PULSO DE PUERTO RICO sionante es su pintoresco costumbrismo, su vivo rea- lismo, su lenguaje de intenciones iconoclastas, alardo- samente audaz. La representacin tiene una escenografa bonitamen- te realista y tiene, adems, una direccin eficaz. La presentacin y actuacin de los personajes estn bas- tante acordes con el ambiente jbaro de la obra. Me parece que esto no es enteramente cierto en lo que se refiere al tercer acto. La actuacin de Juanita es ms bien la usual de la comedia americana, con alguna que otra variante. Muchos de los gestos, ademanes, la dispo- sicin vital de Juanita no responded a lo que es Juanita en la obra. Es una fortune que La carreta cuente con la expe- riencia y la habilidad de tablas de Lucy Boscana, quien lo mismo que Madeline Willemsen, pone su entusiasmo en un teatro sin banderas y sin grupos. Es ciertamente plausible la actitud de Lucy y de Madeline, al servicio del teatro siempre, de espaldas a contingencies perso- nales. Y Lucy saca una Gabriela notable a lo largo de toda la obra. Esto ayuda much a lograr el xito de la produccin. Pero La carreta, como obra, carece de autntica ca- racterizacin. Por ejemplo, no tiene un personaje de la fuerza y la independencia del Buenaventura Padilla de Mi seora. Buenaventura Padilla es la ms notable caracterizacin de nuestro teatro, sin que por ello de- jemos de admitir los defects teatrales de la farsa de Luis Rechani Agrait Eso falta en los personajes de Ren Marqus. La misma Gabriela, personaje central