CER DIOOIoNioy EircIOLOPDICO DE LA MsO~NBfL X74 egipcios venidos de Sais, donde se adoraba Isis. En Co- rinto, en la Fcida y en la Arglida, Cres conserve el nombre de Isis. La historic de Cres, en la mayor part de sus circunstancias, ds igual la de la diosa egipcia. He aqu segun describe Clavel en su Historia pintoresca, en lo nico que difiere: "Pluton, dios de los signos inferiores, rob Proserpina, hija de Cres, y se la llev los infiernos. De- solada Cres, encendi una antorcha y march en busca de su hija; y despues de haber recorrido diferentes paises, lle- g Eleusis en Atica. Jpiter entire tanto, orden Plu- ton que devolviera Proserpina, lo que ste accedi, pe- ro con la condition de que aquella no hubiese comido nada durante su estancia en los infiernos, pues as lo exigia el decreto de las Parcas. Desgraciadamente pasendose Pro- serpina por los jardines del palacio infernal, haba cogido una granada, de la que solo comi siete granos. Todo lo que pudo hacer Jpiter en favor suyo, fu disponer que permaneciera seis meses con su marido, y otros seis con su madre. Esta particularidad se encuentra en la fbula de Adonis. Cres, lo mismo que Isis, tenia un hijo pequeo lla- mado lacchus. Este nombre significa en fenicio, criatura de pecho. Este Iacchus, es el Horus de los egipcios, tan cle- bre en los misterios de Eleusis. Tambien se le llamaba Ba- co, y fu muerto por los titanes, como Osiris por Tifon. Los misterios de Cres, cuyo principio generalmente se fi- ja en el siglo xv antes de la era vulgar, no quedaron con- finados en Eleusis. Ya se conocan en Sicilia y en Roma en los tiempos de Sila, y de ellos se notan huellas en Inglater- ra, en el reinado del emperador Adriano. Cuando se cele- braban en Grecia, todas las naciones acudian esta fiesta, as como en Egipto acuda el pueblo las fiestas de Sais, de Bubasto, de Helipolis y de Pampremis. Alli se vean gentes de todos los puntos de la Grecia, porque en esos mis- terios, no solo los atenienses, sino todos los dems grie- gos podian ser iniciados. En tiempo de guerra los ate- nienses se apresuraban mandar salvo-conductos cuan- tos querian asistir las eulesiadas, ya fuese como iniciados, ya como simple espectadores. Estos misterios eran objeto de profunda veneracion para los griegos y aun para los mismos brbaros y estranjeros. Xerjes, el enemigo declara- do de los dioses de la Grecia, y el destructor de sus tem- plos, prescindi del santuario de Eleusis. Para determinar los atenienses en favor de Mitridates, Ariston les dijo que los romanos queran abolir los misterios de Eleusis. Estos misterios eran de dos classes, grandes y pequeos. Los ltimos se celebraban en Agra, situada unos tres es- tadios al S. O. de Atenas. All haba un templo capilla cerca de la cual tenia su curso el rio Iliso, cuyas riberas servian para las purificaciones preparatorias. El dau doque, segundo ministry de la iniciacion, hacia poner el pi dere- cho del nefito sobre las pieles de las vctimas. Despues de esta lustracion, el mistagogo exigia del aspirante el jura- mento terrible para asegurarse de su disposicion. En se- guida le diriga varias preguntas, y despues que habia contestado ellas, le hacia sentar sobre un trono y ejecu- taban varias danzas delante de l. Igual ceremonia tenia lugar en los misterios de la Samotracia. Segun dice Cri- sstomo, el templo de Agra representaba el Universo. Los pequeos misterios eran una preparation para los grandes. Los iniciados en los primeros tomaban el nombre de mys- tes y los que se reciban en los segundos eran llamados epoptes, debiendo mediar cinco aos de intervalo entire ambas iniciaciones. Diferentes ceremonies precedan la celebration de los grandes misterios. El primero se llama- ba agyrmos, asamblea. En este dia, los aspirantes se re- unian en el lugar de la cita. En el siguiente, hacian una procesion hasta el mar, atravesando en el camino dos ca- nales de agua salada que separaban el territorio de Atenas del de Eleusis. El tercero, le dedicaban al ayuno y se pre- paraban la continencia, bebiendo el licor llamado Cyceon. Por la tarde quebrantaban el ayuno con una pequea co- mida, compuesta de ajonjol, de bizcochos llamados pira- mides, causa de su forma, y de otros various alimentos contenidos en la cesta canastillo mstico. Un sacrificio te- nia lugar en el cuarto dia, en el que era prohibido los iniciados, tocar las parties de la generation de las vctimas y ejecutaban danzas sagradas, que aludian la revolution de los planets en derredor del Sol, pues la opinion de que este astro es el centro del sistema planetario, no es tan nueva como se cree, pues era ya profesada por los astr- nomos de la mas remota antigedad. En el quinto dia, se celebraba la ceremonia llamada de las candelas. Los ini- ciados tenian una antorcha en la mano y en esta forma desfilaban de dos en dos, en medio del mas profundo silen- cio. Eitraban en el templo de Cres en Eleusis, y all