ENRIQUE A. LAGUERRE ducir emigrantes diestros, si admitimos la emigracin como un medio para resolver nuestros problems. Emi- gracin que no tiene que ser slo a Estados Unidos, que puede ser a otros pauses poco poblados del mundo. La emigracin fue siempre una solucin parcial de pro- blemas nacionales en muchos pauses del mundo. Hubo una vez en que los emigrantes espaoles contribuan po- derosamente a la economa de su pas. Pero, repito, es esta una sola fase del problema, quin sabe el menos important. Porque lo cierto es que las escuelas vocacionales fueron establecidas para dar ser- vicio, particularmente a la gente que se queda a trabajar aqu, en nuestras fbricas. Ese es su propsito funda- mental. Y es en eso en lo que la tarea de las escuelas vocacionales se me figure excepcional. Cuando se piensa que vivimos el preciso moment -el moment crtico- en que nos preparamos para diversi- ficar, industrialmente, nuestros medios de vida; que salimos de una cultural niral para entrar en otra cultural urbana y universal; que la conmocin social llega a nuestros propios hogares; se comprender la misin ex- cepcional de estas escuelas vocacionales. Y por lo que vi en la Escuela Vocacional Metropolitana me doy cuenta de que nuestros lderes educativos han tenido vision y han actuado con diligente energa y conocimiento de causas. Por qu no sabemos ms de la sorprendente mi- sin educativa de esas escuelas en este moment de cr- tica transicin social, cuando necesitamos enardecer nues tros esfuerzos y cuando ya nuestra actitud colectiva pro- voca tan optimistas apreciaciones de peridicos como el