ENRIQUE A. LAGUERRE Estados Unidos, trajo haberes y nuevas ideas industria- les y agrcolas, y eso ayud a compensar males. Tena que imponerse el reformismo ilustrado, espe- cialmente en lo econmico. Era forzoso que fuese as, dadas las circunstancias nuestras y la amplia circula- cin de esas ideas desde el Siglo XVIII. Es evidence, por el studio de Gutirrez del Arroyo, que en lo ju- rdico y lo administrative, lo cultural y lo educativo, las prcticas reformistas no tuvieron sealado impulso, que en todo eso hay ms palabras, promesas y proyec- tos que hechos, pero no cabe duda de que en lo eco- nmico s hubo algn progress, muy especialmente en lo agrcola y lo commercial. La poblacin salt de poco ms de 100,000 habitantes en 1790 a 400,000 en 1837; es decir, en casi medio siglo la poblacin casi se cuadru- plic. En trminos generals, eso es buen ndice de me- joramiento social bsico, aun cuando, debido al auge poblacional, persista la penuria. Y si a esto se agregan los males coloniales -el exclusivismo persista, en gran media; nos deprima el paternalismo estrecho-, se comprender por qu nuestros males parecan no te- ner fin. Invariablemente nos sentimos mejor en los momen- tos de "respiro" -los perodos constitucionales de 1812 a 1814, de 1820 a 1823, de 1870 a 1873-. En el primero de esos perodos nos exoneran del abasto for- zoso -imposicin del San Juan official sobre la Isla rural Y olvidada-, de la ejecucin abusiva de las tie- rras, de la falta de expresin; en el segundo, surgieron nuestros peridicos. Jos sectors de opinion, las ansias