283 DiccioNxLB o ENCIcLOrinICO DE LA MasONEPak ESP son. El ao siguiente de 1824 pas el cargo de Gran Maes- tro manos del. infante de Espaa D. Francisco de Paula Borbon, despues del cual, la lista de los Grandes Maestros qued interrumpida porque el Gran Oriente se desorganiz, desapareciendo como cuerpo colectivo y dis- ciplinado. Arreciaron por entonces las persecuciones y to- do fu desquicio y desrden en la Hermandad, trabajan- do aislados los talleres y entregados su propia suerte. Efecto de tal estado de cosas, en 1828 el marqus de Labrillana y el capital, Alvarez de Sotomayor fueron con- denados por la Chancillera de Granada morir ahorcados por el enorme delito de ser masones y por no haberse de- nunciado s mismos. Al ao siguiente de 1829, por dela- cion de un miserable llamado Herrero, fu sorprendida una Logia en Barcelona y sepultados sus miembros en inmun- dos calabozos. El teniente coronel Galvez que era el vene- rable, fu ahorcado; dos hermanos condenados cadena perptua; otros cadena'temporal, y algunos lograron esca- par al estranjero. Lleg por fin el ao de 1843 y various masones, dolidos del estado precario de la Francmasonera en Espaa, tomaron la iniciativa para reorganizarla, y al efecto fundaron un Gran Oriente que, segun unos, adopt el ttulo de Hesprico, y segun otros, el de Espaol. Es lo cierto que el dia 20 de Abril de aquel ao quedaron ultimados todos los trabajos, circulndose las declaraciones y circulares y ponindose en relacion con las Potencias Supremas de la Orden en Inglaterra y Francia. En su manifiesto declar como suyo el Rito Escocs Antiguo y Aceptado de 38 gra- dos, y entire este centro y las Logias que reconocian su autoridad se establecieron centros administrativos llamados Logias Metropolitanas, por lo cual el territorio de Espaa se dividi en cuatro departamentos, comprendiendo cada uno tres distritos, gobernados por Logias Metropolitanas, las cuales, por lo tanto, fueron 12 en toda Espaa. Segua con todo esto la Orden, no pasando de ser una Sociedad prohibida, por lo cual avivbanse de cuando en cuando las persecuciones contra ella. En estas peripecias sobrevino el ao de 1852, en el que, se manifest el rigor contra la Francmasonera, pues la autoridad descubri una Logia en Gijon, y su Venerable, el hermano Cabrera y various miembros de ella fueron reducidos ' prison, mientras otros pudieron huir. Casi al mismo tiempo, un italiano de- nunciaba en Barcelona una Logia que existia en Gracia, populoso barrio situado casi las puertas de esta ciudad, cuyo taller se componia de 20 miembros entire franceses, ita- lianos y espaoles. Se apoderaron de 14 hermanos presents y se viol el domicilio de los dems; todos fueron conde- nados cinco aos de presidio al destierro. Los miem- bros de la Logia de Barcelona, Sabidura, avisados tiempo, pudieron salvarse huyendo Francia, escepto tres digna- tarios que fueron detenidos para comparecer ante.una comision military que les conden rigurosamente, pero algun tiempo mas tarde, tanto estos tres hermanos como los de- ms de la Logia de Gracia, fueron indultados por las auto- ridades, merced la solicitud del Gran Maestro de la Orden en Francia, que obtuvo tal resultado, por medio de las re- comendaciones influencias internacionales. Despues de aquella poca, la Masonera disfrut alguna mayor libertad durante el bienio de 1854 1856, bajo el gobierno del ge- neral D. Baldomero Espartero, que fu hecho mason durante su permanencia en la Amrica del Sud; pero desde la caida de aquel personaje, en Julio de 1856, la Orden entr de nuevo en una vida de peligros, durante la cual de- j de existir toda organization slida entire las Logias y su centro comun. No volvi sentirse la accion del Gran Oriente Hesprico Nacional, ni de Supremo Consejo algu- no. Desaparecieron las Logias Metropolitanas. Ninguna Gran Logia reasumi la jurisdiction y gobierno de los talleres, y stos, si bien es verdad que se propagaron clandestina- mente contra todas las medidas y pesquisas de las autori- dades, estuvieron entregados su propia suerte. Las islas Filipinas, en los apartados climas de la Occeana, vieron llegar infinitos deportados que, sobre todo durante el man- do del general don Ramon Mara Narvaez, desde 1866, fue- ron condenados aquella pena, por el delito de ser maso- nes. De esta orfandad de direction en los talleres de la Francmasonera espaola se aprovech el Gran Oriente de Portugal, el cual, bajo el ttulo de Gran Oriente Lusitano, obtuvo la adhesion de la mayora de las Logias de la Pe- nnsula, trabajando casi todas ellas bajo sus auspicios y obediencia, escepto algunas que pertenecian la jurisdic- cion del Gran Oriente de Francia, otras, en menor nmero, bajo la del Gran Oriente de Italia y adems una media do- cena de talleres que quedaron bajo la obediencia de la Gran Logia de Inglaterra y del Gran