DIccIONARIO ENCICLOPDICO DE LA MASONERA la institution que sobre l vino crear, diferia por com- pleto en su razon, origen, medios y fines. Quiso que toda ella recibiese la luz de un centro directivo, y por esto, lla- m este centro "Gran Oriente." Para que no pesase sobre la Orden Francmasnica la responsabilidad de las disposi- ciones y actos de aquel centro, le di una naturaleza inde- pendiente de ella, concretndolo Espaa, y lo denomin Grande Oriente Nacional; cambi el nombre de Logias en el de Torres; el de Captulos en Castillos; y el de Cmaras en Alczares: y en lugar de el Gran Consistorio de Prnci- pes del Real Secreto, constity el Gran Campamento de Villalar. En las Torres di al tundidor de lanas, Pinillos, que figure en 1820 al frente de la insurreccion de Avila, el sitial del primer Vigilante: todos los dems cargos, como de las Torres, de los Castillos, de los Alczares y del Cam- pamento, fueron hechos conmemoratorios de la herica his- toria del alzamiento de las Comunidades de Castilla contra el powder flamenco; y por lo mismo, los extraos dela Ins- titucion se les di el titulo de Esclavos en lugar del de Profanos. "Para marcar perfectamente la inmensa diferencia que existia entire aquella organization puramente poltica y re- volucionaria, armada con especialidad del pico para des- truir, con la sagrada Institucion Masnica, que solo se sirve de instruments geomtricos para, sin destruir jams, ir ampliando y perfeccionando siempre los edificios de la civili- zacion humana, es decir, las sociedades civiles y polticas existentes, en su march al optimism, hasta que puestas todas enperfecta armona con la razon, vengan realizar su ideal deseado, que es un derecho cosmopolita; di los Maestros de aquella Institucion un calificativo que los dis- tinguiese por complete de los Maestros de la Orden, y los llam Maestros espaoles. El mismo Soberano Gran Co- mendador del Supremo Consejo del grado 33 para la juris- diccion de Espaa; el mismo ilustre patricio D. Agustin ie Argelles, puso constantemente el mayor cuidado en distinguir enre s ambas organizaciones, y su ejemplo, to- (:os los Francmasones regulars de esta jurisdiccion, dieron constantemente los de la Institucion nueva, como el nom- bre verdaderamente adecuado y propio, el de Comuneros d: Castilla. Esta es la razon y este el origen del titulo de Grande Oriente Nacional de Espaa. "Ambas Instituciones, cada una con los medios propios de su naturaleza, contribuyeron de consuno la reconquis- ta dle la libertad en 1820; pero la revolucionaria, al recibir las auras del poder, desde 1821,sepuso de un modo incons- ciente, al servicid del mismo poder enemigo contra quien habia luchado, hacindose agent de las exageraciones y los abusos que debian comprometer la libertad, para preparar el golpe arbitrario con que aquel poder habia de destruirla. Tantos y tan graves fueron aquellos abusos y tanto fu tambien la trascendencia la complicidad que encontraron en los Talleres verdaderamente francmasni- cos, que el Soberano Gran Comendador, el preclaro patri- cio D. Agustin Arguelles, crey necesario abdicar su alto cargo, produciendo la sucesion en l del tambien ilustre y entendido caballero francmason y poltico D. Antonio Perez de Tudela. Hecha esta sucesion, el Consejo Supremo del grado 33 acord suspender sus trabajos como Cuerpo Soberano, declarndose impotente para encauzar las pa- siones polticas que todo lo arrollaban, y imitacion del sublime sibolo de la Cntola, ponindose cubierto para reservar su accion y derechos mejor porvenir. "El Soberano Gran Comendador, Perez de Tudela, hizo esfuerzos admirables para sacar la Orden inclume de las responsabilidades que, por su fcil confusion con la Insti- tucion nueva, podiafi imputrsele y se le imputaban; pero solo consigui, que en lareaccionde 1823 y acontecimientos sucesivos, tuviese que aumentar la Orden el catlogo de sus victims con los venerandos nombres de Porlicr, Torrijos, Bringas, Chapalangarra, Millar, Marquez y tantos otros de inmarcesible memorial. En todos aquellos luctuosos acontecimientos, la nueva Institucion, sea, el Grande Oriente Nacional de Espaa, prest al Poder, restablecido bajo el caion francs de Cdiz, tantos y tan sealados ser- vicios que cuando los trabajos propios de los francmasones regulars, reconquistaron sin tumultos, desrdenes ni des- manes, la libertad en 1834, valindose nicamente de los medios que las leyes concedan y de los intereses de la misma familiar reinante, y sin usar otros instruments que los propios de sus Talleres de paz y fraternidad universa- les, aquella nueva Institucion, aquel Grande Oriente Nacio- nal de Espaa, aquellos Comuneros de Castilla, en una pa- labra, desaparecieron