ENRIQUE A. LAGUEBEE Con motivo de la desaparicin de The Star, peridico neoyorquino, escriba yo al Diario de Puerto Rico lo siguiente, desde Nueva York: "La cada de The Star -peridico que sustituy al famoso P. M.- ha puesto a pensar al austero The Times. En una nota en que se comenta la desaparicin de The Stan, el Times de enero 30 (de 1949) habla de cmo van disminuyendo los peridicos en Nueva York. En 1920, dice, haba en la ciudad double nmero de peridicos importantes de los que hay hoy da. El Globe, el Everning, entire otros, han desaparecido, como desapareci P. M. y ahora The Star". Y a propsito, debo agregar ahora que The Star tuvo un heredero en The Daily Compass, desaparecido tam- bin hace poco (octubre, 1952). Segua diciendo entonces, el 7 de febrero de 1949: "Los peridicos principles de Nueva York se han co- mercializado extraordinariamente. Priva en ellos el anun- cio. Sin embargo, la ciudad no podra moverse sin sus peridicos. Qutenle a Nueva York sus peridicos y sus subways y tendran a una ciudad paralizada". "A propsito, no es raro ver el interior de los vago- nes convertido en sala de lectures, cada cual tratando de enterarse, a la ligera, de lo que le interesa... El anuncio mueve -o no mueve, segn sea el caso- a esta gente de Nueva York. He aqu por qu no se puede seguir presentando una obra de teatro, una pelcula, una revista musical o un show cualquiera sin que en los carteles aparezcan las opinions laudatorias de los cr- ticos de revistas y peridicos. Uno de esos crticos puede hacer vivir o puede matar cuaquier obra. Algunos de