PULSO DE PUERTO RICO Pero hay dos vertientes humans que han dado ci- ma a esta tarea: primero, el element vivo que la impulsa, los chicos, estos chicos serenamente respon- sables; las chicas, estas chicas de ojos vivaces que enamoran para la cultural, y, segundo, la evocacin humana que es el museo mismo. Porque lo que pre- domina en l no es el objeto muerto, sino el objeto con historic, la historic hecha y vivida por unos cuan- tos hombres ilustres y por unos puertorriqueos an- nimos que sufrieron y gozaron por la circunstancia de haber habitado sobre esta tierra. Eso es lo ms im- portante del museo. Hay manifestaciones de los clidos triunfos arts- ticos de Antonio Paoli: trajes y pedreras y petos y espadas y cascos y hasta los zapatos de los persona- jes representados: del Trovador, de Ada, de Otelo, de La Africana. Esto ha sido siempre de much inters en todos los museos del.mundo. Una de las colecciones ms interesantes, por ejemplo, del Museum of the City of New York, son aquellas muecas que representan los triunfos teatrales de Broadway. La coleccin de las ropas de los cardenales en el Museo del Prado y en Toledo es otro ejemplo. Tambin hay algo parecido -coleccin de trajes del pasado- en el pequeo, pero muy bien ordenado museo de la ciudad de Morelia, en Michoacn, Mxico.' En el caso de la coleccin de Paoli crece el inters por sus triunfos artsticos y por haber nacido en Puerto Rico. El museo romntico de Madrid est hecho con esta idea, as como el museo de cera Grevin en Pars.