PULSO DE PUERTO RICO huida constant de la realidad. Casi todo es en l vo- ltil, impreciso, neblinoso, sin contornos. An en el paisaje quieto, verde, unas veces en sombra, otras veces soleado, hay una infinita sensacin de nostalgia. Es un paisaje visto a travs de los recuerdos. El habitante a prstamo de San Juan mira, angustiado, al otro, a aquel que vivi vida agreste y sencilla. En Yumbra, por ejem- plo, y tambin en sus otros dos libros- se nota un retorcimiento angustioso. Basta nombrar sus poemas Agua apedreada, Tu nombre en lo verde, Aljibes muer- tos, Los motivos de la carretera, La sombra del espan- to, El laberinto de los espejos, entire otros. A esto hay que agregar sus frecuentes motivos del anochecer, sus referencias a la soledad, a las cosas viejas, a los rboles nudosos y tristes, al tiempo inexorable. Samuel Lugo no odia el paisaje seco, ni tiene horror a lo inmvil; sencillamente experiment angustia. Notamos que, aun en los versos con motivos ms ale- gres, el adjetivo y el verbo envuelven al poeta en una penumbra inquietante. Los adjetivos cuentan la situa- cin: distance, cansado, antiguos, prisioneros, verdoso, vagabundo, de espanto, fugaz, indefinida o verbos como partir, morirse, exprimirse, entire muchos otros. Los poemas de Lugo insinan una ntima tragedia. En Donde caen las claridades hay, sin embargo, frescu- ra y sencillez; en Yumbra, y en Ronda de la llama verde, hay menos espontaneidad y ms retorcimiento. Sobre todo, se nota en algunos poemas de Ronda de la llama verde un marcado esfuerzo hacia lo intellectual, aunque la emocin denuncia siempre al poeta insobor-