PULSO DE PUERTO RICO Padre Rufo, Padre Jimnez, Fray Angel de la Concep- cin Vzquez. No hay que buscar much para encontrar los rela- tos legendarios. Bastara sacar la material prima de libros como El gbaro de Alonso. Mis memories de Tapia; los cuentos y tradiciones de Manuel Fernndez Juncos; las leyendas y tradiciones de Coll y Toste; los cuentos de Pablo Morales Cabrera; sin dejar de recu- rrir a libros como el Boletn histrico de Coll y Toste, la Biblioteca histrica de Tapia, la Historia de Brau, la Historia de Puerto Rico de L. Cruz Monclova. Materia prima hay de sobra. Y gente que escriba las leyendas y prepare los folletos ilustrados tambin los hay. Basta mencionar a gente como Julio Marrero, Francisco Arriv, Carlos N. Carreras, entire otros. Na- turalmente, hay que llevar la historic y esas leyendas a la escuela, dar a los estudiantes esa perspective de nuestra vida que tanto les hace falta para que ellos las tengan como parte de su vida natural. Eso les har conocerse a s mismos y los har menos amigos de la fuga. As est hecho el francs, el espaol, el nortea- mericano. Hay que ver cmo este ltimo afirma su vida en el recuento de una historic bastante fantaseada, co- mo los otros, y en sus museos y monumentos. Posible- mente no sean muy amigos del monument ecuestre por el estilo de los que se ven, profusamente, en Europa y en Latinoamrica, pero, qu ms monument que el Puente Washington o el Tnel Lincoln en Nueva York? Hasta los pases ms pragmticos del mundo han des- tacado, a travs de su literature, su arte y su cinema-