ENRIQUE A. LAGUERRE Rusia, Alemania, Grecia, Palestina, Polonia, Italia, Di- namarca, Argentina, Mxico, Portugal y Espaa. Ni un solo baile de Puerto Rico, aun cuando, por el anun- cio anticipado, hubiera podido entenderse que todos los bailes habran de ser puertorriqueos. Veamos. Si yo voy a Espaa y recibo un aviso informndome que en una noche determinada habr un espectculo de bailes folklricos entendera con eso que se trataba de bailes folklricos espaoles. No pensara en otra cosa. Parece que slo en Puerto Rico es que se puede anunciar un acto de bailes folklricos sin que haya la ms mnima representacin puertorriquea, salvo la capacidad ejecutante. Pudieron haberse representado por lo menos media docena de bailes puertorriqueos, de entire tantos bailes folklricos de tantas naciones. Parece inconcebible. Y ms inconcebible parece si piensa uno que el propsito fundamental de esos bailes es educati- vo. Es que preparamos a las futuras maestras nues- tras para que enseen bailes rusos, espaoles, judos, polacos, daneses, etc., en nuestras escuelas y para que no estimen aquellas expresiones puertorriqueas que co- mo puertorriqueos debemos saber y estimar? La sola realidad de que en un acto pblico como este no se incluyan bailes puertorriqueos, es, desde el punto de vista de educacin colectiva, un error. Era esa la reaccin de los centenares de asistentes al bonito acto universitario. Recuerdo los espectculos de bailes folklricos que vi en Mxico. La vez que se inaugur el Centro Regional de Educacin Fundamental para la Amrica Latina en