasta queunalarga conferencia con tres cuatro generals aliados le extenu totalmente. Desde entonces su debilidad creci de hora en hora, y expire el 2 de Setiembre las siete de la maana." Segun Thiers, los mas importantes personajes, Metter- nich, Schwarzemberg y otros fueron sucesivamente vi- sitarle. El rey de Prusia, el emperador de Austria y el emperador Alejandro rodearon su lecho de muerte, y le prodigaron las seales mas marcadas de estimacion y pesar. Alejandro le tuvo largo rato abrazado, pues habia tomado hcia l una verdadera amistad. Mas bien molestado que orgulloso por estos testimonios, se interrogaba l mismo sobre su conduct, diciendo sin cesar: "Yo no soy culpable, no quera mas que el bien de la patria Queria arrancarla un.yugo humillante!....." Su cadver fu*trasportado San Petersburgo, siendo sepultado all en la Iglesia catlica, con gran pompa. Ale- jandro regal su viuda medio million de rublos y unapen- sion annual de 30.000. La restauracion devolvi la viuda el bastion de mariscal de su marido, el rango que corres- pondia lasviudas delosmariscalesyunapension de 12.000 francos. Los franceses no le han perdonado todava el ha- ber ayudado eclipsar la estrella de Bonaparte. Su crimen fu su debilidad y su modestia. De ser ambicioso, Bonaparte no alcanzara una corona. ?Cunta sangre pudiera haber ahorrado al mundo! Pero la sencillez de sus costumbres, la franqueza de su carcter, la lealtad de sus sentiments, la pureza de su f revolucionaria estorbaban en l esos estmulos de elevacion que, si funestos la humanidad cuando se les sobrepone el individuo, son el impulsor de las grandes acciones cuando nos llevan consumer un relevant objetivo histrico. MORGAN WILLIAM-E1 nombre de este hermano adquiri una triste celebridad, consecuencia de un suceso de la mayor trascendencia que di lugar en 1826, en el Estado de Nueva-York, con motivo de haber resuelto la Resp.. Log.'. la Rama de oliva, de la que era miembro, la formacion de un Captulo de Real Arco, cuya Masonera se hallaba muy en boga en todos los Estados de la Union Americana. Segun refiere un autor todos los miembros de esta Logia que se hallaban revestidos con este grado, redactaron, en consecuencia, una petition en demand de constituciones con nimo de dirigirla al Gran Captulo del Estado de Nueva-York. Entre las firmas de los peticiona- rios, figuraba la de Morgan', cuyas costumbres y manera de vivir bien conocidas en el pas que distaban much de ser recomendables, inspiraron muchos hermanos el te- mor de ver negada su demand. Se propuso, pues, que se borrase el nombre de este hermano y habindose acordado as, se redact una nueva peticion en la que no figuraba su nombre. Las cartas de constitution fueron otorgadas, y habindose presentado 2lorngan el mismo dia de la instalacion del Capitulo, le fu negada la en- trada en atencion que no figuraba en el cuadro de sus miembros fundadores. Irritado por esta afrenta, se des- ahog dirigiendo las mas violentas reconvenciones los miembros del Captulo y declaffS, que la injusticia que se le hacia, desataba cuantos lazos pudieran unirle con la Masonera, le absolvia de sus juramentos y por tanto que iba denunciar al pblico todos, los secrets de la socie- dad. Sipose en efecto muy luego, que no solo habia escri- to un libro en el quehacia las revelaciones que habia anun- ciado, sino que ya habia entregado gran parte de este tra- bajo un impresor de Batavia llamado Miller. Esta noticia caus la mas viva sensacion entire todos los hermanos: algu- nos de estos arrastrados por un movimiento irreflexivo, se dirigieron el 9 de Setiembre, guiados por el coronel Sawyer, la imprenta de Miller, con el designio de arrancarle por la fuerza el manuscrito. Fracas su intent, y los her- manos tuvieron que retirarse sin haber podido conseguir tal objeto. Al dia siguiente se lament el impresor hacien- do pblico que se haba intentado incendiar su estableci- miento; pero como no pudo probarlo, se crey por todos que aquello no era mas