por complete para siempre. "El Supremo Consejo del grado 33, creado en 1811 para la jurisdiccion de Espaa, fu nuevamente convocado y reunido por su Soberano Gran Comendador Perez de Tu- dela, y volvi al ejercicio de su soberana jurisdiccional. "Igualmente, y por el mismo Soberano Gran Comenda- dor, fueron convocadas las Logias Simblicas de la juris- diccion y se reconstituy la GranLogia Simblica, sea cl Grande Oriente regular de esta jurisdiction, que el ao de 1839 le proclam, con el eminente ttulo que hasta enton- ces solamente se habia dado al inmortal Federico el Gran- de, de Protector de la Orden. "Prescndase, como se ha prescindido en la primera par- te de estos Apuntes, de los sucesos de 1840, 43, 48, 54 y 56, que en nada afectan la continue regularidad de la Orden en Espaa y de los legtimos poderes de su Supre- mo Consejo del grado 33, y bajo su soberana autoridad, del Captulo de Rosa Cruz y Gran Logia Simblica Grande Oriente; pues desde 1834, no hubo mas organization que la regular del Rito Escocs Antiguo, hasta el ao 1868; aunque cada uno de los dos mencionados Cuerpos y las Lo- gias y Captulos sometidos ellos, hubieron de someterse las vicisitudes polticas del pais, modificando el orden de sus trabajos suspendindolos pro-tmpora. "Heimo creido convenientes estas noticias preliminaries del ttulo de Grande Oriente Nacional de Espaa, para po- der ahora conocer mejor la naturaleza, origen y actual es- tado de la agrupacion que, sin duda por desconocer esa poco envidiable historic de tal ttulo, vino presentarse ostentndolo. "Cuando el poder soberano de la Orden para la jurisdic- cion de Espaa, presidido por el Soberano Gran Comen- dador D. Crlos Celestino Maan y Clarck, en su segunda poca, que se deja mencionada en la primera parte de es- tos Apuntes, vi, que la desatentada march poltica de los gobernantes de esta nacion, iba decididamente precipi- tarla en la siempre deplorable via de las revoluciones, di todo el possible impulso los trabajos de la Orden, para que la fuerza de stos sirviese de garanta la Sociedad, prxima perder la ya demasiadamente debilitada de las leyes instituciones polticas. Gravsimas eran las circuns- tancias y grandes los peligros que dichos trabajos expo- nian; cuando la intransigence reaction poltica no habia respetado ya las mas altas instituciones del Estado, holla- das en sus derechos y atropelladas en sus Presidentes; pues los de ambos Cuerpos colegisladores haban sido press y deportados, y la invasion del ultramontanismo reproducia en la Espaa de Isabel II, la triste memorial de la Inglater- ra de Juan sin Tierra. Solamente un miembro de aquel poder Supremo, esto es, un solo Soberano Gran Inspector General de la Orden de esta jurisdiction, ratrocedi ante aquellos peligros, y fundndose en su decrepitud, solicit de sus ilustres hermanos, se diesen por satisfechos con sus largos padecimientos, sufridos en servicio de la Orden y de la Patria, y que en su consecuencia, le dejasen ya vivir tranquilo el resto de sus dias, alejado de todo trabajo. Este ilustre hermano fu el respectable patricio 1. Ramon Mara Calatrava. "Siguieron los acontecimientos polticos del ao 1868, y no fu poco lo que en ellos debi Espaa, con especialidad la capital de la Nacion, la benfica influencia de los tra- bajos masnicos. Asegurado ya el rden del pais con el establecimiento de un gobierno, cuando ya no eran de temer ni las antiguas persecuciones promovidas por el ultramontanismo, ni los desmanes revolucionarios, y la aceptacion que toda Euro- pa di desde luego los hechos consumados, siendo com- pleta garanta de que ya no habian de reproducirse las sangrientas reacciones de 1814 y 1823, algunos masones, que hasta entonces no habian tenido al valor de asociarse los trabajos de sus hermanos, se presentaron pblica- mente abusando de sus ttulos y derechos ellos anexos, y vendiendo indignamente las iniciaciones y grados de la Orden. Tal fu, con especialidad, un llamado Pedro Mara del Castillo, comisionista de vinos, que decia proceder del Grande Oriente Lasitano con el grado de Caballero Rosa Cruz. El Soberano Captulo de este grado establecido en el Valle de Madrid, mediante el procedimiento mas regular y perfect, lo declare expulso de la Orden. "Sagaz y active, como todoslos que han venido buscar en la sagrada Institucion los medios de realizar sus ambiciones personales, se propuso en aquella situation, reunir y orga- nizar en un nuevo centro los masones que aun permane- cian alejados de los trabajos, aumentando su nmero con la continuacion do la indicada venta de iniciaciones y gra- dos. Para dicha agrupacion, adopt el antiguo y ya caduco ttulo de Grande Oriente Nacional, esperando que tal ttu- 376