541 DICCIONARIO ENCICLOPDICO DE LA MASONEA MIS consigo. La Masonera azul 6 simblica, mal enterada del- sentido verdadero de esta alegora, conserve entire sus em- blemas el de una mujer llorando sobre una column rota, la cual tiene en una mano una rama de acacia, mirto ta- mariz, al tiempo que detrs de ella trenza sus cabellos despeinados. No era histrica esta narracion, sino una f- bula sagrada solo conocida de los iniciados y cuyos inci- dentes y alegoras astronmicas expresaban una idea mas elevada que la exhibida en apariencia bajo un double velo. Eran estos Misterios con todos sus incidents, semejantes los de Eleusis, de los cuales decia Pausani:s, iniciado tambien: "que eran en Grecia considerados desde muy anti- guo como la institution mas propia para despertar en los hombres sentimientos de piedad. Aadia Aristteles, "que nada era comparable su enseanza religiosa y que por su excelencia llevaban el nombre de Misterios, siendo objeto de la mayor veneracion el templo de Eleusis por ser re- putado el santuario de toda la tierra, en el cual la religion habia podido combinar cosas tan imponentes y augustas." Inspirar al hombre piedad y hacerle soportable la vida y sus pesares, eran atenciones preferentes de los Micterios, dndole por recompensa el consuelo la esperanza de otra vida feliz y eterna. Ciceron decia que: "no solo reci- bian en ellos los iniciados la instruction que les era nece- saria para ser felices en este mundo, sino que tambien adquiran por medio de ella hermosas esperanzas para el moment de la muerte." Scrates decia tambien: "que era una dicha el ser admitido en los Misterios, porque al mo- rir se tenia por cierta la inmortalidad." Y en fin, Arstides aseguraba: "que los Misterios, no slo proporcionaban los iniciados consuelos en esta vida sino tambien la venta- ja inapreciable de pasar al morir un estado perfect de felicidad." Seria fcil probar cual era otro de los fines re- comendables de la Iniciacion, pues, segun el mismo testi- monio de los antiguos, ocupaba los iniciados con entu- siasmo la idea de civilizar las hordas salvages, mejorar sus costumbres y que formasen parte de la sociedad,- es decir, hacer recorrer al hombre una via digna de l. Eran los de Eleusis, segun Ciceron, un bien que Atenas acordaba los pueblos; porque era mission tambien de sus iniciados reali- zar la empresa que acabamos de indicar inculcar la mo- ral, como base de la institution. El mismo orador' filsofo en su ap6strofe Cres y Proserpina, dice: "que el gnero human debia estas diosas los primeros elements de la vida intellectual y fsica, el conocimiento de las leyes, los preceptos de moral y los ensayos de civilization que tan tiles son la humanidad." Al poner en prctica los prin- cipios polticos y religiosos de la institution, enseaban los hombres sus deberes recprocos, los que debian los dioses y el respeto que estos exigian, obteniendo de este modo el que es necesario dispensar las leyes; idea que Virgilio nos confirm de esta manera, cuando nos habla de las ceremonies de la iniciacion: "Enseronme all, dice, respetar la justicia y los dioses." Este gran precepto, que el hierofanta trataba de inculcar en el iniciado despues de haber bajado este la region de las sombras, lo usa el poeta para terminar la description hecha por Ssifo de las penas impuestas los malos en el Trtaro. Pausanias, al hablar de los castigos que Ssifo y los hijos de Danae su- frieron en el templo de Delfos, concluye diciendo: "que el crime de impiedad habia sido causa de aquella pena, dan- do lugar ella el desprecio que hacian de los Misterios de Eleusis." No fueron los Misterios simples purificaciones, formulas 6 ceremonies arbitrarias, ni menos la manera de recorder los hombres el estado anterior su civilization, pues ya hemos dicho: que inclinar al hombre la piedad inspirarle el temor de una vida future, fu en los primeros tiempos, sino desde su principio, uno de los fines de la ini- ciacion. De los smbolos usados en las ceremonies de la iniciacion referentes la agriculture, conserve hoy la Ma- sonera el que forma una de las palabras del grado de Compaero: no obstante que en aquellas solo aludian fenmenos astronmicos. Mucho se ha escrito sobre el es- tado de barbarie del hombre antes de los Misterios; alusion puramente metafsica si no hiciese referencia la ignoran- cia del candidate y en general la del hombre. Es indu- dable que los Misterios de Isis y todos los que conocemos, lograron realizar el designio que se habian propuesto. Me- joraron la condition moral del hombre y perfeccionaron sus costumbres, ligndolo su especie por medio de de- beres sagrados y recprocos. Fu este primer ensayo de la ciencia y sabidura primitive, el que se esforzaba en crear una legislation slida y duradera y en ensear aquella filo- sofa que asegura al hombre su felicidad, preserve su alma del influjo mortal de las pasiones