que una estratagema inventa- da por el mismo para hacer reclamo y excitar el inters del pblico en favor del libro que estaba imprimiendo, vi- niendo en apoyo de esta presuncion la circunstancia de todos bien conocida, de que Miller y J[organ, junto con otras personas, haban constituido una sociedad en co- mandita para la explotacion del libro proyectado. La es- critura de asociacion, que fu publicadaposteriormente, es un document de los mas curiosos. Los socios haban exa- gerado- de tal manera los products que esperaban sa- car de la obra, que se habian comprometido formalmente pagar Morgan por su propiedad la suma de 500,000 do- llars (unos 10 millones de reales) que venia ser, segun sus clculos, una tercera parte del product que pensaban ob- tener. Al dia siguiente de la abortada tentative contra el im- presor, el hermano Chesebro, Venerable de la Logia Ca- nandaigua, acus Morgan de haber pedido prestadas algunas ropas un tabernero llamado Kinsley, y de no habrselas devuelto, lo que constituia un verdadero robo; conceptuado as este acto, fue aquel reducido prison, pero no presentando el carcter de gravedad que se trataba de atribuirle, fu seguidamente puesto en liber- tad. El mismo dia, sin embargo, volvi ser preso en virtud de un auto ejecutivo alcanzado por el herma- no Cherebro, por deudas Aaron Akeley, tabernero igualmente de la Canandaigua. Serian como las doce de la noche, cuando se present en la crcel un tal Lo- ton Lawson, pag la cantidad, por la cual se hallaba preso Moygan, y valindose de algunas personas que le acompaaban, le hizo subir la fuerza en un carruaje que tenia all apostado pesar de la resistencia de ste y de la oposicion de muchos transeuntes que haban acudido sus gritos, y se lo llev en direction Rochester. Desde aquel moment Morgan no apareci ni se supo mas de l. Este secuestro caus la mas profunda sensation. A pe- sar de cuantas diligencias se hicieron, prendiendo varias personas y llamando muchos testigos, no solo nada se pudo sacar en limpio, sino que las contestaciones contra- dictorias, que se obtuvieron, aumentaron aun mas la oscu- ridad en que qued envuelto este suceso. "El testigo que di la declaracion mas precisa, fu Ed- wardo Giddins, guarda-almacen del fuerte de Nigara, pueblo situado la embocadura de un rio que desem- boca en el lago Ontario. Segun esta declaracion, en la noche del 13 de Setiembre de 1826, aparecieron una tur- ba de masones llevando un hombre fuertemente sujeto con cuerdas, y cuya boca se hallaba tapada con un paue- lo anudado y muy apretado. Este hombre era Morgan. Se le acus de haber violado los juramentos masnicos, y por tanto de haber incurrido en el terrible castigo destinado los perjuros. La intencion manifiesta de las personas que lo conducian, fu quitarle la vida y arrojar luego su cadver en las aguas del lago Ontario.Pero antes quisieron llenar las solemnes formalidades de un juicio, y no proce- der al castigo del culpable sino despues de convencerse de que no haba objection ni defen-a alguna que pudiese opo- nerse su condenacion. En tan crticos moments, uno de los jueces le sobrevino un escrpulo y quiso consultar con los restantes fuera de la presencia del prisionero, quien se alej en seguida encerrndolo en el almacen que estaba situado orillas del rio. Al verse solo Morgan trat de pedir socorro, pero el pauelo que le cubra la boca no le permitia, sino dar gritos inarticulados. Oylos una ne- gra que acababa de llegar con objeto de sacar agua del lago en la parte inmediata al almacen. Asustada fu cor- riendo Giddins, .quien comunic lo que habia oido, pero l para alejarla cuanto antes, djole que el ruido que tanto le habia chocado era debido los espritus malignos que infestaban el pais. El testigo que habia quedado retirado sin querer asistir la conferencia de los masones, viendo que se prolongaba despues de transcurrida la noche, iba tambien espirar el dia siguiente sin que terminara el consejo, tuvo que salir para evacuar una diligencia algu-