ENRIQUE A. LAGUERRE Tuvo en realidad el reformismo ilustrado concre- cin entire nosotros? Fue ms all de la actitud este reformismo ilustrado? Es difcil contestar esas pregun- tas. No hay duda de que, no slo hubo una actitud de reformismo ilustrado, s tambin que hubo algunos hechos singulares. Entre las sombras del oscurantismo desptico resplandece la luz propia de Alejandro Ra- mrez y su Sociedad de Amigos del Pas, con sus re- formas econmicas, sus cursos avanzados, sus cert- menes, y el Seminario Conciliar, de donde salieron las ms brillantes personalidades puertorriqueas del siglo XIX: Alonso, Tapia, Acosta, Asenjo, Vidarte, Hostos, Baldorioty, Elzaburu, Daz Navarro, del Valle Atiles, Matienzo Cintrn, entire otros. Naturalmente, conviene singularizar los hechos y las promesas de los tres perodos constitucionales. Ya antes mencion los hechos. Fueron muchas las prome- sas que se vieron truncas con la llegada del absolutismo de Fernando VII en 1814, con la restauracin absolu- tista de 1823, con la vuelta de Sanz despus de 1873. El gobierno civil de 1820 a 1823 y el gobierno de Bal- drich y de Primo Rivera despus de 1870 crearon muy buenos ambientes para la civilizacin y la libertad, pero el despotismo de los dems no tiene nombre. Nos ofre- cen leyes especiales desde 1836 y tiene que venir la cada temporal de la monarqua en 1868 para que se deje entrever alguna esperanza de libertad. Pero, claro, la situacin no dura much. En su interesante mono- grafa -todava indita- sobre los dos gobiernos de Sanz, el professor Labor Gmez nos hace una viva re- lacin de esa espera desde 1836.