ENRIQUE A. LAGUERRE Te quiero todo arriba como la espuma, el trino, la oracin y la estrella. Yo te quiero del aire, en la huella infinita que los ngeles dejan. Para decirte: vuelan, ya soy confn eterno! Volcar albas desnudas en mis ojos despiertos En final de cuentas, esto es lo que permanece en gua suelta. El ltimo poema es significativo: Eras de m una herida; ya no me duele, nada me palpo y me parece que nunca tuve alma. No tengo en ningn sitio la-sombra de una lgrima... Si advirtieras mis ojos como nubes cargadas, no imagines que lloro: es la inmensa sorpresa de encontrarme las alas! Para terminar, debo aadir que Marigloria Palma, en su bsqueda de la expresin original, eleva palabras y expresiones comunes, y hasta regionales, a la catego- ra potica: chuparse mi caa, picar de avispas, voltear como perra, gajos, care con ojos, ajar, mordisquear. El efecto de estas palabras, dentro del conjunto, es im- presionante. Su crudo naturalismo sirve de contrast ante la ansiedad de fuga, que es el propsito ulterior del poeta. Y sucede lo que ms llama la atencin en los versos de Agua suelta: la extraa aleacin de ele- mento naturalista con el element neorromntico.