pa. saban de mano en mano las antorchas, cuyas llamas tenan la virtud de purificar. El templo de Eleusis estaba situado en la cumbre de una colina, rodeado de muros y su prin- cipal nave era inmensa. El gran muro que rodeaba el tem- plo estaba destinado para habitacion de los aspirantes la ltima iniciacion, antes que fuesen admitidosen el santua- rio. El sesto dia, estaba consagrado al jven Iacchus. Este dios, representado con una corona de mirto, plant funera- ria, y teniendo en su mano una antorcha, era llevado con today ceremonia de Cermico Eleusis. En pos de la esta- tua, venan el aventador mstico y el Calathus, con todo su contenido, especialmente el phallus. Los gritos repetidos de iaccho! se hacan oir durante toda la procession, que salia de Atenas por la puerta sagrada, tomando en seguida el camino de Eleusis, el cual por esta razon se llamaba la via sagrada. Entonces tenia lugarla iniciacion de los gran- des misterios. Los iniciados publicaron sus rituales y en los tiempos de Galileo existian muchas copias que escitaban vivamente la atencion de los profanos y de los cuales han llegado hasta nuestros dias algunos fragments con arreglo los cuales algunos autores han tratado de describir el ce- remonial que acompaaba la iniciacion. Ya hemos di- cho, prosigue el citado historiador, el secret inviolable que rodeaba estos misterios. Las mujeres, aun las inicia- das en las tesmoforas, eran formalmente escluidas. Los atenienses estaban obligados antes de morir hacerse ini- ciar, y aun desde su infancia, podian participar de esta ce- remonia. En su origen la iniciacion era gratuita; pero las necesidades del Estado no permitieron en lo sucesivo con- servar esta costumbre, y por una ley, cuyo author fu Aris- togiton, nadie podia ser admitido los misterios sino pa- gando una cierta cantidad en metlico. En Roma, los bienes confiscados ciertos culpados y el product de las multas estaba dedicado Cres. Todos los aspirantes no eran ini- ciados la vez, sino que sucesivamente iban entrando en el templo mstico. El hieroceryx, heraldo sagrado, co- menzaba la iniciacion con las palabras siguientes; "Si algun ateo, cristiano epicreo, est present estos misterios, que salga, y las personas que creen en Dios, sean iniciadas bajo los mas felices auspicios." En seguida se hacia prestar los aspirantes un nuevo juramento de discrecion y se les preguntaba: "habeis comido pan?" "No. contestaban; he bebido cyceon, he comido del a:busto sagrado. y despues de haber trabajado, l he echado en mi cesta." Esta res- puesta probaba que los candidates ya habian sido iniciados en los misterios del Agra. Era preciso que el postulante se presentase desnudo; se le cubria en seguida con una piel de gamo, con la cual se hacia un cinturon. Se despoiaba de este vestido, y se le ponia la tnica sagrada, que debia lle- var constantemente, hasta que se le cayera pedazos. Su- mido en los horrores de la oscuridad, y lleno de espanto, aguardaba el aspirante en el vestbulo pronaos, que se abriesen para l las puertas del santuario; oia un ruido parecido al del trueno; los vientos silbaban; los relmpagos despedian su siniestro fulgor, y se aparecian su vista fan- tasmas varias, y entire otras, una que tenia todas las apa- riencias del Cerbero. Es verosmil que este fuera el momen- to en que se representaba el fin trgico de laccho Baco, muerto por los titanes, 6 el combat de los dos principios, de las tinieblas y la luz que habia dado dos ministros de Eleusis el epteto de filopolemos, amigos de la guerra.Des- pues de este terror y continue agitacion, se abrian las puer- tas del santuario, y el candidate llegaba percibir la esta- tua de la diosa rodeada de la claridad mas deslumbrante. Entonces se le declaraba epopte, y los mistagogos le reve- laban la doctrine secret, "pero sin artificio, dice Plutarco. sin dar prueba alguna ni argument que diese sus discur- sos una f esplicita." Despues de la esposicion de esta doctrine, se convocaba la asamblea por la formula Konx on pax, que repetian todos los iniciados. Esta formula, compuesta de palabras sanscritas, corrompidas y que debia ser comun otros misterios, viene en apoyo de la opinion que atribuye los gimnosofistas, el establecimiento de las iniciaciones. Despues de las ceremonies que acabamos de describir, y que tenian lugar durante la noche, los iniciados regresaban Atenas. En el camino reposaban junto la higuera sagrada, de cuya madera se hacia el phaus que se contenia en el calatus, y con efecto el fruto de la higuera tiene alguna analoga con una parte del rgano sexual del hombre. Los iniciados seponian en seguida en marcha.Los habitantes de todos los pueblos y caseros comarcanos acu- dian para verlos pasar, y los llenaban de epigramas cuando llegaban al monte Cfira.Los iniciados trataban de no que- darse en zaga con sus repuestas, valindose de iguale* ar- mas, y el que salia vencedor era coronado con scintilla; el