PULSO DE PUERTO RICO negrista tiene un gran valor artstico en la forma -ono- matopeyas, aliteraciones, anforas- y estn vacas de sentido human. Y mientras ms vaco, bajo el cuero estirado, mejor debe sonar el bong. Este negrismo or- namental es puro juego artstico -arte por el arte, a pesar del muy trabajado primitivismo extico, a pesar de la evocacin imaginada-, es culto de la forma. De Diego Padr, que es contemporneo de Pals y que cultiv tambin el postrer modernismo, va por otro camino, en estas epstolas mostrencas. Su lenguaje, que es tambin a veces, enojosamente espeso, no lo es en la manera de Pals, sino que adquiere visos cientificis- tas, con su sabor irnicamente terminolgico, aun para pintar situaciones triviales. Este no es el camino arts- tico de Pals. Pals lucha por crear formas ornamenta- les, es decir, le interest ms que el vaso tenga por asa la figure de un negro encorvado que la situacin real de un ser vivo encorvado. A De Diego no le interest tanto lo ornamental; le interest el fondo. En resume, mientras la poesa de Pals es un alarde de estiliza- cin ornamental, la de De Diego insina dudas, inte- rrogaciones: expone problems. El lenguaje en De Die- go es la circunstancia; en Pals es la esencia. Muchas personas esquivan una poesa como la De Diego porque no se da con facilidad o, a la postre, porque no pertenece a la tradicin potica corriente. Lo ornamental siempre llen ms los ojos o el odo. Dentro de esa tradicin potica, result casi inaceptable una poesa que, no conforme con los problems que plan- tea, se valc de una lengua inusitadamente terminol-