y conserve el rden en la sociedad. Era la obra del 'genio, cuyo pedestal era la ciencia y el studio incesante del hombre. Grande seria el error del que solo viera en los Misterios miseras creacio- nes del charlatanismo y de la impostura. Pudo el tiempo mezclar en ellos, doctrinas falsas contrarias sus princi- pios que al fin desaparecieron; porque no de otro modo hubieran merecido los elogios de tantos hombres ilustres. La alegora del Trtaro y sus castigos, y la de Minos y otros supuestos jueces de la muerte, fueron entonces mal interpretadas, hacindose de ellas un uso impropio: siendo aquellas alegoras en su origen, formas arbitrarias em- blemas de verdades importantes. Era la virtud en los Mis- terios considerada como el solo medio de alcanzar el hom- bre la felicidad terrestre y la inmortalidad future. La im- gen grosera de las penas materials del Trtaro, lo era de las ciertas inevitable y eternas que aguardan los infrac- tores de las leyes divinas. Muchos poetas y mistagogos, han pretendido hacerse populares, propaganda ambas doctri- nas, y los unos las han consignado en sus poemas ylos otros en sus prcticas misteriosas, adornndolas unas veces con las galas de la poesa y otras sirviendo la ignorancia de espanto de illusion. Tambien representaban al iniciado por medio de imgenes, la felicidad del just y desgracia del hombre malvado despues de la muerte, escogian los lugares mas oscuros para presentar aquellas imgenes en espectculo, asistiendo propiamente dramas religiosos que daban el nombre de Iniciacion Misterios y excitaban la curiosidad del iniciado con el Secreto de las Ceremonias, no mnos que con las pruebas por las cuales pasaba, en tanto que su atencion recorria los diferentes objetos que le rodeaban: tales eran, la variedad de escenas, la belleza de los adornos y las rpidas transformaciones de la maqui- naria. Llenbanle de profundo respeto la gravedad y dig- nidad de los actors, y despertaban en l la augusta ma- jestad del ceremonial, bien la esperanza el temor 6 la tristeza el regocijo. Los hierofantas, hombres inteligen- tes que conocian la manera de hacer sentir el efecto que deseaban, emplearon con tal objeto los medios mas opor- tunos. El velo del secret cubria sus ceremonies y era en medio de la noche cuando acostumbraban exhibir los Mis- terios, haciendo mas imponente al iniciado la impression que recibia, mas duradera la illusion y mayor su asombro. Eran cavernas dbilmente alumbradas, el recinto escogido para sus ceremonies, y rboles frondosos rodeaban el exterior de sus templos; porque era su propsito hacer sentir al alma el temor saludable que suelen inspirar los lugares melan- clicos. La palabra Misterio, segun Demetrius Phalerus, era una expression metafrica y sinnima de la idea de pa- vor que ocasionan la oscuridad y el silencio. Siendo la noche la hora en que se practicaban se llamaban tambien ceremonies nocturnas y segun Apuleo, la hora en que tam- bien tenian lugar las iniciaciones en los Misterios de Sa- motracia y en los de Isis. Eurpides dice, por medio de Ba- co: "que los misterios de este dios eran celebrados duran- te la noche para hacerlos mas imponentes y augustos." Nada pudo excitar mas vivamente la curiosidad del hombre, que los Misterios; en los cuales se enseaban ciertas ver- dades que aumentaban su deseo, no menos que los obstcu- los que entonces, como ahora, detienen al iniciado, quien solo por intervalos puede llegar al fin conocer el grande objeto de la iniciacion. Hierofantas y legisladores se sir- vieron de ella, como de un resort poderoso para hacer adoptar alpueblo ciertos preceptos que difcil hubiera sido hacerle aceptar por la fuerza. Era un estmulo entire los iniciados la idea de querer imitar la Divinidad, la cual, decian, oculta nuestra vista los resorts con que mueve al Universe, asegurando, que sus alegoras encerraban ver- dades importantes para mas despertar el deseo de cono- cerlas. Juraban guardar profundo secret y castigaban con la muerte al indiscreto que los revelaba al no iniciado encontrado en el templo; privando al traidor de toda par- ticipacion en los Misterios y del trato de los iniciados. Aristteles, acusado de impiedad por el hierofanta Eury- medon, por haber inmolado los manes de su esposa, se- gun el rito de Ceres, se vi obligado huir Calcis y levantar all una estatua la Diosa, para hacer olvidar tan grave ofensa. Scrates moribundo ofrecia sacrificios Es- culapio, borrando de este modo la sospecha de atesmo forjada por sus enemigos. Digoras vi pregonada su ca- beza por haber divulgado el secret de los Misterios. An- drcides y Alcibiades, acusados del mismo crime, fueron citados ante la inquisicion de Atenas, en que el pueblo, como juez, los absolvi. En fin, Esquiles el trgico, fu acu- sado de haber representado los Misterios sobre la escena, libertndole de la pena el haber probado que no habia sido