169 DIacioxARIO EXCICLOPDICO DE LA MkSONE1sf CAS amigo de los hombres mas clebres del siglo xvim; Crebillan le ense el francs, el cardenal de Bernis fu su protec- tor, y trat familiarmente al rey Federico el Grande, al emperador Jos y la emperatriz Catalina de Rusia. Este hombre estraordinario se hizo mason en Lyon el ao 1757, y muri los 73 aos de edad en casa del prncipe de Li- gue en donda vivia. CASDIM-Raza sacerdotal que domin en Asia la raza guerrera en tiempo de Nabonasar: despues se llamaron caldeos y sus astrlogos anunciaban el porvenir, explica- ban los sueos interpretaban los orculos (*). CASED-Vase Chesed. CASIPHIA CASIPIA-Quiere decir blanco, resplande- ciente; una ciudad, cuya situation se ignore, aunque pare- ce haber estado en el camino de Babilonia Jerusalem. (Esdras, vm, 17.) CASLEU CHISLEU- Es lo mismo que Orion, Mar- te, Cazador. Nombre del noveno mes del ao eclesistico y tercero civil, en el calendario hebreo, que corresponde en parte Noviembre y en parte Diciembre. Algunos lo escriben Chi.lev. El dia siete de este mes celebraban los ju- dos un ayuno en memorial del hecho criminal de Joachim, rey de Jud, que rompi y ech al fuego el libro de Jere- mas (Jeremas, xxxvi, 22; Zacaras vn, 1).-V. Ao. CASLUIM-Nombre del sexto hijo de Misraim, y nieto de Cham, del cual procedieron los filisteos, (Gnesis, x, 14; I Crnicas, 12). En este ltimo lugar no se halla el nom- bre de Caphtorim, que se lee en el Gnesis, y del cual pro- cedian los caphtoreos, y no es fcil asignar la causa de esta omision que hace difcil la armona de los dos pasajes citados. CASMARAN-Una de las palabras de paso del gra- do 29.0 del Rito Escocs y significa angel del aire. CASMILLAS-Vase Misterios. CASQUETE (Orden del)-Esta asociacion data, segun todas las apariencias, de principios del siglo pasado. Ficti- ciamente se hacia entrar en ella, cuantos se sealaban por cualquier action irracional calificada de ridcula extravagant (-;). CASSARD (Andrs)-Autor de varias obras masnicas, con las cuales hapropagado la Francmasonera, pero escri- biendo con ligereza sobre muchas materials de ella, dejn- dose llevar de una fantasia demasiado idealista y visiona- ria. Ha publicado un Manual de la Masonera, un peridi- co titulado El Espejo Masnico y alguno que otro trabajo en que se ocupa escesivamente de su persona, mritos y virtudes. Prescindiendo del lenguaje chavacano que campea en todas las obras publicadas por Cassard, hay que reco- nocer que, en su conjunto, comprenden gran cantidad de datos investigaciones sobre los anales y smbolos de la Orden, pero forma todo ello un peligroso arsenal de conoci- mientos, en el cual se halla el lector como en un revuelto laberinto, sin que presida en l rden, concerto ni cri- terio alguno, y del cual es difcil salir con la cabeza sana todo el que no tenga gastadas muchas horas en studios y averiguaciones masnicos. Por esto apreciamos que las obras de Andrs Cassard son una verdadera calamidad en manos de masones que no tengan una gran prctica y muy vastos conocimientos en la Orden. Pero como en todo libro malo, nunca deja de haber cosa buena, debemos confesar que para los trabajos enciclopdicos de conjunto, facility bastantes datos lo que ha publicado aquel mason, y en su consecuencia nos apresuramos declarar que, en ciertas materials (muy pocas por cierto), nos hemos servido de al- gunas pginas del Manual de Masonera citado y de algu- nos fragments de otros escritores que Cassard ha inser- tado en su Espejo Masnico. No entendemos con esto espre- sar que hemos copiado Cassard; nada de esto. Queremos simiplemente decir que nos hemos servido de algunos datos que aquel seor habia copiado casi literalmente de otros autores, como por ejemplo Jeremas L. Cross, de cuya obra The Templars Chart or Hieroglyphic Monitor ha reprodu- cido casi todas las lminas que el Manual de Masonera ostenta en cada uno de los grados del Escocismo. Por lo dems, al hablar de la conduct de Andrs Cassard como mason, no entendemos que nuestra mission sea pronunciar- nos en pro ni en contra de actos que han sido varias veces debatidos en la prensa. De los mviles y consecuencias de las acciones de Andrs Cassard en lo que l llama enftica- mente sus "cuarenta aos de vida masnica," podrn juz- gar aquellos que hayan leido los ataques y las defenses que sobre tal asunto se han publicado. Nosotros, -ttulo de es- clarecimiento, no haremos sino consignar el hecho que sigue: En uno de los libros de nuestra biblioteca particular, adquirido en la Habana en 1879 y procedente del difunto mason Don Antonio Martinez del Romero, grado 33.0, Ve- nerable de la E. Prudencia en el Valle de Matanzas y perso- na que por su vasta ilustracion y constantes virtudes, es de veneradsima memorial en las Logias de la Isla de Cuba, hemos hallado escritas de la propia mano de dicho Mart- nez del Romero, conocido bajo el pseudnimo de Rabbi Abben Ezrah, las siguientes lineas. Se hallan al final de una Historia de la Orden, en la que no se hace mencion alguna del escritor que nos ocupa, y dicen textualmente lo que sigue: "El autor de esta obra no ha mencionado al ,,H.. Andrs Cassard, gr.'