PULSO DE PUERTO RICO 339 debiera substituirse por revitalizar. Como cada da que pasa la interdependencia universal se hace ms urgente, es bueno ir abandonando los estrechos nacionalismos lingsticos y much ms es urgente el abandon de todo concept de imperialismo lingstico a nombre de la tra- dicin. No tengo nada contra el pasado, al contrario, lo es- timo much, pero es que a veces nos olvidamos de la actualidad vital para adorar fanticamente muchas co- sas que debieran estar escondidas a siete pies bajo tierra. En el professor Ayala no es tanto el sealamien- to de las influencias anglicistas lo que impresiona; es ms bien su apego heroico a un castellanismo lingsti- co que empez a dejar de ser cuando Castilla dej de ser Castilla y se convirti en Espaa. Y con nosotros, los latinoamericanos, el caso es toda- va ms singular. Como que en algn pas de nuestra tradicin -en Argentina o en Mxico- han surgido movimientos para desligar el espaol national del es- paol de Espaa; con lo que no estoy de acuerdo, por el aprecio que le tengo a la lengua general espaola, comn denominador lingstico de un gran mundo hispnico. S, es muy cierto que en Puerto Rico hay influencias del ingls, unas justificadas y otras, las menos, sin justificacin. Influencias que, como ya he sealado, se hallan en Mxico, Cuba, Centroamrica y en Europa. Influencias que hay que examiner desde un punto de vista lxico, fontico y sintctico, sin perder de vista