Oriente de Blgica. En esta situation sobrevino la revolution de Setiembre .de 1868, lo cual di inusitadas libertades al pueblo espaol y abri una nueva era de expansion para todas las iniciativas progresistas y emancipadoras, coyuntura que aprovecha- ron los masones espaoles para reorganizarse. Con este motivo, y despues de laboriosas peripecias, inicironse tres grupos en la Orden: uno constituido por las Logias que siguieron bajo la jurisdiction del Gran Oriente Lusitano; otro, por los talleres que aprovecharon elnuevo estado de cosas para agruparse, sirvindoles de bandera el nombre del ilustre patricio don Ramon Mara Calatrava como Gran Maestro del que se titul Gran Oriente Nacional de Espa- a; otro, por todos aquellos masones que quisieron reorga- nizar la Orden, bajo bases mas adecuadas al adelanto de la poca. Estos ltimos fundaron el Gran Oliente de Espaa, eligiendo para Gran Maestro al respectable comerciante don Crlos Maan. No merece otra mencion especial el grupo dependiente del Oriente portugus, porque su importancia fu decayendo de dia en dia con la disminucion de sus ta- lleres, mientras que fu aumentando el nmero de los- de los otros dos grupos centros. Estos se distinguieron des- de un principio por la diversidad de su esencia y tenden- cias. El Gran Oriente Nacional representaba el viejo for- malismo, la rutina, la oligarqua y el gobierno entregado manos de algunos grades superiores, imponindose los talleres y ahogando la autonoma de los mismos con una Constitucion incomprensible en los tiempos modernos y opuesta los principios y leyes generals de la Francma- sonera, dado que fortifica la autocracia, el favoritismo y la oligarqua, por medio de la imposicion de venerable, las Logias y haciendode ellosunos seores vitalicios de los talleres sea unos verdaderos propietarios de los mismos. El Gran Oriente de Espaa, en cambio, inspirndose en la verdadera mission y tendencies de la Francmasonera, san- cion una Constitucion racional y ajustada al espritu de- mocrtico y progresivo de la Orden y cre un cuerpo fuer- te y unido que difundiera en la Pennsula los beneficios de la Institucion. Este Gran Oriente fu eligiendo normalmen- te sus Grandes Maestros, en el rden siguiente: en 1870 D. Manuel Ruiz Zorrilla, abogado, miembro de la Asam- blea Nacionaly Ministro; en 1872 D. Jos de Carvajal,tam- bien abogado, diputado y el que en el ao siguiente fu uno de los ministros de la Repblica Espaola; en 1874 don Juan de la Somera, antiguo military, durante cuya admi- nistracion sufri el Gran Oriente de Espaa un deplorable cisma. Llegado el ao siguiente de 1875, la debilidad y falta de tacto del Gran Maestro obligaron al Gran Maes- tro Adjunto, don Juan Utor, asumir la direction de la Or- den, revestido de aquel cargo, fundado en su grado 38.0 y en el sufragio de los talleres; pero en una session de laGran Logia, celebrada el dia 8 de Julio de 1875, pidi uno de los presents que abandonase el templo el Gran Maestro Ad- junto para tratar de asuntos que le ataian, y hecho as se present una acusacion contra aquel, por supuestos delitos, la cual estuvo secundada ardientemente por los hermanos Juan Antonio Perez, Lastra, Castaera y Marqus. Protes- taron los dems concurrentes, pero, por una razon que no sabemos esplicarn.s, dise ante el mundo masnico el es- pectculo tristsimo de que un grupo, compuesto de maso- nes que solo poseian el grado 30.0, se reuniesen ilegalmente y dictasen una sentencia juzgando alhermano Utor y otros que poseian grado 33. No contents con este hecho com- pletamente nuevo en los anales de la Orden, reunironse Perez y los suyos, confirindose el grado 33.0 y constituyn- dose en Gran Oriente de Espaa, por medio de un mani- fiesto, publicado con fecha 14 de Diciembre de 1875. En tal estado las cosas, lleg el ao de 1876, en el que se verifi- caron las elecciones de Gran Maestro para las tres poten- cias que desde entonces contaba la Orden en Espaa. En 7 de Enero de aquel ao el Gran Oriente de Espaa eligi don Prxedes Mateo Sagasta, ingeniero, diputado y an- tiguo ministry, para que, con el nombre simblico de Paz, dirigiera la Orden en sustitucion del hermano Utor. El grupo de Perez, Prado y dems cismticos haba elegido Gran Comendador al hermano Prado; pero, ste,penetrado de la irregularidad del cisma, se dirigi al Gran Oriente de Espaa y en plancha de 24 de Enero depuso su cargo ante el Gran Maestro Sagasta, declarando: "que anulaba el cuerpo disidente que presidia y quedaban anulados tam- bien por irregulares todos sus actos y cuantos grados ha- bia concedido." Sin embargo de este hecho digno y just, Perez y los suyos trataron de constituirse en poder mas- nico el dia 10 de Junio de aquel mismo ao, cuyo efecto apareci un manifiesto participando que don Juan Antonio 1 Perez, por nombre simblico: Ricardo, quedaba de Gran