. 33. resident en Nueva York, ,,compilador de un Manual de Masonera que lleva su nom- ,bre, verdadera taracea de lo much malo que ha podido ,araar por todas parties para la confeccion de su mamo- ,,treto. Es adems el principal compilador de los materia- ,,les de que se compone el peridico mensual El Espejo ,Masnico, de que se han publicado ya mas de tres vol- ,,menes. El tal Cassard es un hombre de historic.. Es natu- ,,ral de Cuba y est condenado presidio por las autorida- ,,des de la Habana, hace bastante tiempo, por algunas ,,iniquidades que constant en su process. Es un verdadero ,,mercanchifle en Masonera, protector de filibusteros con- ,tra la Isla de Cuba. Su cacareado Manual es un almacen ,de galicismos incorrecciones: est formado sin crtica ,,ni discernimiento: al lado de algunas cosas tiles, las hay ,que hacen reir los lectores entendidos. Al frente de cada ,cuaderno del Espejo Masnico se lee el ridculo y preten- ,,cioso epgrafe firmado por l, que dice:-Mi vida est ,,consagrada la grande obra de la redencion del gnero humanan; y si no lograre mi objeto, lo menos me lison- ,jear de haber contribuido, con cuanto ha estado mi al- ,cance, en favor del bienestar de la humanidad.-Basta la ,lectura de este finchado epgrafe, para saber lo que es el ,tal Cassard. Jesucristo no hubiera dicho mas. Eso de ,consagrar su vida la grande obra de la redencion del g- ,,nero humano..... y en favor del bienestar de la humanidad ,un grado 33.0 que no sabe gramtica, es cosa chistosa. El ,tal Cassard deberia concluir su vida como la concluy el ,,Redentor, en el Calvario. Este mason y otros amigos suyos, ,,no son ms que unos farsantes de los Estados Unidos. ,,Lean los masones instruidos las producciones de Cassard; ,examnenlas con detencion y darn la razon al H.'. Rabbi ,,Abben Ezrah, Ven.*. de la [ Z Prudencia en el Vall.'. ul- ,tramarino de Matanzas. Madrid, Agosto, 1872." Hasta aqu el respectable H.'. Antonio Martinez del Romero. Aho- ra lase lo que sobre las obras masnicas de Andrs Cassard acaba de dar la estampa el ilustrado H.'. Aurelio Almei- da, cubano distinguido, compatriota de Cassard, hombre cuyos sentimientos liberals y patriticos conocemos y ac- tualmente Gr.'. Secr.'. de la Gran Logia Unida de Colon Isla de Cuba. H aqu como se espresa en su recientsima obra El Consultor del Mason, que se est publicando mien- tras escribimos las presents lneas. Dice as: "Decimos, pues, que no hay en castellano otra que lleve el objeto de la present (El Consultor citado), y que el Manual de la Masonera del H.'. Andrs Cassard, por mas que tal intenlo se escribiera, no lo cumple en modo alguno, ni en el fondo ni en laforma. La primera condicionde que en absolute care- ce es el mtodo. Cmulo inmenso de escritos de todo gnero, su colocacion no obedece plan alguno comprensible, pues parecen mas bien puestos al azar al simple capricho del comnilador: siendo lamentable y forzosa consecuencia de ello, que el lector encuentra con suma dificultad lo relative cada asunto, y que le sea casi impossible clasificar y orde- nar las fracciones anlogas concordantes que se hallan esparcidas por todo el libro. Veamos, si no, lo que atae la historic de la Fraternidad y lo tocante su naturaleza y legislation. Inmediatamente despues del Prefacio y del Discurso preliminary (tomo I), hllase un "Bosquejo sobre la historic de la Masonera," que por cierto llena escasa- mente doce pginas; luego, la mitad del tomo II, viene un largo escrito sobre el "Origen de la iniciacion, simbo- los, misterios y su definition," otro sobre la "Cbala" y otro de la "Creacion del mundo;" y ya al final de la obra, encontramos una "Memoria histrica de la Francmasone- ra, su origen, progress y objeto," que, dicho sea de paso, no corresponde en ningun modo lo vasto y comprensivo de su ttulo. Tal es el rden de los captulos de historic en el Manual de Cassard. Necesitaremos demostrar una ver- dadtan visible, como la carencia absolutade mtodo en se- mejante colocacion? El curioso investigator de esa rama de los conocimientos masnicos, por fuerza ha de perder el hilo en aquel laberinto y desistir de su empeo. Pues otro tanto acontece en cuanto concierne la ndole de la Ins- titucion masnica. En el Discurso preliminary se empieza 22