PULSO DE PUERTO RICO por moments vicioso. Pero la heterodoxia expresiva logra impresionar de tal modo, que a veces echa a perder el patetismo y la intencin dramtica de ciertas escenas. En boca de Chaguito se hace, no slo insoportable, sino divorciado de la realidad. Un nio camnpesino no habla as, much menos delante de los minutes. Es lenguaje ms bien arrabalesco que falsea al pcrsonaje que es Chaguito. Adems, hay demasiada vitalidad ur- bana en Chaguito. Eso no quita para que yo crea que Vctor Cuch es un actor juvenile muy prometedor. Pero lo cierto es que cuando el verismo se lleva a extremos puede caer en lo falso. El lenguaje regionalista est por lo general bien usa- do, aunque a veces interrumpe tambin algn efecto dramtico. Si el lenguaje suena humorstico no debiera usarse en escenas patticas porque ante el patetismo o la angustia no se reacciona con carcajadas. Pero digo que muchas veces se logran efectos muy deseables. El gobernador de Puerto Rico, don Luis Muoz Marn, usa ese recurso lingstico con much acierto, pero no lo prodiga innecesariamente. Vanse sus discursos po- lticos, sobre todo el discurso recin pronunciado ante los maestros de Puerto Rico. El efecto de las palabras manganzn y engrudo fue francamente eficaz. En La carreta hay un injustificado atropellamiento de pa- labras tabs y de palabras regionalistas. Lstima que no siempre fueran oportunas. Pero, repito, en general, el lenguaje de La carreta es el recurso ms convincen- te de la obra.