ENRIQUE A. LAGUERRE mente cainista, la arroja entire Jos Luis y Mara So- ledad. Pese a las sugestiones de refugio en la naturaleza, los personajes de estas comedies son product de deca- dencia vital, salidos del ocio y la frivolidad. Cuando se enfrenta uno a Mara Soledad o a Hiplito, en otro sentido, se nos figure que no son capaces de cumplir esos mnimos menesteres diarios a que est sometido, sin escapatoria, todo ser human. Hay un sentimiento de Edipo en la vida de Mara Soledad que la sujeta a una situacin casi imponderable. Quin sabe de ah arranca la actitud cainista de Sandra. Pero Sandra es un ser human. Frente a este perso- naje me sucede lo que siento cuando leo La Divina Co- media del Dante: preferira no salir de El infierno. Contrario a lo que generalmente sucede con tantos autores masculinos, en Francisco Arriv el personaje fe- menino tiene ms fuerza que el masculino; Sandra y Ello son buenos ejemplos. Ambas obras estn saturadas de atinadas observaciones sobre la conduct de la mujer. No siempre las lneas de motivacin estn claras en el teatro de Arriv, que es teatro florecido de sugestio- nes. Hasta el mismo Club de Solteros, a pesar de sus intenciones humorsticas. La publicacin de estas dos obras de Francisco Arri- vi es, sin duda un acontecimiento literario en Puerto Rico. Son el resultado de la consagracin del autor a un menester artstico.