ENRIQUE A. LAGUERRE los pases, como las edificaciones, necesitan base; el peor enemigo de una conciencia colectiva es la actitud tentenelaire, flotante, como una nube. Redescubrir y reconstruir, he aqu la misin de Ricardo Alegra. No, no puedo hablar del museo o la monografia o la investigacin arqueolgica, porque eso no es el propsito ulterior. Me dice Alegra que no quiere un museo muerto, precisa darle vida, llevarlo hacia afuera, educar. Con tal fin, ha hecho cine documental: sobre plazas de indios en Utuado, sobre las fiestas de Santiago en Loza, sobre la vida de un santero, sobre el Velorio de Oller. Por ejemplo, su trabajo sobre Loza Aldea * se ha divulgado extensamente en el exterior y ha estimu- lado la confeccin de faldas y caretas con motivos de ese festival, para la venta en los establecimientos co- merciales. Naturalmente, eso no es lo ms important; es que los pases labran su estabilidad social y spiritual so- bre las experiencias acumuladas de su historic -acon- tecimientos relevantes, folklore, mitos, leyendas, con- ducta ntima, todo lo que da personalidad y fe y con- fianza en s mismos-. Por fortune, ya se ha empe- zado a estudiar nuestra historic monogrficamente y en detalles. Faltaba examiner nuestro folklore, lo ind- gena y africano y, ms intensamente, lo espaol. Esto que hace ahora Ricardo Alegra, el examen de nuestras bases vitales, con mtodos arqueolgicos, antropolgi- Ya a punto de entrar en prensa este libro, ha llegado de Espaa la obra de Ricardo Alegria. Las fiestas de Loiza Aldea.