ENRIQUE A. LAGUERRE enseando mitos, mostrando caminos por donde fugarse en vez de abrir caminos a la solucin de los problems sociales. Segn justamente se encarga la escuela de que los nios estn vacunados contra la viruela, es natural que se preocupe por vacunarlos en contra de la epidemia de reinados y fugas sociales, porque la escuela no debe ser una estimuladora de mitos sin base. Nada hay tan confortante como la actitud de procurar comedores esco- lares, conocimiento de las realidades, erradicacin de fetiches. Por fortune nuestra escuela tiene una tradicin bastante democrtica. Poco a poco hay que ir procu- rando ms y ms democracia. Yo creo que cuando la Secretara de Educacin procu- ra reformar libros, no slo desde un punto de vista tcni- co y metodolgico -base, la experimentacin-, sino tambin desde un punto de vista ideolgico, ms a tono con el mundo en que vivimos, lo hace bien. Porque la es- cuela que prepare para irse y no quedarse no es la mejor escuela. Ya nuestro sistema ha trascendido la etapa pri- maria de la alfbetizacin -slo tenemos de 21 a 24% de analfabetos-. Hay que terminar todava el process de alfabetizacin; pero ya es tiempo de que vayamos in- corporando la enseanza a las necesidades de nuestra vida, y esa es la faena que en estos moments preocupa a nuestro sistema y a los ms avisados educadores. No es faena de un ao para otro ao ciertamente. El problema de los libros de texto no es exclusive de Puerto Rico. En todas parties se plantea la misma cuestin, sobre todo en un moment en que se discuten