PULSO DE PUERTO RICO das, y por otro lado contamos con un diarismo indife- rente a esos propsitos. Abunda, s, la revista profesio- nal -magisterio, cultivo de caf o azcar, trabajo so- cial, instituciones-, algunas veces mal escritas, con predominio de un lenguaje especializado a medio di- gerir, y sin ningn inters particular en la cultural general. Todo esto, creo, limita notablemente la eTicacia del libro nuestro entire nosotros. A esto hay que agregar las actitudes snobistas de algunos intelectuales nuestros, nue son intelectuales sin haber creado o investigado nada, ms bien porque son lectores ms o menos consecuentes de las obras europeas. Se mira, pues, con desdn lo que hacen nuestros escritores aficionados. Y digo aficionados porque, entire nosotros, nadie hay que pueda llamarse escritor professional, ya que nadie vive de la pluma, ni aun los periodistas, a quienes se paga muy malos sa- larios. En estos instantes se han reeditado, mayormente por iniciativa privada, algunas de las buenas obras del pa- sado, entire ellas El jbaro de Alonso y Paliques de Cana- les. En el Departamento de Estudios Hispnicos se han realizado muy buenos studios de esas personalidades de nuestro pasado creador, pero casi todos los manuscritos estn en los anaqueles. El Departamento de Educacin quiere libros de texto y de lectura suplementaria y antologas. Yo mismo hice una antologa de cuentos puertorriqueos.