PULSO DE PUERTO RICO El otro da, circunstancialmente hablaba yo con el seor Coln Torres, Secretario de Agricultura, sobre la possible resurreccin de ferias pueblerinas y le deca: "Pero habra que sazonarlas con la tradicin popular y folklrica, como hacen en Mxico y en los pueblos eu- ropeos". Una "Feria de Santiago", en Loza Aldea; una "Feria de los Piratas", en Cabo Rojo; entrada al Puerto Rico criado por San Germn; una "Feria de los Lirios" en Barranquitas, para mencionar unos ejemplos, sera lo procedente. De ese modo se le dara fondo de tradicin a las ferias y se aprovechara el "color local". Pero para hacer todo eso no basta una actitud ms o menos conventional. Quien patrocine esas cosas ha de hacerlo con amorosa dedicacin, con profundo sen- tido histrico, con la mano y el corazn puestos en el latido de nuestras races. No es, pues, resultado de un nombramiento fortuito. En Puerto Rico hay gentes ca- pacitadas que pueden ayudar a realizar la tarea. Aho- ra hay una especie de "boom" en Puerto Rico. Mani- festaba en tertulia un buen observador americano, el otro da, que ese "boom" debe vigilarse con cuidado, antes de que los inversionistas y turistas se fatiguen, asegurar la permanencia con leyes, oportunas y claras, poner a expresarse, convenientemente, la voluntad y el espritu puertorriqueos. Me parece digna de tomarse en cuenta esta observacin.