ENRIQUE A. LAGUERRE Recurdese que el diarismo recoge la historic del moment y que los acontecimientos artsticos y cul- turales son noticias del moment y son seales de lo mejor de la vida permanent de un pueblo. Ignorar esas noticias es no hacer el mejor periodismo. Cuntos no- tables acontecimientos que pudo captar la cmara pe- riodstica o que pudo resear para la historic un perio- dista responsible, pasan inadvertidos, completamente ignorados. Por qu ha de ser el peridico un muestra- rio de sangre y violencia o una simple vitrina mercantil? Los canales de comunicacin pertenecen a todos y no a nadie en particular. En Puerto Rico se observa una gran ansiedad de comunicacin. La falta de .oportuni- dad para comunicarse crea neurosis e histerismos. No debe el peridico limitar viciosamente su capacidad co- municativa. Y entindase por comunicacin una funcin de dos direcciones. No es solamente hablar lo que se le antoja a uno, sino tambin escuchar lo que otros tie- nen que decir. En nuestro medio hay demasiados mo- nlogos que, por dramticos que parezcan, a la postre resultan fastidiosos. Hay una sensacin de amplio si- lencio, es verdad, en nuestro ambiente; todo, a pesar de esa otra enorme ansiedad de comunicacin Apenas se oyen los mensajes de la gente que crea; y en realidad en el moment hay much ansia creadora en Puerto Rico. Pero los altavoces de la comunicacin de un solo canal, altavoces del comercio, ahogan aquellos mensajes. Hay que bajar el volume de los altavoces y escuchar lo que tienen que decir unas gentes ansiosas -hasta el borde de la neurosis- de comunicacin.