ENRIQUE A. LAGUERRE cial de los problems reales, que dedica parte de su tiempo al goce de lo artstico y que consagra su vida a buscar, en el laboratorio, aquello que podra mejo- rar las condiciones de vida de su prjimo. Prefiero, s, este concept de hombre. Es ms human que el que se adiestra en humanidades y slo tiene tiempo para exponer concertos librescos. Aprecio much el libro, pero no hasta el punto de pensar en los otros como series de ficcin o actuar, yo mismo, como un ser de ficcin. Conversar much sobre las teoras humansticas y sociolgicas y desentenderse de la propia conduct hu- mana y no darse cuenta de la conduct humana de los alrededores, es un contrasentido. Me interest la faena de laboratorio que se realize, en la Universidad. Sin que me olvide de que debo tener conocimientos bsicos del pensamiento universal, me interest ms esa faena que la Grecia de hace vein- ticinco siglos. No trato de engaarme a m mismo. A muy poca gente le interest la callada vida de laboratorio. S interest el xito relumbrante; un pe- lotero que lanza curvas de tirabuzn, un baloncelista que encesta muchas bolas, una artist de movimientos persuasivos, un orador o conferenciante pirotcnico. He querido saber qu se hace en la Estacin Expe- rimental. Haba ledo muchos de los folletos que all se publican con fines de dar a conocer los resultados de los experiments que se realizan. Comprendo, de antemano, que al investigator le gusta el aislamiento,