ENRIQUE A. LAGUERRE afortunado, ciertamente, que el Departamento de Ins- truccin mantenga en la matrcula educativa a maestros como esta diligente y generosa Nydia Ros. Es lstima, sin embargo, que ella no se mueva en un campo ms amplio, preparando maestras en la Universidad, o bien ampliando ms su tarea en las escuelas pblicas y an entire las gentes adults. Qu bonitos programs de folklore podran hacerse en los caseros del gobierno, en las granjas, en las f- bricas, entire los campesinos nuestros. S que esto ha de interesarle al gobernador de Puerto Rico, don Luis Muoz Marn. Nuestros campesinos, las gentes de nues- tro pueblo, necesitan genuinas oportunidades recreativas como el baile folklrico. Qu bonitos espectculos los de unos bailes folklricos en el patio de la escuela, en la sala de actos de la fbrica, en el batey puertorrique- o! Los campesinos, la gente del pueblo, necesitan vivir con mas alegra, una alegra que se haga ms fecunda con la participacin de las propias gentes. Sentarse a ver teatro, a ver cine, no es suficiente. Sera mejor esti- mular la participacin de grandes grupos, y los bailables folklricos puertorriqueos nos ofrecen una magnfica oportunidad. La gente sencilla de nuestro pueblo, de nuestros cam- pos, siente eso. Actos as estimularan tambin mejores y ms tpicos trajes para los campesinos, tal como, con muy buen tino, propona recientemente la seora del Gobernador, doa Ins Mara Mendoza de Muoz Ma- rin. Precisamente son estos bailes folklricos los que