PULSO DE PUERTO RICO York desgarrado: ese valle de angustias, el Bowery, bajo el elevado de la tercera avenida; la poblacin juda pobre, el litoral cerca de Williamsburg Bridge, Little Italy. Se puede distinguir al inmigrante recin llegado, la sedimentacin de la gran ciudad. Pero es aqu, en estos lugares, donde se han hecho muchos de los grandes artists norteamericanos. Aqu se anticipa el teatro que luego ha de triunfar en Broad- way; sta es la antesala de las exposiciones y de los conciertos. La vida callejera se parece much a la vida callejera del Pars del Quartier Latin, del Bou- levard St. Michel, del Boulevard St. Germain, del caf La Boule Rouge o La Boule Blanche. Como en estos sitios del Pars de los artists pobres, las exposiciones de pintura se hacen en las calls y se habla frente a las copas. Se multiplican los puestos de libros viejos, como en el Quartier Latin del litoral del Sena, frente a la lle de la Cit, frente a Notre Dame o Sainte Cha- pelle. Hasta se ven a las gentes de Greenwich Village usando el bret, la boina vasca, tan comn en el Quar- tier Latin, que es parte de la indumentaria indispensa- ble para la europeizacin de los americanos algo ro- mnticos y algo desarraigados. Cuando se colocan esa boina en la cabeza, los aficionados a artists america- nos creen haberse puesto un birrete de graduado. De aqu, de este Greenwich Village, han salido ar- tistas como el poeta Cummings, como el dramaturgo y novelist Arthur Miller. Fu aqu que Miller c:om-